Con movimiento reducido y ollas populares, el paro general también se sintió en la ciudad
Según el relevamiento de las entidades gremiales, el acatamiento de la medida de fuerza en Tandil fue cercano al 90 por ciento en los diferentes ámbitos. Sindicatos y movimientos sociales realizaron ollas populares en los barrios en adhesión a la jornada de lucha.
En Tandil, al igual que en el resto del país, fue contundente la adhesión de los sindicatos al paro nacional convocado por la CGT. Si bien en esta oportunidad no se llevó a cabo ninguna movilización a nivel local, la huelga del día de ayer se sintió en la ciudad. La ausencia de transporte marcó la pauta de la escasa afluencia de gente que se registró en el centro y diversos puntos del trazado urbano.
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Los dirigentes gremiales Sebastián Hidalgo (Camioneros), Juan Manuel Carri (Bancaria) y Hugo González (Suteba), expusieron que en Tandil se registró un alto acatamiento a la medida de fuerza, que alcanzó un 90 por ciento dentro de los espacios sindicales adheridos.
Además, en el marco del quinto paro nacional que los sindicatos y las organizaciones sociales llevaron a cabo en la gestión actual de gobierno, las diferentes entidades de la ciudad desarrollaron ayer ollas populares en las barriadas como símbolo de lucha y unidad en coincidencia con la medida de fuerza. En esta oportunidad, se decidió trasladar las actividades al Barrio Palermo y a Villa Aguirre, en lugar de manifestarse en la zona céntrica, como ocurrió durante la medida de fuerza ejecutada el pasado 30 de abril.
La CCC, la CTEP, Barrios de Pie y Mujeres sin Techo realizaron una convocatoria en la plaza del Barrio 25 de Mayo en Villa Aguirre, mientras que la Mesa Intersindical llevaron adelante una actividad similar en el barrio Palermo.
Frenar el ajuste
El cariz de la actividad se sustentó en la visibilización de la jornada de lucha como modo de expresión de un pensamiento que rechaza el ajuste y sus consecuencias en los sectores asalariados. En este sentido, Hugo González, referente de los trabajadores de la educación, reforzó que “es importante la presencia en los barrios de las organizaciones y los trabajadores, y lo que significa la voluntad de un pueblo cuando sale a pelear”.
“La intersindical decidió venir al barrio Palermo porque es una manera de manifestarnos. Camioneros cambió de lugar; esta vez nos corrimos de la ruta y trasladamos la olla al barrio”, dijo Hidalgo, quien celebró la buena convocatoria de trabajadores que se acercaron hasta el local de Independencia 733, para compartir la humeante comida que se preparó para todos los presentes en enormes cacerolas.
Para González, la jornada de paro tiene un valor presente y objetivo correlativo a la consolidación de una medida de fuerza realizada justo cuando se conmemoran los 50 años del Cordobazo.
“Fue una pelea histórica del movimiento obrero argentino y ahora estamos acá con ese espíritu, en el que enfrentaban a un enemigo que es el mismo de ahora; el capital, el neoliberalismo que nos atraviesa fuertemente con las políticas de turno y la persecución a las organizaciones. Esto representa a una sociedad movilizada buscando frenar el ajuste y tener un rumbo diferente”, señaló.
“Estas jornadas sirven para reflexionar colectivamente que los trabajadores no podemos votar patrones ni ir en contra de los propios intereses de clase”, sostuvo.
“Que gobiernen como corresponde”
Por su parte, el titular de la Seccional Tandil de la Asociación Bancaria, cuya adhesión al paro fue total, argumentó que la masividad del paro responde a la concientización de los trabajadores a partir del hambre y la desidia que genera el Gobierno actual.
El gremialista recuperó los dichos de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich quien, ante medios nacionales, expresó que estaba “harta” de los paros, y disparó contra esas declaraciones.
“Se llega a una medida de fuerza porque no se puede aguantar más los tarifazos, el desempleo. Los datos oficiales del Gobierno muestran que en 2018 se perdieron alrededor de 250.000 puestos de trabajo. Muchas veces no pasa por una cuestión ideológica sino lo que pasa es el hambre y la desidia. Si a la ministra le molestan los paros, que gobiernen como corresponde y para quienes corresponde y no vamos a vernos en medidas de fuerza, no celebramos los paros, los llevamos adelante por las necesidades de nuestros trabajadores”, sentenció Carri.
“Queremos vivir dignamente y este Gobierno no lo permite. Estamos en defensa de nuestros derechos. A quien le moleste esto es porque no ve la realidad”, afirmó.
Las organizaciones sociales en la calle
En Villa Aguirre, los movimientos sociales arribaron temprano a la plaza del Barrio 25 de mayo y compartieron bebidas calientes y alimentos con más de 60 vecinos del lugar, en adhesión a la jornada de lucha.
En tanto, Daniel Fernández, de la CTEP, hizo un balance positivo de las acciones desarrolladas bajo la modalidad de olla popular en el marco local y aseguró que “lo importante es sostener la calle siempre, estamos desde hace meses con presencia continua en las calles por distintos motivos”.
Esteban Lucero, de la CCC, añadió que “la lucha sigue con bastante esperanza, nosotros practicamos la unidad en las calles y en las elecciones”.
El histórico dirigente mencionó la asamblea que se está realizando esta tarde en la localidad de Barker, en repudio al inminente cierre de la planta productiva de la empresa cementera Loma Negra, que dejaría en la calle a 320 trabajadores y, en ese sentido, manifestó: “La situación es grave, no se puede entender que haya casas en las que se coma una vez al día, vamos a seguir en las calles y tenemos una agenda propia, pero siempre acompañando las medidas de lucha del movimiento obrero que, entendemos, ha logrado un paro grande”.
Los números del paro
De acuerdo a la información aportada por las entidades gremiales, el acatamiento de la medida de fuerza rondó el 90 por ciento en los distintos ámbitos. En el caso de los bancos, transporte de corta, media y larga distancia y camioneros, la adhesión fue total. Comercios y gastronómicos mantuvieron actividad normal.
En el sector educativo se registró un nivel de acatamiento del 90 por ciento, según el Frente de Unidad Docente.
En la Unicen, la actividad también se resintió, debido a que Adunce, el sindicato de los docentes universitarios, y los no docentes, se plegaron al paro. Aunque algunos profesores, trabajadores e investigadores concurrieron a cumplir con sus funciones, la falta de personal no docente y de transporte público incidió en el normal desarrollo de las tareas y las clases.
Por otro lado, las estaciones de servicio de Tandil y la zona permanecieron cerradas de 8 a 11.
El paro también repercutió en las oficinas de los organismos estatales nacionales y provinciales, y la atención se vio reducida puesto que ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) adhirió a la convocatoria.
David Marconi, referente del Sindicato de Trabajadores Municipales de Tandil, comunicó que el índice de adhesión en el Municipio fue del 70 por ciento y que en algunas áreas incluso estuvo por encima, por ejemplo, Parques y Paseos, Control Urbano, Salud, Terminal, Cementerio y Vialidad.
“En el área de Servicios hay compañeros que se plegaron. Aunque hubo recolección de residuos, algunos trabajadores acompañaron, también en Cultura, docentes y Rentas algunos se sumaron. Vale aclarar que se cubrieron las guardias mínimas esenciales en todos los servicios de salud”, expuso Marconi.