Con una demanda que crece, Desarrollo Humano asiste a 500 familias en extrema vulnerabilidad

La crudeza del otoño tandilense, con heladas contundentes que ya se asomaron y temperaturas de un dígito, precariza aún más las condiciones de existencia de un universo poblacional ya vulnerable. 

Al respecto, Juliana Teerink subsecretaria de Desarrollo Humano y Hábitat comunal, habló con el equipo de “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM) y explicó que el clima es un factor determinante en esta época que se utiliza para programar el tipo de respuesta en función de las demandas que aparecen. 

En este sentido, a partir de la  intervención de los trabajadores sociales se deciden qué recursos y programas se ofrecen a la comunidad para paliar algunas situaciones. En este momento, aseguró que se intensificó la  solicitud de garrafas y leña, como es habitual, para hacer frente al frío. Pero este año las autoridades se inclinaron por no entregar más leña como solían hacer y cambiar el tipo de respuesta a esta demanda. Ahora, el Municipio dispone de un estipendio económico para que cada familia beneficiaria resuelva la compra del insumo en el lugar que le resulte más cómodo. 

Según justificó, la logística de preparación y reparto de leña era complicada, y se demoraban los tiempos. “Por la cantidad de pedidos que teníamos se entregaba a destiempo y eso nos hizo repensar el modelo de atención. Con este sistema se operativiza  en tiempo y efectividad el recurso para que esté disponible cuando se lo necesita”, detalló.

Sin aventurar números, indicó que el aporte destinado a la compra de material de calefacción triplica el valor de lo que antes se entregaba en leña y que se establecieron beneficiarios prioritarios para recibir esta ayuda, dentro del segmento de familias asistidas por el área. 

Alimentos 

Además, Teerink hizo hincapié  en las políticas  de seguridad alimentaria, que también fueron rediseñadas. En esta línea se desterraron los bolsones de alimentos y se optó por efectuar depósitos bancarios para asegurar la compra de alimentos e insumos de primera necesidad.

“Estuvimos atentos a que había un grupo más vulnerable con necesidad de cobertura más allá de recibir los programas nacionales y provinciales”, expuso y aseveró que hay alrededor de 500 familias en contexto de vulnerabilidad que reciben más recursos y apoyos complementarios. Asimismo, existen grupos más amplios que responden a circunstancias más variables y transitorias.

En estos casos la asistencia es dinámica y temporal, atada a situaciones laborales, de salud y otras circunstancias particulares de las personas o grupos familiares.

En tanto, la funcionaria aclaró que los apoyos de seguridad alimentaria son complementarios a otros acompañamientos de la secretaría. Es decir, hay familias que son acompañadas con alimentos, alquiler y calefacción, por ejemplo, sin que cada uno de esos beneficios sea excluyente del otro.

En tal sentido, informó que las mayores demandas y consultas se dan en torno al aporte para alquileres y alimentos. Si bien es una demanda sostenida, en este periodo se han registrado incrementos, a tono con el cuadro que se presenta a nivel nacional. 

Sobre el tema, Teerink evaluó que  “en la postpandemia quedaron personas establecidas formalmente en la atención” y que el escenario actual los lleva a “redefinir la política pública desde lo social”.

En este marco, tratan de generar un dispositivo orientado a los jóvenes para incluirlos en espacios de capacitación con salida laboral o que les brinde herramientas para armar un emprendimiento propio.  

“De esta manera se puede descomprimir la asistencia y lograr que las familias empiecen a generar mayores y mejores ingreso. Se trata de aprovechar la capacidad de trabajo y también nos parece importante la terminalidad educativa”, sostuvo.