Con foco en el control de cumplimiento normativo, avanza la nueva ordenanza de aplicación de agroquímicos
El borrador fue presentado a la Comisión de Trabajo, Producción y Medioambiente por el concejal Ariel Risso. Bien recibido por sus colegas, decidieron comenzar a pulir el documento. “No vamos a cambiar el sistema productivo actual, porque está permitido”, anticipó el edil. Si bien no especificaron los metros a considerar para las fumigaciones, aseguró que irán en línea con lo que establecen desde Provincia.
Luego de varios meses de intenso trabajo, con más de 30 reuniones escuchando a los diferentes sectores involucrados directa e indirectamente con el tema, la Comisión de Trabajo, Producción y Medioambiente ya cuenta con un borrador sobre el cuál avanzar para configurar un nuevo proyecto de ordenanza de Aplicación de agroquímicos en el partido de Tandil.
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El documento fue presentado a sus colegas por el concejal por el Frente de Todos, Ariel Risso, quien precisó que en primer término resultó clave definir hacia dónde encaminarse y el enfoque la discusión. Allí consensuaron que no apuntarían a cambiar el sistema productivo, sino que harán hincapié en las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) con respecto a las aplicaciones y reforzarán lo que refiere al control de su cumplimiento.
Asintió que la demanda social para tratar esta regulación es notable y que la normativa vigente “es muy permisiva”, porque básicamente dice que solamente se impide de aplicar en área urbana. De todas maneras, no especificó los metros que asignarán a la limitación de las aplicaciones, ya que como otros aspectos, se irán puliendo con el avance del trabajo conjunto.
De todas maneras, anticipó que irán en línea con lo que establece Provincia, además de incorporar lo que refiere a “amortiguamiento”, que en la actual ordenanza “quedó obsoleto”. El edil aseguró que no faltaría tanto para que el proyecto tome forma y busque la aprobación. “Estamos en etapa definitoria”, dijo.
Sin control no hay política pública
Risso en primer término señaló que han conversado y escuchado a prácticamente todos los sectores vinculados de alguna manera a la cuestión de las fumigaciones, desde las agrupaciones ambientalistas como la Junta Vecinal por un Ambiente Saludable, la gente de Bios Argentina nodo Tandil, aplicadores, ingenieros agrónomos, apicultores y hasta a educadores y médicos endocrinólogos.
Sostuvo que se han mantenido bastante más de 30 reuniones como para saber dónde están parados y entender lo que irían a discutir como concejales, además de comprender las necesidades de cada uno de los actores.
“Está claro que no vamos a cambiar el sistema productivo que actualmente tenemos en el país, la provincia y en nuestro distrito, porque hay una legislación que lo permite y porque hay organismos de control que así lo avalan, caso Senasa o de INTA”, explicó.
Definir esto resultó clave para centrarse en lo que apuntarían desde la Comisión, así, reveló que lo que discutirán y a lo que tratarán de darle un marco de control mayor es a las aplicaciones basadas en las BPA. Reconoció que esto surge a partir de la demanda de vecinos que denunciaron que se estaban haciendo mal las cosas y planteó que “si no se controla no se puede llevar a cabo ninguna política pública.
“Lo primero es el control porque como Bloque nos paramos en que la situación del Municipio en cuestión de medioambiente es muy pobre”, sostuvo el concejal del Frente de Todos, refiriendo a que si bien existe una dependencia específica con un titular, no tiene competencia para habilitar o controlar este tipo de acciones, ni cuenta con personal para eso.
A conciencia de la situación compleja que se atraviesa, Risso aseguró que no pedirán una gran ampliación ni toma de gente, pero sí poder contar con un ingeniero agrónomo para que sea la autoridad de aplicación, con auxiliares como para poder garantizar la eficacia de ese control.
Metros y barreras naturales
Por otro lado, indicó que en el borrador que presentó está “bastante aggiornado”. “Hoy lo que dice la ordenanza vigente para la aplicación de agroquímicos es muy permisivo, porque no permite aplicar en el casco urbano o a menos 150 metros de escuelas rurales”, dijo y explicó ciertas particularidades que se dan por ejemplo con la entrada a Cerro Leones que es un línea de circunscripción, donde para la derecha en este caso empieza el campo y ya mismo se puede fumigar. “No está prohibido”, destacó.
Entonces, en este nuevo proyecto lo que se plantea son algunos metros de exclusión, aunque dijo que recién podrán especificar cuántos cuando salga por consenso. Aseguró que la propuesta es muy superadora y se referirá al ejido urbano de Tandil, las localidades rurales y los establecimientos educativos, entre otros.
Además, anticipó que incorporarán lo que refiere a barreras naturales, que son básicamente árboles de un determinado crecimiento para que sirvan de reparo o muro forestal ante los productos.
Por lo tanto, repasó que más allá de los metros de exclusión, que adelantó no tendrá grandes modificaciones sino que irá en lína con lo que propone la ordenanza provincial, también reforzarán lo que consideran “amortiguamiento”, que en la regulación vigente “quedó obsoleto”, y ahora permitiría el uso de un agroquímico de menor toxicidad conocido como de banca verde. “Prácticamente no es nocivo para la vida en general”, respaldó.
Así como mencionó la sintonía con Provincia para la cuestión de la distancia de exclusión, también se amoldarán a esta legislación para enfocarse en el manual de BPA, apelando a los beneficios impositivos para los productores que la cumplan.
Etapa definitoria
Volviendo el foco al rotundo control que proponen, detalló que la intención también es poder empezar a elaborar registros de cuántos aplicadores hay en Tandil, qué mosquitos (máquinas de aplicación) tienen y si cuentan con VTV; así como que haya un listado de dónde se va a aplicar, quién lo va a hacer, en qué horario, a qué lote le toca y qué corresponde aplicar en el mismo.
Asimismo, apuntan a la capacitación permanente para los aplicadores, que de paso destacó el hecho que a raíz de este trabajo comenzaron a agruparse e incluso ya se reconocen como una asociación. “Fue muy positivo para ellos, porque son trabajadores y es importante que tomen conciencia porque tienen una gran responsabilidad”, dijo.
Rescató que el Colegio de ingenieros agrónomos también tiene una mirada “hacia una matriz más ecológica”, percibiendo que hay una idea que van en ese camino.
Finalmente, estimó que no faltaría tanto para contar con esta nueva ordenanza si se considera el tiempo que se la viene trabajando. “Estamos en la etapa definitoria”, aseguró, aunque no es posible aventurar un plazo aún. Mientras, celebró que los demás integrantes de la Comisión de Producción, Trabajo y Medioambiente lo vieran con buenos ojos, ya que se trata de un borrador “bastante integral” que claramente tendrá ajustes.