MAS DE 25 ESPACIOS ABRIERON SUS PUERTAS
Con importante fusión cultural, un abanico de lenguajes artísticos inundó la ciudad en la Noche de los Museos
Fueron exactamente 26 espacios los que abrieron sus puertas desde las 19 y hasta la medianoche. Público de todas las edades recorrió el abanico de propuestas y se conectó a través del arte, celebrando el regreso de este evento, que por la pandemia había quedado en suspenso. La emoción de habitar cultura.
Anoche, desde las 19 y hasta la medianoche, la ciudad se tiñó de cultura con 26 espacios que brindaron dinámicas de muestras, talleres y actividades en el marco de la Noche de los Museos. Centros culturales, galerías, museos, instituciones educativas y diversos espacios de la ciudad abrieron amplia y coordinadamente sus puertas al público, luego de un año de ausencia, con entrada libre y gratuita, un cronograma muy nutrido de propuestas y justos protocolos de cuidado.
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“Lo que hace muy especial a esta edición es simplemente poder realizarla, lo que demuestra un contexto sanitario más favorable, resultado de todos los cuidados que hemos tomado y es como un premio estar hoy (por ayer) viviendo una nueva Noche de los Museos”, reflexionó la directora de Cultura, Micaela Saconi,
De esta manera, el sábado a la noche resultó ideal para emprender distintos tours por los puntos estratégicos, muchos ubicados dentro de las cuatro avenidas, pero también con varias opciones a lo largo y ancho de Tandil.
Así fue que varias personas, solitarias, en grupo, familias con chicos, jóvenes y adultos se armaron los recorridos en base a sus intereses y visitaron los distintos sitios disponibles, incluso en la localidad rural de Gardey.
Como expresó Saconi, de alguna manera están todos conectados entre sí por generar una programación a la par. “Genera alegría y emoción ver semejante movimiento, poder estar otra vez en la calle y habitando los espacios culturales, disfrutando de las novedosas e interesantes propuestas”, celebró.
Pluralidad de lenguajes artísticos
Uno de los puntos álgidos de la jornada se experimentó en los alrededores de la Plaza del Centro, con gran convocatoria en el Mumbat, los Jardines del Municipio, espacio Beirut, el Museo del Libro en la Biblioteca Rivadavia y una intervención ambulante de la Facultad de Arte de la Unicen que se realizó en la zona de la Escuela 1"Manuel Belgrano" y la Plaza Independencia.
Puntualmente el Museo Municipal de Bellas Artes (Mumbat) fue locación para expresar una diversidad de lenguajes artísticos, que más allá del patrimonio propio, las exposiciones de pintura, escultura y fotografías habituales, contó con música y danza en vivo, proyección de imagen y una propuesta interactiva donde el público fue creando sus propios collages.
Como primer paso, la fachada del Museo ofició de pantalla donde se reprodujo mediante la técnica del mapping una ondeante figura de aguas dejando entrever la estética de los conventillos, su universo, habitantes, costumbres, identidades.
A la escena se sumaron personajes netamente locales y, girando hacia los Jardines del Palacio Municipal, se apreció otro mapeado inspirado en la milonga porteña, con tinte surrealista.
Ya en su interior, el Mumbat desplegó tres escenarios, uno de ellos en el salón central, donde figuras de la música ciudadana tandilense como Horacio Morrone y Susana Romero en voz, acompañado por Roberto Matti en bandoneón, ofrecieron una velada que dio pista a los bailarines Karo Pizzo y Alejandro Lazzaro.
Fue allí donde se hizo presente, alrededor de las 20.30, el intendente Miguel Lunghi, quien no se quiso perder la propuesta y, justo cuando terminaba de sonar “Naranjo en Flor”, pidió un tema más, así que con gusto los artistas entonaron el tango “La otra copa”.
Enormes conjugaciones se entrelazaron en ese espacio y público de todas las edades pasó a disfrutar, el desfile de gente no mermó hasta la hora de cierre y la aceptación fue notable.
Mirar por las rendijas
Además de los arriba mencionados, también abrieron sus puertas el Museo Histórico Fuerte Independencia, el del Ejército Argentino, el de Vehículos de Época, de los Deportes, el de Malvinas en Gardey y el de Arte Religioso.
Así también lo hicieron la Casa de la Cultura, la del Gerente, el Palacio Municipal, la Casa de la Palmera, el Centro Cultural La Compañía, Espacio Nido, Huarte, la Incubadora de Arte, Dalila, el Conservatorio de Música “Isaias Orbe”, La Escuela de Cerámica 2, el IPAT y Polivalente de Arte; el Anfiteatro Municipal y el Centro Cultural Arte y Parte.
Como se puede advertir, el abanico de ofertas fue súper amplio en la noche de Tandil, con más de 25 lugares como sedes del arte y la cultura. En el recorrido que realizó El Eco de Tandil, también se pudo destacar lo que sucedió en el Taller El Suri, de la mano de Cecilia Pagliaro y Mariana Hoffmann, con la muestra “Cartografía intangible de un silencio”.
Allí, las artistas apostaron precisamente a señalar lo impalpable y lo concreto, andando siempre con la intención de investir con la categoría “artística” aquellos derroteros alternativos, ajenos a la tradición.
“Buscamos en esta acción fortuita, más profana un ‘aura’ que puede brillar en lugares y objetos inesperados, de manera fugaz”, señalaron.
Desde la puerta hasta el interior, armaron un derrotero con la secuencia de pegatinas que hace tres meses Hoffman plasma sentidamente a la intemperie de la urbe y así también los mapas de Pagliaro.
Vale destacar que ahí también se pudo encontrar una muestra de grabados “En proceso” de María Cieri y la presentación de la revista de la Sociedad de Grabadores Xylon, considerando que octubre también es el mes del grabado.
En una de las paredes de la sala/taller, las artistas plasmaron: “El espacio es el que contiene nuestra mirada, geografía, cuerpo, cartografía, territorio, es la metáfora la que sopla, para no detenernos. Tu decir es parecido al mío. Mira por las rendijas”.