Crece en Tandil el número de personas que acuden a la bioneuroemoción como acompañamiento de salud
Se trata de una disciplina que busca conectar a las personas desde el punto de vista de las emociones y generar soluciones a los problemas -físicos, personales, interpersonales, laborales- desde otro lugar, entendiendo que muchas veces las respuestas que se suelen dar, tienen que ver con estructuras que se arrastran generacionalmente.
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Como la sociedad misma, la medicina también va generando nuevas interpretaciones que permiten a las personas llegar a conclusiones diferentes sobre la salud. En ese camino, aparecieron hace varios años distintas disciplinas que intentan conectar los problemas físicos con las emociones. En otras palabras, lo que el cuerpo manifiesta.
Tandil no es ajeno a este tipo procesos y en los últimos años ha crecido la cantidad de personas que buscan en disciplinas como bioneuroemoción, la biodescodificación, la meditación, el mindfulness, una percepción diferente sobre lo que está viviendo.
Bernardo Giménez es médico pediatra con un postgrado en bioneuroemoción y en diálogo con El Eco de Tandil aseguró que es importante la conexión de lo físico con las emociones a la vez que resaltó lo eficaz que suele ser trabajar en este sentido para generar respuestas positivas para los individuos y su entorno.
-¿Cómo es el proceso que lleva a un profesional de la medicina a interesarse en éstas alternativas?
-Previo al estudio, la persona interesada ya está interesada en el tema. Por lo menos es lo que me pasaba a mí. Antes de encontrarme con ésta información y métodos de estudio, ya había algo que me incentivaba a buscar por ese lado que tenía que ver con la conexión entre la salud que conocemos o que parece más visible que es lo físico y la salud que tiene que ver con lo no físico, y poder engranarlas completamente, sin separaciones. Durante el estudio de la carrera ya tenía el interrogante de saber qué pasaba con las emociones de las personas con determinados casos. Incluso hasta de un propio diagnóstico o posible diagnóstico ya nos pone en una situación de alerta o estrés que nos genera otras cosas en la persona, tanto físicamente, psicológicamente y socialmente. Lo veo mucho hoy en día en los posibles diagnóstico de cáncer de mama. Hace que la dinámica social y familiar de esa persona se alteren completamente. No solamente tenemos el problema del posible diagnóstico físico sino también el temor que genera ese diagnóstico
-¿Cuánto influyen las emociones en lo que nos pasa?
-Mucho porque despierta diferentes sensaciones. Por ejemplo, la palabra tumor despierta la sensación de muerte, cuando desde el punto de vista médico no es así. Científicamente comprobado está que esa persona con esa situación tiene alterados sus mecanismos internos. Nuestro cuerpo está perfectamente conectado con nuestro sistema límbico, que es nuestro gestor de emociones. A través de nuestro sistema límbico está el tálamo, el hipotálamo, la hipófisis, todo lo que es regula nuestro cuerpo. Todo el sistema endocrino o inmunológico se ve afectado por ello.
-¿Qué pasa en las familias cuando tienen que empezar un proceso de este tipo?
-Desde el punto de vista de la bioneuroemoción uno de los conceptos más importantes a resaltar es lo que se llama la conciencia de unidad. Desde la física newtoniana siempre se consideraba a la persona separada de un otro, incluso la familia, cada individuo separada. En bioneuroemoción aprendemos que todo está perfectamente conectado. Todos somos una unidad. En la unidad familia, cada miembro va influyendo en el resto. Un niño, tan limpio, tan puro, tan decontaminado de lo que más adultos tenemos, hace que pueda observar todo lo que está sucediendo en la familia. No es necesario a un chico decirle estoy enojado, el chico lo percibe perfectamente. No es necesario decirle estoy preocupado, él percibe nuestros temores , nuestras preocupaciones, angustias y alegrías. El niño en este contexto absorbe constantemente y también lo pone de manifiesto con su cuerpo. Desde bioneuroemoción creemos que la posibilidad de un síntoma tiene que ver con una oportunidad de empezar a ver lo que está sucediendo y así poder comprenderlo, cambiarlo y trascenderlo como nosotros decimos.
-¿Es un cambio profundo en los paradigmas de la medicina?
-Es un paradigma diferente que es mucho más amplio. No dejamos de reconocer la existencia de tal germen o de la necesidad de tratarlos desde el punto de vista médico, pero sabemos que no tiene ser el único punto de vista. Sobre todo porque nos damos cuenta a veces que no hay cambios con los tratamientos médicos que se recomiendan. Cuando notamos que no hay cambios nos preguntamos qué sucede. Ahí es cuando nos preguntamos que está pasando en un ambiente. Sabemos que a nivel biológico, las células dependen del entorno. Lo mismo sucede para la física cuántica, si sucede a nivel celular sucede a nivel individual. Ese individuo no es solamente un individuo, sino que es individuo en su entorno. Si nosotros advertimos que ese entorno está permitiendo manifestarse de esa manera, y que preocupa, tengo que también trabajar sobre ese entorno.
-¿Tandil como está en este sentido? ¿Creció el número de personas que hacen las consultas?
-Creció muchísimo. Se abrió la sociedad. En Tandil hace años que existen referentes de bioneuroemoción o más desde la biosdecodificación o prácticas similares, entonces hay mucha gente que se ha sentido conforme con el tratamiento desde el punto de vista interpersonal, ha podido despejar inquietudes sobre su vida personal o familiar, y los resultados que sienten como positivos les permite acercarse más a éstas disciplinas como la meditación, el mindfulness, que van ganando espacio y todos apuntan a la introspección de encontrarse así mismos y reconocer lo que está pasando para poder cambiarlo.
-¿Hubo algún quiebre que haya llevado a generarse estos espacios diferentes?
-No sé si existió un quiebre, creo que ha sido una transición, como también en su momento lo fue la medicina clásica que conocemos. Hay otras medicinas que son mucho más antiguas, como la medicina tradicional china o la medicina ayurveda, y sin embargo los resultados también estaban. Todo lo que tenía que ver con occidente, a cargo de Estados Unidos y Europa, empezó a gestarse como hegemónica, pero no es la única. También está la Psicología, que es super necesaria e importante de las personas. Desde la definición de la Organización Mundial de la Salud de lo que es la salud, tiene que ver con la salud física, emocional y en el contexto social.
Epigenética
-Para aquellos que no saben de qué se trata, ¿cómo es el proceso?
-Habitualmente lo más recomendado es que la persona se encuentre con una necesidad propia e individual de salir a buscar una solución a lo que está pasando. Desde bioneuroemoción decimos que ese es el punto de partida, que puede ser variado, físico, personal, relaciones interpersonales, laborales, de pareja. Se tiene que sentir movilizado a investigar un poco más. A partir de una sesión de bioneuroemoción, es un acompañamiento que puede durar una hora y media o dos horas, es poder encontrar las creencias que dan fundamento a la forma de responder y actuar ante lo que le sucede. Bioneuroemoción intenta sanar la percepción de la persona en lo que está viviendo, reconociendo que ha tenido sus experiencias previas, sobre todo en el desarrollo previo, que son los primeros años de vida, que generan una estructura en nosotros. Esa estructura nos permitió sobrevivir, entonces tratamos de mantenerla a lo largo de nuestra vida y seguimos actuando de la misma manera , cuando esa percepción inicial de niños y adolescentes fue confusa para nosotros y le dimos esa interpretación estática y fija, hacemos que todo el resto de nuestras experiencias parezcan iguales. Cuando logramos llegar a ese momento y lograr darle una interpretación diferente, ya la persona empieza a comprender que fue su pensamiento y acción la que generó su respuesta. También nos damos cuenta que no solamente venía de nosotros, sino que venía de nuestros pilares fundamentales, mamá y papá, que también de alguna manera nos trasmitían la forma de responder ante determinadas circunstancias, porque también venían de una estructura familiar previa. Desde el punto de vista médico le llamamos epigenética, que son todos los aspectos que llevamos con nosotros que no están codificados en los genes sino que tienen que ver con cómo se estructuran esos genes para dar expresión a lo que nos sucede. Eso es generacional. Podemos comprender que lo que nos está pasando hoy tiene que ver con uno mismo principalmente, y no hay culpables afuera sino que hay responsables que es uno mismo, que tiene que ver con mamá y papá y su enseñanza y también los ancestros.
-¿El proceso debe ser muy fuerte para las personas que escuchan sus emociones y procesos previos?
-Vemos en generaciones las mismas cuestiones. Por ejemplo veo muchas personas que vienen con miedos y sin dudas después en el análisis vemos que esos miedos son generacionales. Los miedos lo único que hacen es limitar a los niños. La creencia también estructura y crea una realidad. Cuando empezamos a disolver todas esas creencias y nos damos cuenta de vivir saludablemente sin miedos, cambian las cosas, de relacionarse con el entorno y toda la familia cambia. En Tandil hay muchos lugares donde se pueden transmitir estas filosofías. A veces es difícil de entender, pero una vez que lo escuchamos con atención, nos damos cuenta que es un conocimiento que en realidad todos tenemos adentro, y se dan cuenta que todo tiene sentido. Desde la medicina tradicional, tengo varios colegas que ante determinadas situaciones, sugieren que me vengan a ver para que pueda ofrecer un punto de vista diferente. Esa apertura desde la medicina tradicional es muy positiva.