Continúan las quejas y la preocupación por los ruidos molestos que generan las motos

Luego de un fin de semana extralargo, el Municipio de Tandil difundió el resultado de los operativos de control de tránsito realizados por la Dirección de Control Urbano Vehicular durante la última semana en distintos puntos de la ciudad y notificó sólo seis infracciones por exceso de decibeles, específicamente por ruidos emitidos por caños de escape de motos. 

El presidente del bloque de concejales del PRO-MID, Juan Manazzoni, consideró “irrisorio” el informe y manifestó “mucha preocupación” por los ruidos molestos que generan los vehículos que cada fin de semana recorren, generalmente a gran velocidad, las distintas arterias de la ciudad y que se concentran en el Dique, la diagonal Illia y el Parque Independencia.

“Evidentemente no hay controles”, dijo el precandidato a intendente de la ciudad por el PRO a El Eco de Tandil. “Si no, no habría sólo seis infraccionados. La gente está cansada, literalmente aturdida por los ruidos, y desde el mismo Municipio nos dicen que no están controlando”, acotó.

Gonzalo Santamarina, representante de Acción Tandilense, coincidió en que “los vecinos nos aseguran que el tema de los ruidos es un calvario en distintos barrios de la ciudad. De hecho hemos perdido la posibilidad de disfrutar de algunos espacios públicos y la capacidad de descansar como necesitamos”.

“Lo atribuimos a que la gestión municipal no tomó cartas en el asunto a tiempo y a que no hay una política pública de ordenamiento integral del tránsito”, remarcó Santamarina ante la consulta de El Eco de Tandil. 

“Tenemos un tránsito que está descontrolado: ésa es una de las consecuencias de no tener la voluntad política de ordenar este tránsito”, agregó.

La nueva Ordenanza

En diciembre del año pasado, el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad un proyecto de Manazzoni –la actual Ordenanza 17.837- que prohíbe “la circulación de motocicletas, ciclomotores, similares y automotores de cualquier tipo y cilindrada con caño de escape abiertos y/ modificados mediante la colocación de escapes libres, sin silenciador, adulterados de alguna manera y/o con los llamados ‘sistemas expansivos’, utilizados para emitir ruidos fuertes y molestos”. 

La norma establece además distintas sanciones para los infractores, como retención del vehículo y multas económicas. 

“En ese momento dotamos al Departamento Ejecutivo de más herramientas para prevenir la generación de los ruidos molestos que tanto le complican la vida a la gente”, señaló Manazzoni.

Y destacó que “cuando los concejales de todos los bloques políticos -del PRO, del Frente de Todos y también del radicalismo- votaron esta Ordenanza, lo hicieron para que se aplique”. 

“Lo mismo pasa con el Observatorio Vial –se quejó-: se aprobó por unanimidad para tener estadísticas en materia de siniestralidad vial pero no se está implementando”. 

Para Santamarina, en cambio, “no necesitábamos una Ordenanza nueva: ya hay un Código de Tránsito provincial y dos Ordenanzas anteriores que le daban al Ejecutivo todas las herramientas para poder controlar el tránsito”.

“Creo que lo que falta acá es una mirada más abarcativa de la problemática, con controles pasivos de las motos -es decir cuando no están circulando- que no cumplen con las normas reglamentarias”, consideró. 

En este punto, el referente del partido político Acción Tandilense puso como ejemplo a la localidad entrerriana de Concepción del Uruguay, “donde –aseguró- el Municipio y todas las fuerzas vivas se pusieron de acuerdo para devolverle la tranquilidad a la ciudad”. 

“Nosotros tenemos que ir por lo mismo porque esto nos empieza a traer inconvenientes, a los habitantes para descansar como corresponde y a los turistas que vienen a buscar tranquilidad -descanso, silencio y disfrutar de los paseos públicos- y no la tienen”, finalizó. 

“Hay tres accidentes por día en la ciudad”

La otra cara de la falta de educación en materia vial y de controles a la circulación de motos y vehículos son los accidentes de tránsito que día tras día se suceden en la ciudad. 

Al respecto, Juan Pedro Larraburu, referente de la ONG “Tránsito entre Todos”, indicó que “hace mucho que venimos con este tema y nunca se ha encontrado una solución”.

“Está a la vista que con las multas no alcanza”, señaló Larraburu ante la consulta de El Eco de Tandil, y remarcó que “nosotros desde Tránsito entre Todos estamos pidiendo educación además de controles y multas”.

“Así es como los países más desarrollados han logrado reducir los accidentes”, refirió.

Y ejemplificó que “el domingo pasado, en la rotonda de Ruta 30 y Ruta 226, había cerca de un centenar de motos y la mayoría de los conductores iba sin casco. La verdad es que fue difícil entrar a Tandil”.

“No había ningún control -agregó-. Hoy hay grupos de Whatsapp y de Instagram a través de los cuales se autoconvocan, así que no debe ser muy difícil saber dónde están concentrados”. 

“Yo sé que igualmente no debe ser nada fácil de controlar una situación así porque el desbande de las motos podría provocar algo peor, como que alguien se caiga y se lastime”, dijo el referente de la ONG que trabaja para mejorar la seguridad vial. 

Pero reiteró que, en materia educativa, “estamos sin nada prácticamente. Nosotros venimos concientizando en las escuelas a las que podemos llegar pero creemos que debe haber una capacitación continua, que en algún momento debería integrarse a la currícula escolar y no tener una capacitación cada dos o tres años, como realmente sucede”.

“Hay tres accidentes por día en la ciudad”, contó Larraburu, y concluyó: “muchas personas quedan con lesiones gravísimas de por vida, lo que les cambia la vida a ellos y a sus familias”.