Salud comunitaria
De una población de 3 mil niños, sólo 42 menores de tres años se vacunaron contra el Covid
La vacunación pediátrica en esta población llega apenas al 1,4 por ciento, pero las autoridades sanitarias esperan mejorar el nivel. Con la inoculación en manos de la comuna se busca, además, regularizar los calendarios obligatorios en los niños.
Como se había anunciado, la vacunación pediátrica de los menores de tres años bajó al territorio a través del Municipio, a diferencia de lo que sucede con las demás poblaciones. El proceso se inició hace dos semanas y abarca un universo de chicos de entre seis meses y tres años.
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Pero hasta el momento la iniciativa no ha calado muy hondo en la ciudadanía y la inoculación de los más pequeños transcurre de manera muy lenta; se vacunaron apenas 42 niños (1,4 por ciento) de una población total de tres mil menores que conforman la franja etaria.
Al respecto, el responsable del área de Salud Comunitaria del Municipio, Tomás Baliña, en contacto con el programa “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM) aclaró que las dosis no están disponibles bajo demanda espontánea y que por ahora no hay más anotados para recibirlas. La inscripción está disponible en la aplicación y página Vacunate PBA y la estrategia sirve, además, para que los menores completen el esquema de vacunación obligatorio, que se vio disminuido durante los dos años de pandemia.
De este modo, puntualizó que la inoculación se realiza únicamente con turno previo para no descongelar dosis "por las dudas”, frente a una demanda que es todavía escasa y Baliña explicó que se trata de un motivo logístico, porque una vez que se descongela, la ampolla debe mantenerse en las heladeras de los vacunatorios, que oscilan entre los 3 y 7 grados, y eso reduce su vida útil.
Por su parte, el funcionario destacó que los menores que se aplicaron la vacuna contra el Covid tenían completo el calendario obligatorio y reparó en que “se trata de niños cuyas familias priorizan la vacunación y no nos encontramos con sorpresas”.
Asimismo, el personal de los vacunatorios difunde la información a las familias que concurren para recibir las vacunas del calendario obligatorio, con la intención de fomentar la inoculación en ambas direcciones.
En contrapartidas, expuso que en los operativos de vacunación que llevan adelante en escuelas y jardines sí encontraron chicos con el esquema atrasado.
“No es que hay una negativa de los padres a vacunarlos, eso casi no existe en nuestra localidad, nadie se cuestiona el esquema obligatorio, pero a veces se demoran en llevarlos a vacunar o queda alguna dosis pendiente”, refirió.
Vacunas y protección
Si bien lo más álgido de la pandemia ya pasó y el nivel de contagio es muy bajo, los especialistas insisten en la importancia de completar los diagramas de inmunidad y en vacunar también a los menores para disminuir riesgos.
De este modo, la vacuna protege de las infecciones más severas y reduce drásticamente la posibilidad de que una persona desarrolle un cuadro grave. Aunque los niños nunca constituyeron específicamente un grupo de riesgo como los adultos mayores y los pacientes con comorbilidades, es recomendable que cuenten con las dosis correspondientes para generar un efecto “barrera” y limitar las posibilidades de propagación y mutación del virus.
Pese a que el Covid pareciera haber quedado en el olvido, lo cierto es que todas las semanas el sistema de salud reporta al menos algún paciente fallecido con coronavirus. Por este motivo las autoridades sanitarias insisten en reforzar la inmunidad de toda la población y son optimistas con respecto a una mejora en los niveles de inoculación.
Atención rural
Por otro lado, el médico habló sobre la atención primaria de la salud en las localidades rurales, que se despliegan bajo una dinámica muy diferente a la urbana. En María Ignacia y Gardey los dispositivos son más grandes, pero en lugares como Fulton, Iraola, De la Canal y Azucena, la “salita” se sostiene de lunes a viernes con una enfermera que reside allí y cada 20 días concurre un médico para efectuar controles.
Al respecto, Baliña detalló que “tenemos una médica rural que es Mariel Panozzi, que desde hace años recorre cada tres semanas uno de estos puntos y ahora se incorporó una nutricionista, además de una psicóloga que concurre a Azucena”.
La ventaja de atender a poblaciones pequeñas reside en la posibilidad de que los profesionales conozcan a cada paciente y puedan hacer un seguimiento más personalizado.
En este sentido, el director de Salud Comunitaria valoró que “los enfermeros logran conocer a la población y mantener una continuidad de cuidados”. De este modo, ejemplificó que si una persona no fue a buscar su medicación o discontinuó un tratamiento, puede darse cuenta rápidamente y esta posibilidad resulta muy beneficiosa en términos sanitarios.
Además, enfatizó que todos los centros de atención de la zona rural tienen acceso a la Historia Clínica Digital del SISP, lo que permite al personal a cargo obtener información de interés ante el comportamiento de las personas y familias que trabajan en establecimientos rurales y que mantienen otro tipo de contacto con los dispositivos de atención.
“Muchos trabajadores del campo no se acercan como hacen los de la ciudad, entonces tener a mano la historia clínica permite controlar cada caso y tomar decisiones, sobre todo porque hay situaciones muy concretas de pacientes con problemas complejos o enfermedades crónicas y se pudieron tomar las intervenciones necesarias”, describió.