Producción Responsable
Los agrónomos enfocaron su agenda en las producciones no tradicionales, las normativas y el uso del suelo
El INTA y el Círculo de Ingenieros Agrónomos llevaron adelante las VI jornadas de Producción Responsable para analizar e intercambiar puntos de vista sobre las problemáticas vinculadas a la aplicación de las ordenanzas vigentes y al desmalezamiento. Destacaron la necesidad de fortalecer las producciones no tradicionales, como la horticultura, y de profundizar en el manejo de los suelos.
Días pasados se reunieron en la Peña El Cielito productores y profesionales para debatir sobre Producción Responsable, en el marco de las sextas jornadas organizadas por el INTA y el Círculo de Ingenieros Agrónomos de Tandil.
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La ingeniera Fanny Martens, técnica del INTA Tandil, conversó con El Eco de Tandil y sintetizó los principales lineamientos que se abordaron en el encuentro. De este modo, la primera parte estuvo dedicada a intercambiar puntos de vista y acciones en torno a dos normativas: la ordenanza de Aplicación de Fitosanitarios y la ordenanza de Fomento a la Agroecología.
Para ello se hicieron presentes el director de Medioambiente del Municipio, Héctor Creparula, y el titular de Asuntos Agrarios, Cristian Trevolazavala. Al respecto, Martens relató que se efectuó un punteo a grandes rasgos de las diferencias con la normativa anterior y hubo un intercambio preguntas. Asimismo, el funcionario comunal explicó los detalles de la aplicación del marco regulatorio, que entró en plena vigencia el 31 de agosto, y expuso las responsabilidades de los agrónomos en todo el proceso.
Desde su lugar, Martens destacó el armado de la Comisión de Seguimiento, establecido en la ordenanza. “Tener una comisión integrada por actores de diferentes instituciones, que puedan dar cuenta de las transformaciones en el territorio y de la transformación tecnológica, hace que sea más sencillo adaptarse. Claro que todo es perfectible y con respecto a otros partidos, creo que esta ordenanza es más completa, hay por lo menos una regulación que en muchos lugares no hay, y es el mejor acuerdo que se pudo establecer”, explicó.
Agroecología
En tanto, señaló que el otro encuadre legal vigente, la ordenanza para fomentar la agroecología en el territorio (hay 470 mil hectáreas productivas, de las cuales menos del 3 por ciento se destina a agroecología), más acotada en los objetivos, resultó interesante porque fue posible “tener la visión del Municipio sobre otras producciones, porque hay baches de información, hay lugares en los que se necesitan profesionales. Es necesario conocer las leyes y poder interpretarlas”.
Asimismo, este marco normativo crea el Consejo Asesor Municipal Agroecológico, abarca a la producción frutihortícola, a los granos, el tambo, la apicultura y la ganadería, e impulsó los trabajos en la materia en la chacra El Arraigo.
En este sentido, la profesional refirió que desde el Círculo también comentaron el resultado de algunos trabajos en torno a las legislaciones vigentes, fundamentalmente de capacitación de actores, y desglosaron un documento con información acerca de los principios activos de los productos agroquímicos que se usan en Tandil, que sirve como material de consulta.
Malezas y suelos
Por otro lado, Martens reparó que la jornada sirvió como un espacio de intercambio y reflexión para retomar temáticas surgidas en otros encuentros, como el uso de implementos agrícolas en el control de malezas, que son para los cultivos extensivos el mayor problema.
“Hablamos sobre qué pasa con estas herramientas que se utilizan para arrancar la maleza en lugar de usar productos. Presentaron ensayos sobre máquinas y otros complementos, contaron diferentes experiencias al respecto. Se trató de analizar qué es lo que se hace y cómo, porque es un tema troncal”, indicó.
En sintonía, el ingeniero Guillermo Alberto Studdert, del INTA Balcarce y la Universidad Nacional de Mar del Plata, junto a sus colegas, compartió diversos resultados de estudios y análisis de suelo de larga duración, que relevan valores nutricionales y erosión de los suelos, entre otros aspectos.
“Se hizo un repaso conceptual para poder interpretar al suelo como un recurso natural que nos da muchas cosas, más allá de permitir los cultivos es proveedor de servicios, y esa es una mirada interesante”, ponderó.
En otra línea, en el espacio de construcción colectiva se abordó el tema de las producciones no tradicionales, en este caso con el ejemplo de la horticultura, para debatir el rol del ingeniero agrónomo en este sector, que es muy dependiente de la mano de obra y en el cual se manejan 8 o 10 cultivos al mismo tiempo, a diferencia de uno extensivo.
“También se mencionó a los invernáculos, que posibilitan que cualquier proceso sea más rápido y abundante”, agregó. Por último, la profesional del INTA local compartió que deberán sentarse a confeccionar un documento con las conclusiones de la jornada, pero enfatizó que “la incorporación en producciones que no son tradicionales y el rol en la conservación del suelo son cuestiones que salieron claritas. Hay que seguir trabajando en eso”.