Turismo Rural
Desde el Turismo Rural de Tandil elaboraron un “Decálogo del buen turista” con consejos para visitantes
En el marco de una temporada "más tranquila" que años anteriores, desde el sector continúan promoviendo sus propuestas.
En el marco de una temporada de verano con menos movimiento que años anteriores, el turismo rural local sigue afianzándose como una opción particular para un amplio público de visitantes.
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Mientras reciben consultas y reservas –algunas anticipadas, para febrero-, los prestadores del Partido elaboraron un “Decálogo del buen turista”, una herramienta pensada para compartir con todas aquellas personas que eligen visitar establecimientos productivos rurales, almacenes, parajes de campo, propuestas gastronómicas diversas o realizar caminatas, visitas guiadas, o simplemente disfrutar de la historia y la naturaleza del Tandil rural.
“Siempre tratamos de reforzar la idea de que el visitante que busca turismo rural ya venga con cierta conciencia de lo que va a encontrar, de cómo nos preparamos para recibirlo, de que siempre tratamos de que llame previamente, de que haga una reserva, porque son todos emprendimientos chicos, emprendimientos familiares y por ahí no tienen la regularidad. Abren siempre, pero por alguna eventualidad no abren y siempre queremos que contacten antes”, contó María Elena Valdez, asesora del grupo Cambio Rural que nuclea a un conjunto de establecimientos de la zona.
Entre otros consejos, el decálogo advierte a los turistas que descarguen los mapas antes de emprender el viaje ya que en muchos parajes no cuentan con buena señal, promueve el cuidado de espacios históricos y edificios antiguos, recuerda la importancia de mantener limpio los entornos naturales, invita a disfrutar del sonido de la naturaleza evitando ruidos molestos, y propone comprar productos a emprendedores locales para contribuir al “desarrollo, al arraigo y la generación de empleo en las comunidades rurales”.
El material, sumó Valdez, señala también la importancia de “bajar el ritmo, disfrutar el ritmo que tiene la ruralidad”. En ese sentido dio cuenta del valor del trato familiar con los emprendimientos y de la idiosincrasia de los pueblos y diferentes lugares.
“Queremos que lo disfruten plenamente. Por eso nos gusta que lean el decálogo y lo compartimos porque nos parece genuino con respecto a la manera en la que queremos hacer turismo”, amplió.
Una temporada tranquila pero con expectativas
Con respecto al inicio de la temporada de verano, Valdez precisó que el turismo rural local trabaja con “un universo amplio de visitantes”, que si bien no es masivo, integran tanto tandilenses como turistas que se alojan en la ciudad pero también “mucha gente de viaje, de paso, que hacen otras rutas más largas y paran en algún boliche de campo o algún pueblo”.
La asesora del grupo Cambio Rural precisó además que “se nota que viene un poquito más tranquilo que otros años, pero la expectativa siempre es buena y optimista”. A su vez señaló que a partir de los primeros días de enero comenzaron a recibir un mayor número de consultas por diversas actividades, en particular con animales o para conocer circuitos productivos como la elaboración de quesos y otros.
“Y ya hay consultas para febrero también, que eso está muy bueno, que la gente planifique y se organice con más tiempo”, sostuvo. Entre otras propuestas, agregó, el turismo rural ofrece diferentes establecimientos gastronómicos, la visita a pueblos o visitas guiadas en general. “Nunca es un turismo masivo, y tratamos de que sean grupos reducidos y familiares”, indicó.
De cara al futuro, Valdez contó que realizaron un balance positivo de la experiencia de “Las tardes de té” que llevaron a cabo en una serie de boliches rurales. Por eso trabajan en repetir la iniciativa, realizar otro ciclo “para acercar a la gente de Tandil y a turistas”.