Desde la Red de Inquilinos solicitan la extensión del plazo que impide los desalojos
Desde la Red de Inquilinos de Tandil se sumaron al pedido que se inició a nivel nacional para que se extiendan los plazos establecidos por el DNU 320/20, que hasta el 30 de septiembre prohíbe los desalojos, prorroga los contratos y congela los precios de los alquileres.
Debido a la crisis económica que profundizó la pandemia, teniendo en cuenta que muchos sectores no han podido volver a funcionar y otros tantos vieron afectada su actividad, la situación se complejizó para los inquilinos, que solicitan que se extienda el plazo que impide el desalojo, asegura la prórroga de contratos y aplaza aumentos en los alquileres.
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Según la encuesta que realiza de manera mensual la Federación de Inquilinos Nacional, en agosto un tercio de las personas que alquilan tienen problemas para pagar los gastos de vivienda.
Al respecto, Juan Arrizabalaga, concejal del Frente de Todos e integrante de la Red de Inquilinos de Tandil, manifestó que en realidad la coyuntura de los arrendatarios ya es conocida porque “está a la vista que muchos sectores vieron comprometidos sus ingresos”.
“A los inquilinos los afecta concretamente porque hay que seguir sustentando el alquiler, que es uno de los gastos fijos más grandes, además de todos los otros egresos”, señaló el edil en diálogo con El Eco Multimedios.
Argumentó que el valor que se abona mensualmente representa un importante porcentaje de los ingresos y que, si los salarios se vieron comprometidos en el marco de la pandemia por el coronavirus, ese porcentaje es aún más grande.
“Entonces los números de las encuestas expresan eso que más o menos se ve. A mí lo que me parece importante siempre es traer lo nacional a lo local”, manifestó. En ese sentido, hizo referencia al debate que se generó tiempo atrás por la cantidad de personas que alquilan en Tandil y expresó que “estamos todos de acuerdo en que por lo menos hay 15 mil contratos de alquiler y que ha crecido muchísimo”.
Crisis de vivienda en Tandil
Sostuvo Arrizabalaga que la ciudad ha tenido un gran desarrollo urbano pero que desde el 2015 se ha registrado una crisis de la vivienda, marcado por dos factores: por el estancamiento del mercado inmobiliario y por la dificultad de acceso al techo.
“Hay un estancamiento del mercado en lo que hace al intercambio de bienes inmuebles. Se terminó el Procrear a tasas subsidiadas y hubo un pequeño auge con la uva, pero yo lo caracterizo como una estafa”, clamó.
En tanto agregó que tener acceso a un techo es un derecho humano fundamental y explicó que eso se ha complejizado en el último tiempo porque los precios y los ingresos no se condicen: “Funcionan como una L en la que la línea vertical son los valores del suelo y la horizontal los ingresos. Y ese ángulo es cada vez mayor”.
Bajo su punto de vista lo importante ahora es exponer las distintas visiones que tiene cada sector para poder aunar criterios y ver cómo tiene que hacer Tandil para resolver el problema del desarrollo urbano y de vivienda.
Por otra parte, destacó también los programas nacionales como el relanzamiento del Procrear, la Ley de Alquileres y el Plan Nacional de Suelo Urbano: “Son buenas señales de por dónde tenemos que trabajar a nivel local”.
Extensión del DNU
El decreto de necesidad y urgencia 320/20 establece, en el marco de la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social establecida por la Ley N° 27.541, la prohibición de desalojos en todo el territorio nacional, la prórroga de contratos y el congelamiento de los precios hasta el 30 de septiembre.
No obstante, desde la Federación de Inquilinos solicitaron que se aplique una extensión del DNU teniendo en cuenta que la emergencia sanitaria aún continúa.
“El desarrollo y la continuidad de la pandemia afecta al contexto económico y eso genera un efecto en los ingresos. Y probablemente la activación económica no esté para diciembre. Por eso desde la Federación pedimos una prórroga en el decreto, porque la situación no se va a reacomodar ya”, expuso Arrizabalaga.
Entienden que la extensión del DNU es clave porque aún el futuro es incierto y demandará mucho tiempo la reactivación económica. Por tal motivo, como solo resta poco más de un mes para que finalice el plazo fijado el 29 de marzo, cuando se sancionó, creen que una prolongación podría dar oxígeno a sectores que están muy golpeados.