Con sentidos homenajes, ATAD celebró la inmensa alegría de inaugurar su nuevo edificio
La Asociación Tandilense de Ayuda al Discapacitado concretó por fin el anhelo de la sede propia, luego de que un incendio devorara el espacio institucional original en julio de 2006. El nuevo edificio, ubicado en Brown y Brandsen, se levantó gracias al apoyo de la comunidad y el Municipio, y se inauguró en medio de un clima de jolgorio y orgullo por el logro alcanzado.
Ante un gran marco de público, ayer por la mañana se inauguró el nuevo edificio de la Asociación Tandilense de Ayuda al Discapacitado (ATAD), obra que la institución desarrolló a partir de donaciones y el apoyo de la comunidad, y que el Municipio completó con recursos del Fondo de Financiamiento Educativo.
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La sede se levantó sobre un terreno que el Estado local donó a la institución en 2013, luego de que las instalaciones originales que funcionaban en San Lorenzo al 522 perecieran en 2006 culpa de un incendio. Tras los primeros meses de crisis e incertidumbre, la comuna les alquiló un espacio en 4 de Abril 1409, donde llevaron a cabo sus actividades hasta la fecha.
El encuentro, en el que predominó la emoción y la satisfacción del sueño cumplido, fue encabezado por el intendente Miguel Lunghi; el presidente del Concejo Deliberante, Juan Pablo Frolik; la directora de ATAD, Fernanda Lumelli; la presidenta de la asociación civil, Laura Bianchi, y contó con la participación de funcionarios comunales, concejales, consejeros escolares, autoridades educativas, docentes, alumnos, familias y exalumnos.
Con la colaboración de la comunidad y diferentes instituciones, la asociación avanzó con parte de la construcción del edificio, que finalmente pudo concluirse con el aporte aproximado de 6.500.000 de pesos que realizó el Ejecutivo municipal a comienzos de este año con el propósito de impulsar la terminación de la obra.
Renacer de las cenizas
La primera en dirigirse a los presentes fue la directora del establecimiento, Fernanda Lumelli, quien señaló que “toda historia tiene puntos de inflexión y para los que formamos parte de esta institución, uno de esos puntos fue el incendio. Ninguno de los que estuvimos ahí podremos olvidar el olor a quemado, ni dejaremos de ver la escena oscura y en ruinas de lo que hasta ese momento había sido nuestro lugar”.
“El fuego se había llevado todo, incluso nuestros ánimos. Fueron tiempos de desolación, con el vacío por habernos quedado sin nuestro lugar de pertenencia. El recorrido de estos años tuvo, por momentos sabor a transición inagotable, pero fue el sostén de las personas que luchamos, que estuvimos juntas con el deseo impostergable de tener nuestro lugar definitivo, lo que nos alentó a seguir”, agregó.
Además, también dedicó unas palabras de agradecimiento a todas las personas que colaboraron de una u otra manera y destacó nuevamente el trabajo en equipo, respeto y amor a su profesión.
Finalmente manifestó que “estamos cumpliendo el gran sueño de tener nuestro edificio, una historia que ahora podemos decir tiene un final feliz. La historia no se borró, se fue escribiendo a lo largo de todo este tiempo gracias a cada docente, cada alumnos y cada familia que mantuvo la ilusión para que esto fuera posible”.
“Ahora nos queda seguir haciendo lo nuestro, el trabajo por una escuela donde el objetivo fundamental es el respeto por los derechos de cada estudiante que forma y da vida a ATAD”, completó.
Aula inclusivas
Por su parte, la inspectora jefa regional de Diegep, Ana Isern, trasladó a los presentes el saludo y reconocimiento de las autoridades provinciales de educación y resaltó que “se cumple un sueño que comenzó con las gestión de muchas personas que dejaron huella en esta querida escuela”.
“Hablamos del sueño que permitirá lograr y afianzar una mayor identidad, crear otros espacios para la enseñanza, recrear diversas y variadas propuestas. Diversidad, aulas inclusivas y heterogeneidad son palabras que cada día encuentran espacio en los diseños curriculares de la provincia de Buenos Aires, en los proyectos institucionales de nuestras escuelas, en los debates académicos, en las investigaciones y en las páginas de los diarios. Diversidad y calidad académica van de la mano y este equipo con su directora lo saben y trabajan en ello”, sostuvo.
Por último, el jefe comunal indicó que “hay días en que uno siente en lo hondo, en el alma, el más vívido sentido de su trabajo. Hoy la entrañable familia de la Asociación Tandilense de Ayuda al Discapacitado escribe con pasión, con trabajo, con lágrimas, con sacrificio, con orgullo, con legítima alegría, una página de oro en su historia. Sobre todo porque les costó mucho llegar a este domingo invernal, pero con tanto calor en el alma”.
“Les costó en 2006 la intemperie y la amargura, cuando el fuego les quemó la casa y las ilusiones. ATAD es sinónimo de empatía y de coraje civil porque la institución ha hecho de la adversidad una bandera de lucha. No estuvieron solos. Esta Asociación tuvo referentes emblemáticos de esa lucha, como la señora Nelba Pérez, por muchos años directora, como también Laura Camargo y Fernanda Lumelli y entre otros pioneros fundadores, mi entrañable y recordado amigo, el doctor Guillermo Guanella y su señora esposa”, expresó.
Tras la alocuciones, las autoridades entregaron presentes a Nelba Pérez, Laura Camargo, Fernanda Lumelli y Laura Bianchi, y se dio paso al momento clave de la histórica jornada: el corte de cintas y el descubrimiento de una placa recordatoria a Guillermo Guanella. Seguidamente, el lugar cobró vida al recibir a los niños, docentes y familiares que ingresaron por primera vez a su nueva casa. El acto culminó con la presentación de la Banda Juvenil Municipal y de un grupo de payasos que alegraron a grandes y chicos.
Prestadores de salud
La novedad es que la flamante sede no sólo contará con los parámetros y condiciones que exigen los edificios escolares, sino que cumplimentará las condiciones exigidas para constituirse como prestadores de salud. Esto permitirá culminar con el trámite de inscripción de la Asociación en el registro de prestadores de servicios de salud y contar con una sala de rehabilitación adaptada para la atención de diversas problemáticas. Además, podrá ser reconocida formalmente como institución prestadora de servicios ante el Servicio Nacional de Rehabilitación y Promoción de la persona con discapacidad del Ministerio de Desarrollo social y Salud de la Nación.
A partir de estas articulaciones, las obras sociales harán un aporte de dinero por cada niño que tenga cobertura social, y esos recursos podrán ser utilizados para mantener el establecimiento.
El establecimiento es de gestión privada pero los sueldos del personal son abonados por la Provincia, y la asociación debe gestionar los fondos para solventar todos los demás gastos. Además de cobrar una cuota muy baja que no es obligatoria para quien no puede, desde ATAD generan fondos para afrontar los gastos de limpieza, papelería y servicios, entre otros. Actualmente, el establecimiento cuenta con una matrícula de 105 alumnos, de los cuales 87 se encuentran integrados en servicios educativos comunes públicos y privados en sus diferentes niveles.