Con un amplio marco de asistentes, se desarrolló una nueva edición de Motofest
La agrupación Moto Sierras Tandil desarrolló este sábado en la Quinta Belén una nueva edición de Motofest, la fiesta que congrega a moteros de todo el país. Con bandas en vivo, patio cervecero y stands de venta de indumentaria, los asistentes disfrutaron de una agradable jornada.
A fin de promocionar el turismo alternativo de motos en la ciudad, la asociación Moto Sierras Tandil organizó este sábado la segunda edición de la Motofest, una fiesta que se desarrolló desde las 10 hasta las 17, en la Quinta Belén, y que congregó a una importante cantidad de gente de todo el país.
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El evento, abierto al público en general, contó con varios stands bonaerenses de venta de indumentaria y accesorios, se ofreció servicio de cantina y también brindaron un show las bandas tandilenses Pura Sangre Rock, Viejo Tren Negro, Brothers Blues Band, Creedence Clearwater Revival y Garras.
“Hace 19 años que hacemos movidas de motos y tratamos de traer un turismo alternativo a la ciudad. Este año cambiamos el formato de encuentro, con esta fiesta de un solo día y con la posibilidad de que la gente pueda acampar acá en la Quinta. Y es simplemente una juntada de amigos para hablar de motocicletas, distraernos y tener una excusa para viajar; simplemente para estar acompañados de un lindo ambiente. Es una juntada para disfrutar”, manifestó Hernán Istillarte, referente de la agrupación Moto Sierras Tandil, en diálogo con El Eco de Tandil.
Año a año la fiesta fue modificándose y adaptándose a las nuevas demandas de los asistentes, pero siempre tratando de mantener la calidad del evento: “Siempre escuchamos a la gente como para darle todo lo que esté a nuestro alcance. Este lugar es hermoso, por lo menos ya tienen garantizado el lugar, la arboleda y hoy el clima por suerte acompañó”.
Añadió Istillarte que en esta oportunidad se trató de un evento netamente cerrado, sin salidas, ya que “hoy por hoy no están dadas las condiciones como para hacer una caravana en la ciudad”.
El propósito de esta jornada fue que toda la familia pudiera disfrutar de un agradable día, que gente de diferentes edades pudiera acercarse hasta la Quinta Belén y aprovechar un lugar ambientado “con el mayor confort posible”.
Si bien la cantidad de asistentes fue notable, como también lo había sido en la edición anterior cuando se congregaron alrededor de 300 personas, explicó el referente de Moto Sierras que “este formato de Motofest lo hicimos como para bajar el número, para que haya más tranquilidad y para apuntar a que haya motoviajeros reales”. Indicó que el objetivo que fijó el grupo fue que la gente lo disfrutara y quisiera volver, “no apuntar a la cantidad por la cantidad misma”.
Asistentes de todo el país
Al ser un tradicional evento que se realiza en esta ciudad desde hace ya casi dos décadas, suelen acercarse personas de diferentes partes de Buenos Aires e, incluso, de otras provincias de la Argentina también.
Contó el propio Istillarte que hubo gente de Capital Federal y Gran Buenos Aires, de Mar del Plata, de Las Flores, de Olavarría, de Rawson (Chubut) y Zapala (Neuquén). “¡Son más de mil kilómetros los que tienen que hacer! Es algo hermoso pero también casi absurdo, porque hay que tener en cuenta que las horas de viaje, de ida y vuelta, son más que las que están en la ciudad. Es realmente muy lindo saber que alguien hace ese sacrificio para venir a disfrutar este día y conocer la ciudad”, sostuvo.
Varios de los asistentes instalaron carpas en la misma Quinta Belén y durmieron allí, pero muchos otros, que llegaron a la ciudad el viernes, alquilaron habitaciones en hoteles y cabañas: “El que viaja y está acostumbrado a esto, ya lo tiene ejercitado y se acostumbra”.
Por último, el representante de la agrupación tandilense se mostró muy orgulloso de que la Motofest haya traspasado las fronteras de la provincia y que tantos moteros se hayan congregado y sigan apostando por la ciudad.
Tandil como cierre de temporada
Gabriel Maiello, de Vicente López, y Mariano Frisani, de Lanús, son dos amigos que se conocieron hace más de 20 años en un encuentro de motos y que vienen a Tandil desde el 2001, cuando se realizó el primer evento en la ciudad. En diálogo con este medio, contaron que se conocieron en Azul y que los une la pasión por las motocicletas y por el fútbol.
“Nosotros terminamos siempre el año en Tandil. Al principio veníamos a acampar, pero cuando ya el evento se empezó a hacer muy grande decidimos ir a cabañas”, manifestó Frisani. En tanto, Maiello agregó que “como ya estoy grande, no estoy como para dormir en carpa, con lo cual alquilamos en otro lado”.
Si bien a cada edición se acerca gente nueva, ellos tienen su propio grupo de 20 moteros que viajan por todo el país asistiendo a diferentes encuentros. “En Tandil nos encontramos con gente de toda la provincia y hacemos como nuestro festejo de fin de año”, enfatizó Frisani.
Destacaron la belleza de esta localidad y la hospitalidad de su gente. Resaltaron también el esfuerzo y la buena predisposición de los integrantes de Moto Sierras Tandil, ya que “siempre que venimos nos sentimos como en casa; nos atienden muy bien”. Empero, reconocieron que disfrutaban más cuando se hacía el tradicional encuentro: “Hace dos años eran cinco mil motos y ahora ya no es esa movida, por eso tampoco gusta tanto”.