Desde el Centro de Peluqueros aseguraron que están trabajando un 50 por ciento menos que antes de la pandemia
Carlos Arce, vicepresidente del Centro de Peluqueros y Peinadores de Tandil, dialogó con este medio y realizó un balance de la actividad en este mes que llevan abiertos desde que fueron habilitados. Agradeció el hecho de haber podido comenzar a trabajar pero se lamentó que están trabajando un 50 por ciento menos respecto a los momentos previos a la pandemia.
Al cabo de un mes y algunos días de haber sido habilitados para volver a trabajar, el vicepresidente del Centro de Peluqueros y Peinadores de Tandil, Carlos Arce, señaló en diálogo con El Eco de Tandil que la situación en la ciudad “se está normalizando” aunque el nivel de trabajo con el que cuentan no es el mismo que el que tenían antes de la pandemia.
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Respetando ciertos protocolos y medidas de higiene para preservar tanto su salud como la de los clientes, los peluqueros y peinadores pudieron reabrir sus centros el jueves 30 de abril, luego de varios días de tener únicamente gastos, lo que les generó serios inconvenientes.
“El protocolo que presentamos fue aceptado y empezamos a trabajar con eso. Económicamente la situación no está del todo bien porque entendemos que todo el país está igual, pero gracias a dios pudimos empezar a trabajar”, declaró Arce y agregó que con el pasar del tiempo la atención se va “normalizando”.
Destacó que nunca se opuso a la cuarentena ni a las medidas adoptadas tanto a nivel nacional como provincial y municipal, sino que por el contrario indicó que “se manejó muy bien”. Incluso, remarcó que en Tandil fue muy importante la responsabilidad ciudadana y evaluó que “si no dejamos entrar a gente de afuera no hay motivo para que se nos vaya de las manos la situación”.
En lo que respecta a la “vuelta a la normalidad”, advirtió que no se dará de golpe sino que tardará un tiempo: “Hasta que la gente empiece otra vez a acomodar su situación económica, porque esto nos afectó a todos. Así que calculo que va a llevar tiempo, pero estamos agradecidos de poder abrir. Era muy necesario, muchos vivimos de esto. Hubo personas que tenían la ayuda de su pareja, pero en otros casos el matrimonio trabajaba en el mismo local y no llegaban”.
En cuanto a los protocolos, comentó que en la puerta deben tener un trapo con lavandina para que los clientes se higienicen al ingresar. Además, cuentan con alcohol en gel y trabajan con turnos para que no se aglomeren en el local.
“Cuando se van, hacemos una desinfección completa. Limpiamos las herramientas, que en realidad el cliente no las toca pero igual las desinfectamos, y también el sillón. Por otra parte, solo podemos trabajar con una persona adentro o, si el lugar es grande, con dos. Por eso, otorgamos turnos que en el caso de los hombres pueden ser de entre 30 minutos y una hora, pero con las mujeres es distinto ya que pueden estar tres o cuatro horas”, reveló.
La situación en Tandil
Si bien la situación de varios peluqueros durante los más de 30 días que permanecieron cerrados fue muy complicada, indicó Arce que en Tandil no cerró ningún salón por la medida de aislamiento social, preventivo y obligatorio.
“Igualmente sé que hubo gente que estuvo complicada, nosotros tenemos un grupo de chat por WhatsApp en el que nos comentamos y algunos nos decían que la pasaban muy mal”, subrayó y agregó: “Y la realidad es que estábamos todos en la misma, porque lamentablemente vos dejás de trabajar pero el gasto sigue corriendo”.
Incluso informó que no fueron muchos los que pudieron acceder al Ingreso Familiar de Emergencia que dispuso el Gobierno ya que como es para trabajadores informales y monotributistas de las primeras categorías, “los que hace muchos años que trabajamos en esto estamos en categorías más altas”.
Contó que “era urgente abrir” pero que como la situación económica afectó a todos, hoy están trabajando un 50 por ciento menos respecto a los momentos previos a la pandemia. “Pero es entendible y gracias a Dios podemos hacerlo”, aclaró.
Evaluó que son varias las razones por las que no están trabajando de la misma forma que antes: por un lado, porque están otorgando turnos cada una hora o 45 minutos; y por otro, por la cuestión económica. “Recién se está reactivando el trabajo y todo el mundo está en la misma”, sentenció.
Cambio de horarios
Otro de los motivos por los que no están realizando sus labores como la hacían antes del 20 de marzo, según advirtió, se debe al tema del horario en el que tienen permitido funcionar.
Días atrás mantuvieron un encuentro virtual con autoridades municipales en el que expusieron sus inquietudes y contaron de qué forma avanzaban. Lo que propusieron los peluqueros fue extender el horario debido a que en este momento están funcionando a la par del sector comercial por lo que “el cliente tampoco tiene tiempo de venir”.
Señaló que en realidad todos los empresarios de Tandil que participaron de la reunión plantearon la idea de ampliar el horario y que desde el Municipio les dijeron que lo iban a evaluar debido a que la situación sanitaria en nuestra ciudad es favorable.
“Nosotros ahora estamos trabajando de 9 a 18, lo cual es bueno porque empezamos de 10 a 14, después de 9 a 17 y ahora una hora más. Pero antes quizá trabajábamos cortado y nos quedábamos un poco más a la noche”, reveló y completó: “Lo ideal sería hacer diferenciado al horario de comercio para poder captar más clientes. Podría ser de 8.30 a 12.30 y después de 15.30 o 16 hasta las 20.30 o 21”.
Una primera semana movida
La apertura de las peluquerías y salones de estética no era algo que solo los titulares de los mismos pedían sino que una gran parte de la sociedad solicitaba su habilitación.
Fue por ello que los primeros días desde su reapertura “fueron una locura” y debieron otorgar turnos para las siguientes semanas. No obstante, a medida que fueron pasando los días la situación se fue amesetando pero “ahora que se está cobrando el aguinaldo, ha repuntado”.
“Lamentablemente tenemos bajones, no es como antes que tenías una seguidilla de clientes. Mucha gente tuvo que solucionar conflictos en su casa o demás. Y también muchos, como no podían venir, decían ‘bueno, me paso la maquinita y listo’. Entonces hoy estamos arreglando también cosas que se hicieron en su momento en las casas para salir del paso”, expuso.
En ese sentido, reveló que durante las primeras jornadas “se encontró de todo”, smayormente en las mujeres que optaron por teñirse en sus hogares. Es por ello que no solo tuvieron que hacer cortes sino que también debieron arreglar cabelleras.