Semana Santa
Con más de 300 puestos, buena convocatoria y ventas dispares, culminó la Feria de Artesanos en el Parque
Hubo mucho movimiento aunque la coyuntura económica se hizo notar.
La Feria de Artesanos es un clásico de la Semana Santa en la ciudad. Tras cuatro días, el evento culminó ayer, con buena presencia de público pero ventas dispares. El Eco de Tandil recorrió el lugar, donde los expositores compartieron su experiencia en el marco de un año complejo en cuanto a la realidad económica. Del Municipio por su parte trazaron un balance positivo y destacaron también los diferentes números culturales gratuitos que se programaron desde el jueves al domingo.
Recibí las noticias en tu email
“La verdad que el balance es muy positivo. Hubo mucha circulación de gente, por todo Tandil en términos generales. En cuanto a la parte económica, hubo artesanos que vendieron muy bien y otros que salvan pero no pueden decir que les ha ido excelente. Pero hay algunos que sí, con puestos levantados porque vendieron todo”, compartió el subsecretario de Cultura y Educación Alejo Alguacil, área municipal a cargo de la organización del conjunto de actividades desarrolladas a los pies de la arcada del Parque.
Como en años anteriores, hubo 320 puestos dispuestos a lo largo de toda la diagonal Illia. El clima del jueves y el viernes ayudó, aunque el movimiento repuntó durante el fin de semana. Muchos puesteros coincidieron en señalar que hubiese sido necesario que el evento se extienda hasta el día martes. Incluso hubo quienes colocaron junto a su producción carteles con la inscripción “último día”, para advertir al público.
Consultado por el tema, Alguacil planteó que se tomó tal decisión por “una cuestión económica”, y “toda la una infraestructura que monta la Municipalidad a la cual hay que pagar. Y la verdad que no estamos en la mejor situación. Decidimos hacerlo y tratar de no generar ningún tipo de diferencia con respecto a otros años”, según explicó.
A diferencia de otras ediciones, desde Cultura ubicaron una carpa de la Subsecretaría en el medio de la diagonal, a los fines de que los feriantes cuenten con agua caliente y despejen cualquier inquietud de forma más accesible. A su vez dispusieron un puesto de orientación e informativo.
Además de los exhibidores -la mitad locales y la mitad de ciudades de la región- el lugar contó con una programación especial de espectáculos en el Patio de Sabores que se desarrolló en el Jardín de la Paz. Y hubo también espectáculos callejeros, circo, estatuas vivientes, patio de comidas y un parque de diversiones.
Mucho público y ventas dispares
Dante es uno de los integrantes de Giselina, un emprendimiento familiar dedicado a la cerámica. “Todos los productos que usamos son de Tandil”, destacó el ceramista que participó por primera vez en la Feria de Artesanos. “Como experiencia es 100 por ciento recomendable”, destacó, aunque aclaró que “se nota que hay un poco de recesión”.
El artesano señaló que la participación en el evento les aportó no solo ventas sino también una pantalla para visibilizar el proyecto que llevan adelante. A su vez, sostuvo que hubo tanto público local como turista, concentrado particularmente durante el jueves y el viernes.
Por su parte Pablo está a cargo de Turulato, un proyecto de elaboración de juegos e instrumentos didácticos con base en Tigre. Desde hace 5 años participa de la Feria de Artesanos de Semana Santa, salvo la edición anterior que consideró que el valor del puesto era muy elevado.
El artesano planteó que “en el contexto del país” no era esperable un caudal significativo de ventas, y que durante los cuatro días concretó en particular operaciones de sus productos de menor costo.
Pero más allá del balance, Pablo destacó que trasladarse a Tandil supone unos días de distención además de trabajo. Por eso viajó con su familia, y “todo eso suma para venir acá”. El artesano agregó que “fue extraño que la Feria durara tan poco”, y que tendría que haberse extendido por lo menos hasta hoy.
Pablo sumó además que si bien desde la organización mejoraron la acreditación, todavía resta pulir detalles, en concreto la disposición de los baños químicos y el acceso al agua que, planteó, resultó rudimentario.
Fabiana es la responsable de Mi Ranchito Huellas, emprendimiento de cuchillos tandilenses. Lleva quince años montando su puesto en la Feria de Artesanos y en base a su experiencia consideró que “pareciera que la feria esté empezando hoy”, en referencia al domingo.
“Faltó gente y se notó en el movimiento, en el tránsito en la calle, y se empezó a vender tarde”, sostuvo. Agregó que la misma situación registró en diálogo con otros feriantes. A diferencia de otros años, sumó, concretó ventas en particular a un público local más que turista, y en especial de sus productos más económicos.