Desde la Dirección de Bromatología avanzan con la iniciativa de tenencia responsable de mascotas
Federico Sánchez Chopa dialogó con El Eco Multimedios sobre algunas temáticas que atañen a las mascotas y a la vida en sociedad. Explicó la importancia de la tenencia responsable e indicó cuáles son los perros potencialmente peligrosos. Además, informó que el próximo año realizarán un nuevo muestreo para conocer cuántos canes hay en situación de calle en Tandil.
El director de Bromatología, Federico Sánchez Chopa, dialogó con El Eco Multimedios respecto a un tema que vienen tratando desde hace ya algún tiempo y que promete mejorar la vida en sociedad: la tenencia responsable de mascotas.
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Según detalló, el concepto lo que percibe es la integración de los animales a la familia ya que estos, a diferencia de los seres humanos, no pueden hacerse responsables a medida que van creciendo; siempre van a depender de las personas.
“Ya pensándolo de esa manera, el concepto principal de tenencia responsable es que ellos van a depender siempre de nosotros y nosotros nos vamos a tener que hacer responsables de ellos”, resumió.
Cuando se vive en sociedad, los derechos de un individuo finalizan cuando comienzan los del otro. En ese sentido, la tenencia responsable de una mascota significa no sobrepasar los derechos de otra persona que, por ejemplo, desea caminar por la vereda sin que un perro la moleste.
“La mascota, indefectiblemente, tiene que estar en el interior de nuestro domicilio y, cuando sale a la vereda o al espacio público, debe ser trasladado con una correa y en todo caso con un bozal para poder vivir en sociedad y evitar problemas o riesgos con otros vecinos”, explicó Sánchez Chopa.
Lamentablemente, por usos y costumbres, por desconocimiento o por falta de interés, estas premisas no se cumplen en Tandil. A pesar de ello, informó el director de Bromatología que “estamos mejor que otras ciudades, pero no por eso debemos sentarnos en los laureles y decir que no estamos mal”.
Es por eso que se debe seguir trabajando y concientizando a la sociedad “como lo venimos haciendo desde hace un tiempo”, sobre todo desde el punto de vista de la educación. En ese sentido, resulta primordial hacerlo con los más jóvenes: “Estamos trabajando en las escuelas, venimos dando charlas de tenencia responsable. Y eso es un eje muy importante, porque van a ser la sociedad en los próximos 20 años. Si empezamos a trabajar en este camino, va a ser un punto beneficioso para el día de mañana”.
Castraciones, un tema de debate
La primera semana de cada mes, asociaciones proteccionistas, el Colegio de Veterinarios, la Facultad de Veterinarias y la Dirección de Bromatología se reúnen para discutir algunas políticas públicas, entre ellas el tema de las castraciones, ya que “a través de ellas vamos a lograr disminuir la población de animales en la vía pública”.
En Tandil hay una ordenanza que regula la potestad de tener un perro suelto en la calle que sea responsabilidad de uno o varios vecinos del barrio. No obstante, ese can no sólo genera “desmanes” sino que también se reproduce y hace que la población sea cada vez mayor.
Por tal motivo, comenzaron a hacerse castraciones masivas “y han dado sus beneficios”: en promedio, por mes se están haciendo entre 380 y 420; en tanto, en los últimos cuatro meses se efectuaron alrededor de 500.
“Eso nos da una proyección de unos 5500 animales castrados este año y, si seguimos con este ritmo, estaríamos llegando a unos 6500 el año que viene”.
Cantidad de perros en la vía pública
Son muchas las personas que advierten que en el último tiempo se ha disminuido la cantidad de perros sueltos en la vía pública. No obstante, Sánchez Chopa declaró que no podría afirmar eso hasta que no realicen un nuevo muestreo, como el que llevaron a cabo el año pasado.
“Pensamos hacerlo el año próximo de la misma manera que en el 2018, cuando caminamos 550 cuadras de la ciudad con estudiantes de Veterinaria y varias personas que colaboraron”, manifestó.
En aquella ocasión, se registró un total de 7200 perros sueltos en la vía pública, con o sin dueño, pero nunca en contacto con una persona por medio de una correa.
“Queremos repetir este muestreo para ver si realmente está disminuyendo y para que no sólo sea una percepción”, indicó.
Perros potencialmente peligrosos
Los perros potencialmente peligrosos son aquellos animales de gran porte, cuyo peso supera los 20 kilogramos y que pueden causar, sin intención de hacerlo, una grave lesión ya que tienen una gran capacidad de mordida.
A nivel local existe una normativa que trata sobre este tema. “El espíritu de esa ordenanza es evitar que lo potencialmente peligroso se transforme en realmente peligroso”, expresó el director de Bromatología.
Añadió que los ciudadanos responsables deben evitar que su mascota genere cualquier alteración en el común desenvolvimiento de la sociedad. Por tal motivo, “cuando salimos a pasear debemos hacerlo con una correa y, en el mejor de los casos, con un bozal”.
“Además, esos animales deberían estar identificados a través de un chip, porque tiene que haber una referencia de quién es el dueño responsable de ese perro en caso de que éste se escape o quede suelto”, señaló.
Esos chips se pueden colocar en la gran mayoría de las veterinarias de nuestra ciudad y, probablemente, el año próximo también se pueda hacer en Bromatología ya que están realizando los trámites correspondientes.
La colocación del dispositivo, en principio, sería prácticamente obligatoria en los animales potencialmente peligrosos, pero sería “absolutamente positivo” que todas las mascotas lo tuvieran, puesto que “eso automáticamente indica cuál es el nexo entre el animal y el humano responsable”.
El inconveniente que presenta el dispositivo es que cuando se muere la mascota no se puede recuperar. “Querer iniciar una campaña de identificación masiva de los animales de la ciudad es algo muy complicado”, concluyó Sánchez Chopa.