Con más de 100 casas en Tandil, reclaman por la ordenanza para las construcciones naturales
Jorge Spivak es el titular de Kurache, un alojamiento ecológico de la ciudad. El año pasado fueron recibidos por el responsable de Obras Públicas, Roberto Guadagna, y quedaron a la espera de una respuesta que nunca llegó. Aseguran que el Estado debe acompañar este proceso que tiene el interés de muchos vecinos.
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En abril del año pasado, el responsable de Obras Públicas, Roberto Guadagna junto a Miguel Oberman de Obras Privadas y María Victoria Deguer de Desarrollo Urbano recibieron en la Municipalidad a quienes vienen trabajando en pos de que la ciudad cuente con su propia normativa que regule las edificaciones de viviendas sustentables. Prometieron volver a convocarlos luego de analizar la información presentada en ese momento para brindar una respuesta pero nunca más lo hicieron.
Jorge Spivak, titular de Kurache, alojamiento ecológico de la ciudad, dialogó con El Eco de Tandil y destacó las bondades del sistema, como así también, de las potencialidades que tiene la construcción natural en la coyuntura actual.
-Hablar de casas naturales es hablar de algo que se hizo siempre…
-Originalmente todas las casas eran de construcción natural con los materiales que el lugar ofrece. Siempre hablamos de construcción natural en referencia a lo que el lugar te da. En nuestro caso tenemos mucha tierra y las casas son de barro, eventualmente algo de piedra y madera. En otros lugares, por ejemplo, en Colombia, las casas son de caña de bambú. Siempre la gente cuando tuvo que hacerse la casa buscó lo que tenía más cerca para realizarla. En ésta zona de la pampa húmeda, las casas de campo eran los famosos ranchos de adobe. Lo que se ha logrado en éstos últimos 20 años es estudiar ese tipo de construcción antigua y agregarle algunos elementos para optimizarla. Por ejemplo, incorporar arena. Lo que hace en los revoques es evitar las rajaduras. Esa era una de las críticas principales que se le hacía a este tipo de casas, que se rajaban y que tenían bichos. Si la casa está bien realizada en todos sus ítems, la casa no se raja. Eso ha permitido que se hagan construcciones que parezcan de cemento, porque no tienen rajaduras. Además tiene la virtud de ser térmicas, buen equilibrio de humedad y son armoniosas con la naturaleza.
-¿Últimamente el tema se ha convertido en moda?
-Más allá de que sea moda o no sea moda es una necesidad de la sociedad, porque llegamos a un punto donde la modernidad nos va a llevar puestos. Vamos a perder lo principal que tenemos que es la tierra. Si degradamos el hábitat vamos a perder calidad de vida. Tandil en ese sentido, por muchas cuestiones, por su naturaleza de por sí y por el tipo de ciudad, tiene toda la potencialidad para desarrollar este tipo de construcción de forma ordenada. Hoy crecen las construcciones de barro espontáneamente, pero falta un apoyo municipal. No es sólo que la ordenanza lo permita, sino que el Estado municipal lo fomente. Este tipo de construcciones no sólo son muy interesantes para el turismo, porque hay mucha gente que viene desde otros lugares buscando una alternativa de vida y dentro de su alternativa de vida también está vivir en una casa natural.
-¿Y que más brinda?
Esto es una alternativa social también. Tenemos un gran déficit de vivienda, en el país y en Tandil en particular. Si el Estado ayudara y fomentará en el asesoramiento a las personas que quieran hacerlo, sería diferente. Otra de las grandes ventajas de la construcción natural es que puede participar toda la familia del proceso. Siempre tiene que haber una persona idónea que lleve adelante el proceso.
-¿Cómo es el proceso en sí?
-Lo primero que se busca es aprovechar lo que tiene en el terreno que va a construir. Todos los pozos que se hagan, es material que sirve. Lo que sirve es la segunda capa de tierra, no la primera. Tiene que ser una tierra arcillosa. Se le hacen pruebas para ver qué cantidad de arcilla tiene y si hace falta agregarle arena y en qué proporción. Eso se hace deja en agua con bosta y se mezcla con rastrojo. Con eso se hace la estructura. Se pueden hacer ladrillos. Y todo eso se rellena con revoque fino y grueso. Hay varias técnicas.
-¿Es complejo adquirir el conocimiento?
El conocimiento del manejo del barro es fácil de adquirir. Yo no tenía ningún conocimiento y por mi búsqueda particular me especialicé en el tema. En la parte de construcción específica si hace falta alguien idóneo para que la casa tenga una buena estructura.
-¿En Tandil cómo estamos en el tema?
-En 2008, no había casas en la zona urbana de estas características. Hoy, hay más de 100 casas en la actualidad. También mucha gente que no se ha animado a hacerlo por el problema legal, el tema de la ordenanza.
-¿No hubo avances en el tema?
-Para nosotros el tema sigue estancado porque no tenemos respuesta. La última reunión con el secretario de Obras Públicas, Roberto Guadagna, que fue en abril del año pasado, que llevamos toda la información que teníamos y además todas las ordenanzas de todas las ciudades que ya lo aprobaron como Mar del Plata, Ayacucho, Bahía Blanca y demás, me dijeron que lo tenían que estudiar y que nos iban a llamar para pulir la ordenanza, pero nunca tuvimos respuesta.
-¿Que permitiría la ordenanza?
-La ordenanza permitiría muchas cosas, como por ejemplo un crédito bancario o un final de obra. Yo puedo vivir igual en mi casa, pero el día que quiera vender la casa o si necesito por algún trámite una habilitación que pida un final de obra, estoy limitado. También es muy interesante para el turismo, hay muchos lugares que tienen este atractivo.
-Es necesario que se brinde este reconocimiento….
-El Municipio nos debe reconocer y se tienen que sacar el miedo de que esto no genera pobreza o indigencia. Esta el concepto de que la casa del barro es igual a pobreza. Cuando se dejaron de hacer en los años ´40 del siglo pasado fue porque vino el cemento, eso era la modernidad. Las casas de barro se abandonaron y quedaron como los ´ranchitos´. La indigencia y la pobreza no pasa por el material, sino por las posibilidades de las personas. ¿Para qué está el Estado? Para resolver el problema de la gente. Y el tema de la vivienda es un problema.
-¿Es un cambio que se ha dado de un momento a otro?
-Mi idea de transmitir en el lugar es recuperar el legado de los pueblos originarios. Los pueblos originarios después de 500 años empiezan a recuperar su identidad y a transmitir también ellos. Es un proceso histórico, de recuperar eso. También es una necesidad, lo del cambio climático nos está poniendo las luces de que despiértense de que esto se acaba. Además la conciencia de la gente joven, eso genera un cambio que va a tomando su tiempo.