Turismo
Con muy pocas reservas, el turismo de Tandil se prepara para vivir su peor temporada de verano en 20 años
Cayeron las reservas y aumentaron los costos. Preocupación por la desregulación de alojamientos informales.
El turismo de Tandil se prepara para vivir una de sus peores temporadas en dos décadas. Con escasas consultas y menos reservas, significativos aumentos de costos y en alerta por la desregulación de los alojamientos informales, desde el sector manifestaron su preocupación de cara al verano.
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Como se sabe, la ciudad fortaleció su perfil turístico en los últimos años, y el empuje del rubro acompañó el desarrollo de muchos otros sectores o trabajadores particulares de manera indirecta.
Sin embargo, desde las elecciones presidenciales a la fecha hubo “una caída de consumo estrepitosa”, según compartieron tanto desde la Asociación de Hoteles como desde la Asociación de Cabañas de Tandil. Para conocer detalles de la situación, El Eco de Tandil consultó a Nicolás Funaro y a José Baena, respectivamente referentes de dichas entidades. Ambos coincidieron en plantear un panorama preocupante para los próximos meses.
“Hasta octubre la actividad venía con un nivel de ocupación y de consumo excelente, no nos podemos quejar, aparte de la inflación. Después del fallido fin de semana del ballotage, que era el fin de semana largo, ahí se murió la actividad. Las reservas para enero se plancharon y algunas se cancelaron”, comentaron en relación a lo que proyectan como “la peor temporada en 20 años”.
Mientras que en años anteriores, para esta misma fecha el sector ya contaba con un nivel de reservas importantes, en el presente existen casos de establecimientos que todavía no concretaron ventas para febrero.
Pero más allá de reservas, tampoco registraron movimiento en consultas. “Hay pocas consultas. Nosotros en cabañas, en octubre las consultas llegaban a 25 o 30 por día. Ahora estamos hablando de 5 o 6 consultas por día. La gente no está mostrando mucho interés”, sostuvo Baena.
“Ni en la crisis del 2001 se vio una caída así”
Uno de los casos que mencionaron desde el sector para dar cuenta de la caída de la actividad es la tradicional presencia de turistas de la región de Cuyo que suelen hacer noche en la ciudad de paso para la Costa. De manera contraria a lo ocurrido en años anteriores, en los últimos días dicho movimiento ha sido prácticamente nulo.
“La realidad es que se desplomó el consumo”, sostuvieron, y pusieron como ejemplo turistas alojados en cabañas durante el último fin de semana, que no salieron de los establecimientos y pasaron su estadía con provisiones propias.
Algunos hoteles y cabañas decidieron hacerle frente a la situación con promociones y reducción de tarifas, sin embargo, expusieron, “hay un punto en el que te chocás con los costos”. En ese sentido dieron a conocer los significativos aumentos registrados en diferentes rubros proveedores del sector, desde panadería, lácteos, lavadero, servicios, entre otros. “En las cabañas tenemos DirecTv, que desde junio subió 88 por ciento”, sumó Baena.
Consultado por si el cese del Previaje impactó en el sector, Funaro señaló que la actividad funcionó sin el programa durante años. Y en ese sentido planteó que “Si está el Previaje, bienvenido. Pero la actividad necesita que la gente tenga poder adquisitivo para poder consumir”.
Los referentes concluyeron considerando que “ni en la crisis del 2001 se vio una caída así. Ni en la crisis del campo, que fue un parate importante. Si en la pandemia, pero de alguna manera estábamos todos en la misma”.
Alerta por la desregulación en alojamientos informales
Los referentes del sector enmarcaron la situación en los efectos de la devaluación del pasado 12 de diciembre. Sin embargo, aclararon, a la fecha no impactaron las medidas que podrían empezar a regir si entra en vigencia el DNU anunciado en los últimos días.
Como se sabe, el Decreto de Necesidad y Urgencia deroga normativas que regulan la actividad hotelera, lo que supone que ya no se requerirá inscribirse en registros ni obtener licencias para brindar ese tipo de servicio.
El asunto suma preocupación al sector en la ciudad, que desde hace tiempo viene alertando por el crecimiento de los alojamientos informales y la competencia desigual para con establecimientos con estructuras mucho más costosas y reguladas.
“Los alojamientos informales van a tener su buena práctica ahora. O sea, por donde se lo mire, es desastroso”, lamentaron.
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Cabe recordar, en febrero pasado el Municipio habilitó un Registro de Alojamientos Informales para regularizar casi 500 hospedajes no registrados y censados por la administración comunal. Para noviembre, según informaron entonces desde la Dirección de Turismo, 41 viviendas habían recibido su habilitación y un número similar se encontraba en trámite. Restará, en caso de aprobarse el DNU, ver qué impacto genera a nivel local la desregulación y si en todo caso desde el Ejecutivo tomarán medidas al respecto.