Desde el sector turístico afirman que el protocolo es “una buena medida” pero requiere “pasos previos”
Luis Cerone, de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines de Tandil, consideró que es necesario que en la ciudad se pongan en funcionamiento otros servicios, como gastronomía y la posibilidad de acceder a ciertas actividades o paseos. “La situación del sector es mucho más que crítica”, expuso.
Luego de que el Ejecutivo elevara a la Provincia un protocolo para reactivar la actividad turística para los propios tandilenses y municipios de la zona que no presenten circulación comunitaria de Covid-19, El Eco de Tandil dialogó con Luis Cerone, de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines acerca de su impresión sobre esta nueva propuesta y trazó un escenario de la situación que atraviesa el sector actualmente.
Recibí las noticias en tu email
Cabe recordar que en el marco de una apertura gradual de la economía, el Ejecutivo elevó a la Provincia un nuevo pedido para que evalúe la ampliación de las excepciones en el marco del aislamiento social preventivo y obligatorio establecido por el Ejecutivo nacional y permita la reactivación de la actividad turística. La propuesta presentada el viernes -y que espera respuesta oficial- fue denominada de turismo local y de proximidad del partido y contempla dos etapas.
La primera apunta a habilitar nuevamente los alojamientos y las actividades para los propios tandilenses y, la segunda, a los municipios de la zona que no presenten circulación comunitaria de Covid-19.
En primer lugar, Cerone planteó que el sector turístico actualmente está “absolutamente parado, imposibilitado por disposición del Gobierno nacional como municipal de poder facturar nada, salvo los restaurantes que se han reconvertido para la ocasión en delivery o take away, pero aparte de eso, no hay autorización legal para hacer ningún servicio típico, con lo cual la situación del sector es mucho más crítica”.
“Además, no tenemos ningún producto que podamos vender, ni siquiera podemos conservarlo o estockearlo. Las cosas que no vendimos hasta acá nunca más las volveremos a vender”, lamentó.
Necesidad de pasos previos
Cerone contó que el viernes participaron de un encuentro virtual con proveedores de turismo estudiantil, lo cual “es muy fuerte en Tandil de septiembre a diciembre y la realidad es que todos están absolutamente preocupados, porque desde el Ministerio están hablando de autorizar el turismo estudiantil del 15 de diciembre en adelante, eso es prácticamente imposible o significa la muerte de algunas actividades, porque no se puede cerrar 7 meses o un año”.
“Yo creo que esto que presentó (Rodrigo) ‘Lole’ Inza la semana pasada en su carácter de director de Turismo y que lo habíamos conversado en esa reunión que tuvimos en el Municipio, es una muy buena medida pero requiere de algunos pasos previos. El turismo si no está abierta la gastronomía, es muy difícil”, sostuvo.
Incluso consideró que es complicado para los tandilenses que quieran hacer uso del servicio porque “ni siquiera podemos decir nos alquilamos una quinta y nos vamos a comer un asado con amigos”.
En tanto, opinó que “si abriéramos al turismo de cercanía, que creo que esa idea está muy buena, primero deberíamos haber flexibilizado la parte de los paseos públicos, porque alguien que viene de afuera a Tandil, que es un poco la propuesta de ciudades cercanas que no tienen casos de coronavirus o que tienen muy pocos casos o que ha pasado más de determinado tiempo sin casos, pero tienen que venir a un Tandil donde le hayan permitido a la ciudadanía un montón más de actividades”.
A modo de síntesis, evaluó que la idea es “muy buena porque estamos necesitados de empezar a ver cuál es la realidad, pero no es lo mismo abrir un complejo que tiene cuatro cabañas que un hotel que tiene 40 habitaciones, esa es una realidad que cada uno de los prestadores la va a tener que evaluar si le conviene o no”.
No obstante, recalcó que “hay un paso a paso que se tiene que ir dando, si no se puede ir al Parque, no se puede ir al Lago, los restaurantes están cerrados, me parece que nos está faltando un complemento”.
“El sector turístico, sobre todo de alojamientos, necesitamos que la ciudad ponga en funcionamiento la mayor cantidad de servicios para que nosotros podamos ofrecer el nuestro”, enfatizó.
Sostuvo que “puede servir, por ejemplo, al sector de cabañas para alojar tandilenses, pero también hay que ver qué le van a habilitar a las cabañas, porque ahora no se puede habilitar ni el spa, ni el gimnasio, entonces vas a una cabaña preciosa y no hay spa, ni piscina ni gimnasio”.
“Algunas cabañas hacen ofertas para tandilenses para, por ejemplo, una salida romántica de una pareja, sé de casos que le han regalado a un amigo o amiga dos noches en una cabaña en Tandil, pero la expectativa es desayunar, ir a la pileta, al gimnasio, hacerse un masaje, ir al sauna, pero si no tenés nada de eso, es como que lo único que haces es cambiar de habitación”, manifestó.
“Ha sido un golpe muy duro”
En cuanto a la situación que atraviesan los prestadores turísticos, afirmó que “se ha roto totalmente la cadena de pagos, los restaurantes que están abiertos haciendo delivery van consumiendo los stock que tenían”.
“Esto no fue un proceso lógico, nosotros estábamos en presencia del 23, 24 marzo de la carrera Terma Adventure Race que era fin de semana largo, y por ejemplo en el caso nuestro que somos productores de pastelería para llevar, para consumir, estábamos acopiando para Semana Santa, y todo eso se vence, lo tuvimos que acomodar, sacárnoslo de encima, porque nos dijeron en 24, 48 horas no se puede trabajar más”, recordó.
Y planteó que “a fines de febrero dijeron que el coronavirus no nos tenía que preocupar, que sólo había que preocuparse por el dengue y nuestra ciudad no tiene dengue gracias a Dios, quién se iba a imaginar que iba a pasar esto”.
“Nos pasó con gran parte de las gaseosas que tienen fecha de vencimiento, como mucho a 60, 90 días, para nosotros es un problemón, esta ayuda del (Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y a la Produción) ATP nos dio una mano bárbara, nos permitió pagar lo que arregló el gremio con la federación, pero no sé por cuánto tiempo”, manifestó.
Por otro lado, aseguró que es imposible estar al día con impuestos o facturas de luz.
“Nosotros pudimos apagar las cámaras y las heladeras cuando ya estábamos cerrados porque teníamos mercadería y no podíamos bajar el consumo de energía. Esto ha sido un golpe muy duro. Económicamente va a costar muchísimo volver a rearmarnos y hay que pelear para ver cuántos puestos de trabajo se pueden conservar”, sostuvo.
En tanto, planteó que “el hecho de que el 1 de septiembre se retomarían los vuelos es una promesa que no podemos tomar en serio porque no depende del Gobierno sino de lo que pase con la pandemia. Lo malo de esto es la incertidumbre, porque si con esta apertura empiezan a haber casos se vuelve a cerrar todo”.