Espacio público
Con un recurso de revocatoria, reclamaron la renovación del permiso a la florería de la rotonda
Los emprendedores de la florecía “Los Aromos”, ubicada en la rotonda de la Ruta 226 y Aristegui, presentaron al Concejo Deliberante un recurso de revocatoria con jerárquico en subsidio. Acompañados por unos 300 vecinos, le pidieron que dé marcha atrás con la decisión de denegar el uso del espacio público. Desde junio de 2007, le habían renovado el permiso sistemáticamente durante 14 años.
Tras la decisión del Concejo Deliberante de no renovar el permiso para el uso del espacio público en la rotonda de la Ruta 226 y Aristegui, los dueños de la florería Los Aromos presentaron un recurso de revocatoria con jerárquico en subsidio. El procedimiento administrativo, que iniciaron con asesoramiento jurídico, es un paso previo y necesario antes de recurrir a la Justicia. Junto al pedido para que se revea la situación del emprendimiento, anexaron unas 300 firmas de vecinos y clientes de los barrios Golf y Arroyo Seco.
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La polémica vio la luz el jueves 13 de octubre pasado cuando, en plena sesión legislativa, el edil Juan Manuel Carri (Frente de Todos) cuestionó el pase a archivo del expediente formado a partir de la solicitud de Diego Ruppel para que se le renovara la autorización del puesto de venta de flores sobre la ronda de los barrios Golf y Arroyo Seco, paso obligado a los cementerios privados Pradera de Paz y El Paraíso.
Tras el fuerte descargo de Carri, llegó la respuesta de su par de Juntos Mario Civalleri, apoyado por sendas intervenciones de Juana Echezarreta y Rosana Florit. Como principal argumento, el exscretario de Obras Públicas esbozó que habían cursado una consulta a Vialidad Nacional, organismo que tiene jurisdicción sobre la traza de la Ruta 226.
La negativa llevó a la familia Ruppel a pedir públicamente por su fuente laboral, ya que la intención era que se trasladaran a Buzón y Constitución, punto mucho menos tentador considerando que el grueso de los clientes compra flores de paso al cementerio.
Esta semana, con aval de un estudio jurídico, los titulares de Los Aromos interpusieron ante el Concejo Deliberante un recurso de revocatoria con jerárquico en subsidio, conforme a los artículos 89, 90 y 91 de la Ordenanza 267/80 de Procedimiento Administrativo Municipal. En el petitorio, solicitaron que “se revoque el decreto (de archivo) dado por el Concejo Deliberante de Tandil y se renueve consecuentemente el permiso de uso del espacio público”.
En tanto, en la presentación hicieron reserva del recurso jerárquico, por lo cual se desprende que agotada la vía administrativa irán a la Justicia para que intervenga sobre la precaria situación en la que se encuentra trabajando Ruppel.
Ilegal y arbitrario
El reclamo del vecino ingresó al Legislativo, por lo cual se conformó el expediente que ya fue asignado a las comisiones de Obras Públicas y Urbanización, e Interpretación y Asuntos Legales.
Al fundamentar el recurso de revocatoria, la nota señala que el decreto del Concejo “comporta una decisión administrativa final sobre el uso de un espacio público que lesiona y transgrede –bajo la óptica de quien aquí suscribe- un legítimo derecho adquirido, con ilegalidad y arbitrariedad manifiestas, violando el derecho constitucional de propiedad garantido en el artículo 17 de la Constitución Nacional”.
Agregaron que la medida “adolece de vicios que la invalidan como acto administrativo válido, por lo cual es impugnable mediante los recursos establecidos en el procedimiento administrativo municipal”.
Catorce años de servicio
En tanto, al fundamentar el pedido para dejar sin efecto el decreto, lo consideraron “ilegal, arbitrario y manifestamente violatorio de los derechos consagrados en nuestra Carta Magna”, razón que invalida el acto administrativo.
En simultáneo, describió que el pedido era para utilizar el espacio público situado en el kilómetro 162,9 de la Ruta Nacional 226, donde Ruppel instaló un puesto de venta de flores con el nombre Los Aromos, “asiduamente concurrido desde hace muchos años a la fecha y consolidado como una de las opciones más utilizadas por quienes transitan por dichas arterias y por los vecinos, debido principalmente a la cercanía con los cementerios locales (municipal y privados)”.
Entre los argumentos, consignó que “el permiso o concesión fue dado por primera vez en el mes de junio de 2007 y renovado periódicamente hasta esta fecha, habiendo transcurrido un período de 14 años, en los cuales ostenté dicho permiso”.
Como documentación respaldatoria, anexó un informe del AER INTA que cuenta el surgimiento de la iniciativa en el marco del Proyecto del Centro Regional Buenos Aires Sur (Cerbas), donde se menciona la intervención de la Dirección de Inspección por entonces a cargo de Roberto Martín.
“El decreto impugnado revoca este permiso y genera un perjuicio, evidentemente no sólo a quien suscribe –por la oportunidad comercial y el asentamiento del mismo por tan prolongado tiempo- sino a todos los vecinos, transeúntes y turistas que dada la ubicación estratégica –cercanía con los cementerios- lo tienen como uno de los principales servicios para la adquisición de flores de la ciudad”.
Al ponderar los 14 años que lleva en ese lugar y la renovación periódica del permiso, señaló que “entendemos que el mismo no puede ser revocado sin fundamentos válidos y de manera discrecional, toda vez que se ha constituido como un derecho adquirido”.
Si bien admitió el carácter “discrecional” de los permisos municipales, advirtió que “por amplias que sean dichas facultades no pueden actuar arbitrariamente” y remarcó que “no se pueden invocar causas falsas o caprichosas, cuando como en este caso existe un interés no sólo privado sino público en la concesión de dicho uso para la concreción de un servicio, en este caso de venta de flores”.
En otro párrafo, afirmó que tampoco le han expresado correctamente las razones por las cuales le denegaron la autorización, y “no se han tomado los debidos recaudos procedimentales para que pueda presentarme y defender mis derechos, pues la revocación presupone un presunto interés público que en modo alguno se encuentra acreditado”.
Además, consideró que “no se han otorgado las razones suficientes para proceder del modo indicado, pues si la revocación se debe a quejas o reclamos de vecinos, no se ha ejercitado el debido proceso para que quien suscribe ejerciera debidamente su derecho a defensa” y manifestó que “el proceder ha sido arbitrario y manifiestamente ilegítimo, con violación del derecho al debido proceso legal y de la defensa en juicio”.
Por último, anexó un informe de la Policía de Seguridad Vial, en el que –en ocasión de la construcción de la rotonda- indicó que el puesto de flores no revestía riesgos para terceros y que se encontraba regularizado. Sumado a ello, tres notas de vecinos del Golf y la zona de Reforma Universitaria, con firmas en apoyo al emprendimiento.
“Viste y es parte de nuestro barrio”
Junto al pedido de revocatoria de la medida, Diego Andrés Ruppel presentó tres notas distintas firmadas por vecinos y clientes, en apoyo a la fuente laboral de su familia.
Con fecha del 14 de octubre pasado, la primera carta expresó que “hacemos saber que apoyamos a la familia Ruppel, dueños de florería Los Aromos, para que no pierda su lugar de trabajo, donde se encuentra desde hace 14 años ininterrumpidos, habilitada por el Municipio de Tandil, y que hoy éste le deniega el mismo para poder continuar con su actividad comercial, viéndonos, nosotros, sus clientes, afectados y perjudicados por tal decisión”.
Y agregaron que “esperamos una respuesta favorable y a la brevedad”.
La segunda nota, dirigida al Deliberativo por habitantes del barrio Golf, solicita que “revean el tema de la renovación del permiso de la florería de la rotonda del Campus, ya que la misma está desde hace 14 años en forma ordenada, honesta y muy prolija, con frío o con calor, sin molestar ni causar ningún peligro, ya que todo aquel que quiera comprar se estaciona en el espacio que hay sin causar ningún tipo de inconveniente para los que circulan, ni tampoco quita visibilidad”.
Los firmantes señalaron que “consideramos que es una medida tomada a la ligera, sin tener en cuenta que dejan a una familia sin su fuente de trabajo. ¿Después de 14 años se dan cuenta de que es peligroso? ¿Es en serio? Porque parece una tomada de pelo no sólo a los dueños de la florería sino a todos los que compramos flores”.
En tanto, refrendaron que los accidentes se deben a “la rotonda mal diseñada, que no da el ángulo a los camiones que son los que vuelcan cada dos por tres” y resaltaron que “más que castigar a la pequeña pyme que sobrevivió a la pandemia se debería dejar que siga trabajando como lo hizo durante todos estos años”.
En tanto, integrantes de la barriada de Reforma Universitaria se expresaron en igual sentido y destacaron que “dejan a una familia sin su fuente de trabajo en su lugar de pertenencia”.
“Como vecinos consideramos que esta florería viste y es parte de nuestro barrio, es punto de referencia, es la mano conocida que nos saluda al transitar y tiene un valor intrínseco mayor al expresado en esta nota”, resaltaron y se despidieron a la espera de una respuesta “empática y favorable”.
Secretaria de Redacción de El Eco de Tandil. Licenciada en Comunicación Social orientación Periodismo (UNLP)