Consecuencia de la lluvia
Denuncian que las cloacas rebalsan en Alsina y Pellegrini
Los vecinos del barrio Las Ranas volvieron a denunciar la aparición de materia fecal en las calles debido al desborde del acueducto. Más allá de las denuncias realizadas, no tienen respuestas del gobierno local.
La importante cantidad de agua caída sobre Tandil en la jornada de este lunes trajo consigo la aparición de un problema que es cada vez más recurrente en uno de los barrios más populares de la ciudad: el desborde cloacal y la aparición de excremento humano en las veredas. María, una vecina damnificada, se comunicó con El Eco de Tandil y denunció que “cada vez que llueve intensamente o de golpe, rebalsan las cloacas y quedan todas las calles llenas de materia fecal”.
Recibí las noticias en tu email
El hecho ocurrió este lunes por la mañana, producto de las lluvias caídas en las primeras horas de la jornada, en la esquina de Alsina y Pellegrini, aunque también se replicó en la intersección con Uriburu y en casi todas las calles del barrio Las Ranas. Según contó la vecina: “se realizaron un montón de reclamos en Obras Sanitarias” y agregó que “en el mejor de los casos lo que hacen es ir, manguerear y echar cloro”.
Desde Obras Sanitarias les confirmaron a los vecinos que el problema surge porque el acueducto que está hecho tiene las bocas muy chicas para la cantidad de elementos que circulan, no tiene la dimensión que tiene que tener. Al mismo tiempo, también les informaron que las denuncias las deben presentar en la Municipalidad, según contó María.
Al ser consultada sobre la respuesta del Municipio, la vecina informó que “el camión de Obras Sanitarias fue y manguereó, pero todos los cordones no los manguerean, no les echan cloro, entonces queda todo depositado ahí” y luego agregó: “Los vecinos hemos presentado notas haciendo el reclamo. Nunca nos han respondido nada. Cada vez que llueve tenemos toda la calle llena de materia fecal con el riesgo que conlleva para salud”.
El problema del desborde cloacal data de hace tiempo. Según contó María, en la época de la pandemia se hizo un reclamo bastante fuerte pero nunca les dieron una solución. Cansada de este suceso que surge ante cada lluvia intensa o de larga duración, la vecina sentenció: “La verdad es que es un asco, un olor nauseabundo. Es insalubre”.