Cuatro años después, el fuego volvió a encender las alarmas en Tandil

A mediados de diciembre del 2020, cuando aún el Covid-19 y las medidas dispuestas por el Gobierno para evitar los contagios masivos eran la principal preocupación de la sociedad, un incendio de importantes dimensiones sacudió a la ciudad.

En aquel entonces, las voraces llamas avanzaron a ritmo desenfrenado y pusieron en jaque a diversos alojamientos y establecimientos gastronómicos, como así también a varias viviendas.

El foco ígneo comenzó detrás de la zona serrana de La Cascada y rápidamente se propagó hacia Las Ánimas, el Golf y el Hotel Amaike.

La superficie quemada era tan amplia que debieron convocar a la totalidad de dotaciones de Bomberos de la ciudad, a la de María Ignacia y también se pidió apoyo al cuartel de Bomberos de la vecina localidad de Rauch.

La necesidad de asistencia de medios aéreos –vinieron un helicóptero y un avión hidrante-, dejó en evidencia algunas precariedades con las que operaba el personal local, que debió hacer frente durante largas jornadas a dos mil metros de llamas.

Tras ver las condiciones en las que trabajaban los uniformados, el titular de El Valle de Tandil Country Club, Golf & Resort, Nicola Parasuco, decidió comenzar una campaña para comprar una unidad de calidad y donársela al Cuartel Central.

Hoy, poco más de cuatro años después, el fuego volvió a sorprender a vecinos, que rápidamente inmortalizaron las postales con las cámaras de sus celulares y las propagaron por las redes sociales.

En esta ocasión, los bomberos locales (también acudieron apoyos de María Ignacia y Gardey) trabajaron durante toda la tarde y la noche del lunes, y por la madrugada recibieron el apoyo de los helicópteros hidrantes que prometió Provincia.

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Por El Eco de Tandil

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