En Fase 4 cayeron las reservas en la gastronomía, aunque el delivery brinda un plus en ventas
Con el brote de contagios avanzando sobre Tandil y el retroceso de fase, los restaurantes disminuyeron su cantidad de público. Ya desde el fin de semana anterior las reservas fueron dándose de baja, con mayor caída en los que tienen un público de 45 años en adelante. Los alojamientos, trabajando muy por debajo de su costo.
Se podría decir que cuando arrancó la reapertura de los espacios gastronómicos, allá por mediados de junio, prácticamente un 80 por ciento de los sitios abrieron sus puertas. Mientras que dentro del 20 por ciento restante algunos pocos decidieron no volver a abrir y otros prefirieron esperar a que cambien las reglas del juego o que mejoren un poco las cosas, incluso resguardándose con expectativas por la demanda con la llegada del verano.
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Fue exactamente el 16 de junio como, a modo de prueba piloto, con alegría los gastronómicos y el Municipio anunciaron que darían un nuevo paso ante la buena situación epidemiológica de Tandil, en la Fase 5 del distanciamiento social, preventivo y obligatorio.
En aquel entonces, todo se fue dando muy lentamente, pero de apoco con el pasar de los fines de semana fue remontando esa situación con cambios de horarios y movimiento de público en aumento.
Tanto el fin de semana pasado como este en curso, con el brote de casos positivos de coronavirus y el retroceso a la Fase 4 vigente, desde la Asociación de Hoteles, Restaurantes , Bares, Confiterías y Afines de Tandil, Mario Wisner mencionó que la actividad experimentó una disminución notable.
¨Se notó una baja muy importante, la gente tomó recaudos y algunos optaron por no salir¨, contó y añadió que eso se reflejó en las reservas que se cayeron ¨sobre la marcha¨. Algo similar sucedió con el sector de alojamientos, aunque en ningún momento lograron el resurgimiento de la gastronomía.
La gastronomía con reservas canceladas
Si bien Wisner prefiere no reducir la estadística a porcentajes, arrojó algunos índices tomando como si la normalidad existente previamente al coronavirus fuera el 100 por 100.
Así, destacó que en general toda la gastronomía está funcionando con un 50 por ciento de capacidad por protocolo, aunque las ventas y el aforo de gente dependen del nicho de público con el que se maneja cada local.
En este sentido, ejemplificó que en los más tradicionales, con una franja etaria de entre 35 y 60 años o más, se notó muchísimo la baja de concurrencia. Indicó que lo mismo ocurre en aquellos gastronómicos que se encuentras en las zonas de paseos turísticos o alejados de la ciudad.
Por otro lado, los restaurantes y cervecerías con una atracción de gente más joven estuvieron trabajando desde la reapertura hasta el final de la Fase 5 casi completos y organizados en dos turnos. ¨Se podría decir que a un 50 o 60 por ciento con respecto a la normalidad previa a la pandemia¨, señaló.
En cuanto a las cafeterías, señaló que están a una capacidad del 40 por ciento con notable merma en la afluencia de gente. Ya en el caso de heladerías, están aun más por debajo, rondando el 20 a 30 por ciento de su normalidad para el movimiento de esta época del año, que tradicionalmente no es el fuerte para el rubro.
¨Lo que si es de destacar que en todo los casos siguen haciendo la modalidad take away o delivery, lo que suma un poquito más al promedio, ya que la mayoría de ellos no tenían este sistema contemplado en su modalidad de ventas¨, analizó.
Desde otro punto de vista, se refirió al amplio cumplimiento de los protocolos, tanto sanitarios como de capacidad de los establecimientos. De hecho, sostuvo que si se han dado situaciones de aglomeramiento ha sido en las veredas a lo largo de la espera, donde es muy difícil sostener el control, porque a quienes hacen cola para entrar a veces se suman los que salen a fumar, por ejemplo.
¨En general dentro de los locales se está trabajando muy bien, con todos los recaudos posibles y necesarios para esta época¨, manifestó.
La complicación de los alojamientos
En cuanto al sector alojamientos, admitió que ¨se está trabajando muy poco¨, por lo que están atravesando un momento muy complicado porque aunque muchos decidieron no abrir, los que sí se arriesgaron están trabajando muy por debajo de sus costos.
Este inconveniente se divide en dos partes al considerar el público al que pueden recibir. Por un lado están los llamados trabajadores esenciales, que provienen a prestar un servicio desde otras ciudades y necesitan quedarse unos días en la ciudad, y por otro el tandilense que apuesta al programa ¨Destino en tu destino¨ y busca pasar unos días en algún alojamiento.
En el primero de los casos, el referentes de la Asociación de Hoteles explicó que como son cada vez más las localidades con circulación del virus que deben cumplir con cuarentena al ingresar al partido, el trabajo está siendo muy poco. ¨Con esas restricciones queda cada vez menos clientela¨, dijo.
En tanto que con el turismo local, aseguró que la hotelería trabaja muy poco con eso, aunque es una modalidad que se da un poco más en el sector de cabañas que tienen servicios de spa o en algún hotel en las sierras.
¨De todos modos el número sigue siendo bajo para la capacidad de alojamiento que tiene la ciudad, con lo cual es muy liviano, y se puede decir que este sector la está sufriendo mucho¨, recalcó, insistiendo en que los que han decidido aventurarse a la apertura en estas condiciones se encuentran trabajando muy por debajo de los costos.
A pesar del escaso desempeño, vale destacar que en este rubro también están aplicando protocolos muy estrictos y abordando sanitariamente todos los recaudos. En este aspecto, garantizó que cuando llega algún pasajero a alojarse en alguno de los sitios formales disponibles, cumplen con la obligación de tomar los datos e informar, tanto sean de otra ciudad como de ¨Destino en tu destino¨.