Reclamo
Denunciaron un basural a cielo abierto en un terreno baldío y pidieron la intervención del Municipio
El reclamo lleva dos décadas. Un vecino busca darle un nuevo impulso al pedido que inició su abuelo. Presentó una denuncia por mesa de entradas de la Municipalidad. El lote se encuentra ubicado en Piedrabuena y Catamarca, en el barrio El Hornero.
Esta semana, a través de la Mesa de Entradas de la Municipalidad, ingresó una denuncia de un vecino respecto de la existencia de un basural a cielo abierto ubicado en Piedrabuena y Catamarca, en el barrio El Hornero.
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La nota lleva la firma de Franco Zarini, que, según contó, se puso al frente del planteo que inició su abuelo hace unas dos décadas cuando comenzó con una situación irregular en el predio.
“Desde hace muchos años vienen arrojando residuos de todo tipo, de manera indiscriminada, afectando así el entorno natural del barrio”, expuso en la presentación ante el Gobierno comunal, al que le pidió que tome las acciones pertinentes “para poder dar una respuesta y solución a este problema que tanto nos afecta”.
El lote se encuentra ubicado justo en la esquina, donde se termina Piedrabuena al llegar al cruce con Catamarca. Allí, se formó una cava a partir del accionar de máquinas para el retiro de tierra.
Un grupo de frentistas impulsó la primera denuncia en 1997. Después de tantos años, las expectativas no son las mismas. Sin embargo, las esperanzas se renuevan en función del actual contexto, en el que el acceso a la información sobre el cuidado del medioambiente es mayor y se encuentra vigente una ordenanza que fija faltas a quienes no tengan en condiciones sus terrenos.
“Un basurero a cielo abierto”
En diálogo con El Eco de Tandil, el impulsor de la denuncia, Franco Zarini, indicó que el reclamo lleva unas dos décadas en una cava que se formó hace varios años a partir del accionar realizado para remover tierra.
“Es literalmente un basurero a cielo abierto”, definió y dijo que durante muchos años “sacaron tierra para su comercialización hasta que se fue abandonando y hoy la gente tomó la costumbre de tirar sus residuos ahí, de todo tipo”, desde escombros, latas de pintura, colchones, cubiertas, desechos industriales, hasta los domiciliarios.
En su caso, retomó el reclamo que oportunamente realizaron su abuelo y su padre en distintos momentos para lograr una solución definitiva. “No me iba a quedar sin hacer nada”, enfatizó, y contó que, en esta nueva etapa, se contactó con el concejal del Frente de Todos, Nicolás Carrillo, para darle un nuevo impulso al planteo.
Recordó que en 1997 presentaron la primera denuncia, que luego replicaron en el 2000, 2002, 2004 y 2006. “Fueron casi en vano”, confesó, y después de 20 años de reclamos, “sus expectativas son muy pocas y hasta me dijeron ‘te recomiendo que no pierdas el tiempo’, pero no me iba a quedar sin intentarlo”.
Pese las denuncias, aseguró que “nunca se tomó ninguna medida”, y resaltó que el propietario del predio es probable que no pueda afrontar el pago de las multas acumuladas por tener en esas condiciones el inmueble de su titularidad.
No obstante, apostó por una causa que consideró como justa con el objetivo de lograr una solución acorde.
“La gente lo toma como un basural y hasta debe creer que es correcto lo que hacen.
Nunca se limpió ni se colocó cartelería, que sería un primer buen paso. No es tanto poner un cartel”, sugirió Zarini.