Conin Tandil, la organización que lucha contra la desnutrición infantil
Funciona en la ciudad desde 2009, realizando un acompañamiento de menores y sus madres mediante un equipo profesional.

La Cooperadora para la Nutrición Infantil, conocida comúnmente por sus siglas Conin, es una organización que lucha contra la desnutrición infantil en Argentina. Con más de 50 centros distribuidos alrededor de todo el país, busca erradicar esta problemática a través de la educación, la asistencia permanente y la investigación. La misma fue fundada por el médico pediatra Abel Albino en 1993, basándose en un proyecto de Fernando Mönckeberg en Chile.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailConin comenzó a funcionar en Tandil en 2009, con el objetivo de trabajar la problemática de la mal nutrición en los más pequeños de la localidad. Luego de una extensa trayectoria y un arduo trabajo, en 2019 la organización logró abrir su propio edificio ubicado en la esquina de Darragueira y Vistalli. Actualmente, desde allí se encargan de realizar un acompañamiento integral de menores y sus madres que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.
Con la intención de darle una mayor visibilidad a su trabajo, Claudia Méndez y Juan Luis Rodríguez, integrantes activos de la organización, estuvieron presentes en el living de Plataforma Magazine (Eco TV y Tandil FM 104.1). Durante la entrevista, explicaron en detalle su método para realizar el acompañamiento a menores y cómo repercute en la comunidad tandilense.
La labor de Conin es llevada a cabo por un equipo integrado por nueve profesionales, entre los que se encuentran pediatras, nutricionistas, psicopedagogas, trabajadoras sociales y maestras jardineras. Semana tras semana, el equipo se encarga de trabajar con las madres y sus hijos en conjunto. Claudia Méndez manifestó que “en determinados días se hacen los controles de salud y demás, pero el resto del tiempo se trabaja continuamente en la estimulación del niño”.
Según revelaron Méndez y Rodríguez, actualmente Conin trabaja con 30 bebes, niños y niñas de Tandil. “Pertenecen aproximadamente a 20 familias diferentes de todos los barrios de la ciudad”, certificaron. Las tareas que realizan son intensivas, con un total de 200 horas mensuales de acompañamiento profesional, por lo que en muchas ocasiones deben reducir el cupo de programas vigentes. “Desde la Comisión Directiva lo que intentamos hacer es absorber el acompañamiento de una familia, siempre y cuando estemos con las posibilidades económicas de poder afrontarlo”, declaró Rodríguez.
Dentro del programa de acompañamiento, los niños trabajan diferentes actividades lúdicas en las salas junto a las maestras y psicopedagogas. Por su parte, a las madres se les brindan talleres y charlas de formación que les permiten adquirir herramientas para la vida cotidiana. “Uno de los talleres principales es el de cocina”, contaron. En este espacio, se enseña a las presentes a cocinar recetas básicas y combinar los alimentos para hacer un buen uso de ellos. “Hay un bolsón de alimentos que se entrega semanalmente a las familias en donde suelen ir, por ejemplo, morrones, remolachas, acelga. Entonces ocurría que no sabían cómo elaborarlos y poder aprovecharlos”, enunció Méndez.
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¿Cómo colaborar?
El acompañamiento a menores y sus madres, con el objetivo de revertir la desnutrición infantil, tiene un valor elevado. “Hoy por hoy, para sostener un programa para asistir a una familia estamos hablando de $100.000 por mes por cada niño que se acerca y que se asiste”, afirmaron los integrantes de la organización. Por esta razón, la ayuda de la comunidad es de suma importancia para que Conin pueda continuar realizando su trabajo.
Una modalidad de contribución es a través del padrinazgo. “El padrinazgo engloba el costo de vida del niño o niña en tratamiento”, sostuvo Rodríguez y agregó que “implica no solamente el pago de profesionales sino también todos los gastos para mantener el centro, desde seguros, impuestos, bolsones de alimentos, entre otros”. Actualmente, la organización no cuenta con un número de padrinos que llegue a cubrir el total de menores. Por ese motivo, invitan a que todo aquel que desee ocupar ese rol pueda sumarse ya que “la figura del padrino les permite pensar a esos niños que tienen a alguien que se ocupa de ellos”.
Además, también se puede colaborar bajo la figura de socio. Esto simboliza una donación económica voluntaria, la cual pueda ser sostenida en el tiempo de forma prolongada. “La limitante económica es un tema, pero lo importante a resaltar es que con la ayuda de toda la comunidad podemos recibir cada vez a más personas que necesitan de este programa", concluyó Méndez.
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