Con la educación ecológica e inclusiva como bandera, se realizó el tercer festival del colegio “Nuestra Tierra”

Con una fiesta a todo color para reivindicar los pilares fundamentales de la escuela -educación ecológica e inclusiva y filosofía cooperativa- el viernes 8 se realizó el tercer festival “Nuestra Tierra”.

La jornada que se presentó soleada y con una temperatura agradable resultó ideal para disfrutar de una tarde en familia y con amigos. 

La festividad organizada por la asociación civil que lleva adelante el proyecto institucional fue abierta a toda la comunidad y contó, desde las 17 horas, con la participación de diversos artistas musicales. 

Sobre el inicio, la presentación de la agrupación ganadora de la Farándula 2023 -“Lyrameykos”-, integrada por egresados de este establecimiento educativo junto a alumnos de la Escuela Nacional Ernesto Sábato y de Ayres del Cerro, se convirtió en el centro de todas las miradas. 

Durante el encuentro que se extendió hasta pasadas las 22 hubo además feria de emprendedores y baratillo de ropas, juguetes, libros y accesorios; actividades lúdico educativas para los más chicos, como taller de stencil con tintes naturales y juegos de kermés, diversos sorteos y servicio de cantina. 

“Éste fue el tercer festival, pero fue el primero que llevamos a cabo de manera un tanto diferente a las anteriores”, contó Carmen Escudero Leoz, mamá de dos alumnas y tesorera de la asociación civil “Nuestra Tierra”.

“En los festivales anteriores el centro era el escenario; de hecho el festival del año pasado fue en el Anfiteatro. Éste, en cambio, se realizó en el colegio y, por lo tanto, fue una especie de festival feria”, amplió ante la consulta de El Eco de Tandil. 

“Si bien había un escenario en el centro -graficó-, se ofrecieron distintas actividades recreativas destinadas especialmente a las infancias, como maquillaje artístico y taller de malabares y se distribuyeron mesitas para que puedan dibujar”.

“Fue un evento social y recreativo, muy orientado a la parte ecológica, que es uno de nuestros pilares”, sintetizó.

Pioneros en educación ecológica

“El objetivo fue que la comunidad nos conozca”, dijo esta mamá orgullosa de formar parte de una institución en la que “se fomenta que los chicos y las chicas se ayuden entre sí y se les enseña que todo es mucho más fácil si se hace entre muchos”.

“En este colegio somos pioneros en educación ecológica”, aseguró y explicó que “por eso en la feria de artesanos, además de exponer los emprendimientos de las familias del colegio, hubo proyectos muy amigables con el ambiente, como granja La Tandilera, que fue con verduras y huevos orgánicos; Harta Pacha, que fabrica bolsos con material de pelopinchos, y Silvina Montero, que concurrió con sus plantas nativas”.

Del evento participaron también distintas organizaciones de la ciudad que llevan adelante proyectos puramente vinculados a la ecología, como la asociación civil Punto Verde, que trabaja por el cuidado del medio ambiente; Custodios del Territorio, que realiza acciones en pos de la conservación del entorno; Camila Lorusso con su proyecto Despertando Naturaleza, y las promotoras ambientales del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). 

El ingreso fue libre y gratuito, sólo se solicitó la colaboración de los asistentes con un alimento no perecedero, que fue destinado al Banco de Alimentos de la ciudad. 

Según estimó Escudero Leoz, “durante toda la jornada circularon al menos 500 personas por la escuela”. 

A la institución asisten alrededor de 400 alumnos, repartidos entre los niveles Inicial, Primario y Secundario. 

“Hacer con el otro”

Ubicada en la calle C. Christian Mathiasen 481, en medio de un hermoso entorno natural, la escuela “Nuestra Tierra” (NT) ostenta un proyecto bien definido y original en la ciudad, basado en tres pilares: educación ecológica, educación inclusiva y filosofía cooperativa.

Sobre el primer punto, Escudero Leoz precisó que “la educación ecológica está vinculada más que nada al acercamiento a la naturaleza. Especialmente en jardín y en primaria, el aula es el afuera: los chicos pasan todo el tiempo posible en el patio”. 

Para llevar a cabo esta premisa -explicó-  se utiliza una técnica de educación denominada Educación Ecológica en el Patio de la Escuela. Esa técnica se basa en un sistema de indagación: se plantea una pregunta y los chicos, a través del método científico, indagan en la respuesta”. 

“El objetivo es que los chicos y las chicas se acerquen a la naturaleza y la valoren. Porque lo que uno valora lo cuida, y ahí es donde se produce el aporte a la ecología”, señaló la tesorera de la asociación civil.

En cuanto al segundo pilar, referido específicamente a la inclusión social, Escudero Leoz refirió que “con educación inclusiva no nos referimos solo a la discapacidad, sino a todas las personas. Nosotros promovemos la idea de que todos somos distintos y que todos somos valiosos y que, por lo tanto, es muy importante valorar las diferencias”.

“Por eso es que tenemos una sola división por curso, compuesta por hasta 28 chicos y chicas. Que el grupo sea pequeño nos permite poder acompañar realmente a cada uno y a cada una en sus necesidades, sean cuales sean”, comentó.

Finalmente, sostuvo que la filosofía cooperativa se aplica a través del trabajo en grupo y en el marco de un proyecto educativo colectivo. 

En este punto, indicó que “no se fomenta la competencia y sí en cambio se fomenta que los chicos se ayuden entre sí. Además se les enseña que todo es mucho más fácil si se hace entre muchos”.

“Esa es una de las cosas que a mí más me gusta como mamá”, dijo Escudero y cerró: “siempre digo que soy una privilegiada porque tengo la posibilidad de ir a un lugar a hacer con el otro mucho más que lo que podría hacer yo sola”.

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