Se terminaron después de 4 años
Con un gran despliegue, se inauguraron las piletas del CEF 42 y se saldó la deuda del natatorio público cubierto
Finalmente, este martes pasado el mediodía, el Gobierno local se dio el gusto de poner en marcha oficialmente el complejo de piletas climatizadas del CEF 42, ubicado en Rosalía de Castro 1131, y solventado por el Fondo de Financiamiento Educativo.
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Al borde de la veda para inaugurar nuevas obras que rige en el Código Electoral, en el marco de las elecciones venideras, el intendente Miguel Lunghi encabezó el acto que contó también con la presencia del director provincial de Educación Física, Leonardo Troncoso, de las autoridades educativas regionales y distritales, de la comunidad del CEF 42, y de toda la plana mayor de funcionarios municipales y del Consejo Escolar, entre ellos la jefa Regional de Eduación Ana Marincevic; la jefe Regional de Diegep, Paula La Battaglia; la jefa Distrital, Florencia Mena; el jefe de Gabinete del Municipio, Oscar Teruggi; el presidente del Concejo Deliberante, Juan Pablo Frolik; el presidente del Consejo Escolar, Fabián Riva; el presidente del bloque de concejales UCR – Juntos por el Cambio, Mario Civalleri.
Con un gran despliegue, la comuna oficializó la apertura de los espejos de agua que fueron objeto de variadas controversias y cuya concreción se prolongó durante cuatro años. Se trata de las primeras piletas educativas, cubiertas y climatizadas estatales de Tandil -hay complejos privados y de clubes-, cuya alta demanda ya ha quedado en evidencia.
Un largo camino
El acto tuvo lugar en el SUM de la institución y participaron también alumnos de diferentes establecimientos, que se sumaron con sus banderas de ceremonia a la celebración. Transcurridas las formalidades y la entonación del himno, el director del Centro de Educación Física, Pablo Palavecino, tomó la palabra para agradecer y hacer una breve reseña de cómo se gestó la obra, con la leyenda “sueño cumplido” que brillaba por detrás en la escenografía.
El docente recordó que cuando aún ejercía como profesor en la entidad deportiva empezó a soñar junto a sus compañeros el crecimiento del CEF hasta lograr la sede propia. Alcanzado ese objetivo, siguieron pensando qué más hacer por la institución y empezaron a soñar con una cancha de césped sintético para practicar hockey. Pero los elevados costos los hicieron virar hacia un proyecto que parecía mucho más ambicioso, pero que económicamente no tenía una gran diferencia: la construcción de un natatorio.
Así, se abocaron a diagramar un plan rudimentario para presentar en Provincia y cada vez que viajaban a gestionar algún arreglo de techos, trataban de introducir el pedido ante las autoridades bonaerenses.
Y un día de hace algunos años el contador Daniel Binando, entonces funcionario de Lunghi, se acercó junto a la arquitecta María Riestra, actual subsecretaria de Planeamiento y Obras Públicas, a recorrer el lugar y evaluar la factibilidad del proyecto. De ahí la pelota pasó al concejal Cristian Cisneros, que en ese momento presidía el Consejo Escolar, y la inquietud llegó a Lunghi, quien se mostró predispuesto a darle rienda a la idea.
La obra originalmente fue licitada el 25 de septiembre de 2017 por un valor de 9.473.185 pesos y su terminación estaba estimada para mayo de 2018; el complejo, finalmente, se completó en agosto de este año y costó alrededor de 48 millones de pesos.
Siguiendo su relato, Palavecino compartió que, en cada revés que sufría la obra, el jefe comunal le aseguraba que las piletas se iban a hacer. En 2019 hubo una nueva licitación que ganó la firma local Cooperativa Falucho, empresa que levantó y terminó el complejo -pandemia de por medio- pese a los frenos producto de la situación sanitaria de 2020.
“Con dinero público se pueden hacer techos, se pueden hacer baños y se pueden hacer piquetas para toda la comunidad. Gracias”, cerró el director.
Los libros de la buena memoria
Seguidamente, el doctor Lunghi tomó la posta para manifestar su felicidad por dejar lista una obra para todos los tandilenses y recordó, también, el camino que lo condujo hasta ese momento.
“Estoy grande pero tengo memoria”, bromeó y repasó cómo, desde su lugar, pudo acompañar la idea de Palavecino y sus compañeros del CEF. Reconoció los problemas que hubo y, quizás parafraseando algunos titulares, dictaminó que “cuatro años después Tandil tiene sus piletas, las obras no tienen color político, son de todos”.
Al respecto, admitió que “podríamos haberlo hecho antes si no hubiese habido problemas con la empresa que contratamos al principio; mucho se ha hablado y mucho se ha comentado, pero estamos en tiempo político y en democracia hay que ser correcto y aceptar todo”.
Además, entregó al director del establecimiento un subsidio de 150 mil pesos para adquirir barrefondos y equipamientos que sirvan para mantener el nuevo espacio en condiciones.
Concluidas las alocuciones, Troncoso, Lunghi, Palavecino y la jefa Regional de Educación, Ana Lidia Marincevic, hicieron el tradicional corte de cintas para inaugurar formalmente el predio.
Agua, cómo te deseo
Pero la actividad no se agotó con el acto protocolar. Al acceder al complejo, con perfecta iluminación natural y temperatura templada, ya había alumnas sumergidas en el agua de la pileta que se empleará en rehabilitación.
El flamante espacio cuenta con una pileta semi-límpica con sus medidas reglamentarias, sus respectivos carriles para competiciones y un doble sistema que utiliza la calefacción tradicional con caldera y bombas y de losa radiante. La otra piscina mide 6 por 10 metros, tiene una profundidad de 1,20 metros, rampa de acceso y se utilizará principalmente para tareas de recuperación motriz.
En primera instancia, el grupo de alumnas de yoga, a cargo de la profesora Laura Garrote, realizó una actividad de movimientos en el agua. Posteriormente, un grupo de jóvenes federados del natatario del Club Unión y Progreso fueron los primeros en meterse a la pileta y nadar varios largos en diferentes estilos. El líquido cristalino se agitó por vez primera ante las brazadas de los deportistas, que desplegaron sus habilidades. Fueron sin dudas los primeros de muchos que pasarán por el predio.
Finalmente, el grupo de aquagym hizo lo propio bajo las instrucciones de su profesor, al ritmo frenético de la música que acompañaba con sincronía los movimientos acuáticos.
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