Con el derecho a la tierra como puntal, Mujeres sin Techo adquirió 96 lotes para construir nuevas viviendas
La asociación civil encabezada por "Cacha" Cena y Mirta Piqueras concretó la compra de un predio ubicado en 12 de octubre, Vélez Sarsfield, Suipacha y Avenida Cabildo, para dar lugar a un nuevo barrio. La ONG sigue haciéndole frente a la ausencia de políticas públicas que generen terrenos aptos para el bolsillo de los trabajadores.
Desde hace once años, la ONG “Mujeres sin Techo” se ocupa de ofrecer soluciones habitacionales a los vecinos de Tandil y una vez más la entidad comandada por Stella Maris “Cacha” Cena y Mirta Piqueras, hizo gala de su capacidad de su gestión al firmar la compra de un predio de 96 lotes que dará lugar a un nuevo desarrollo urbanístico.
Recibí las noticias en tu email
Es que días pasados , “Cacha” Cena rubricó la escritura del macizo emplazado en 12 de octubre, Vélez Sarsfield, Suipacha y Avenida Cabildo, donde casi un centenar de familias tendrán la oportunidad de acceder a la casa propia.
Esto fue posible gracias al aporte que ya venían haciendo los interesados, que lograron completar la mitad del pago total y abonarán el resto en 22 cuotas fijas mensuales. Luego se abocarán a llevar adelante las obras de infraestructura y servicios, que permitirán encarar la construcción de las viviendas.
“En función de los derechos hay mucho para avanzar y por luchar. Hace años que pedimos tierras accesibles al bolsillo de la gente y en cuotas pagables para los trabajadores”, consideró Mirta Piqueras al hablar con el programa “Informadísimas” (Eco TV y 104.1 Tandil FM), y no dejó de lado que en más de una década la situación habitacional en Tandil no cambió demasiado. Al contrario, se generó un cuello de botella y se inflaron los precios del mercado inmobiliario –un terreno puede llegar a costar 30 mil dólares-, con cifras inalcanzables para los salarios promedios.
La gestión como antídoto a la emergencia habitacional
Así, de a poco, desde la asociación civil fueron embarcándose en diferentes proyectos que resultaron exitosos y dieron cuenta de la crisis de la vivienda en la ciudad. Tanto es así que tienen lista de espera para futuros proyectos. La fórmula es sencilla: organización colectiva y gestión.
“Hay una gran demanda habitacional en nuestra ciudad, no somos la única organización pero ninguna puede cubrir la escasez de terrenos y planes de obra”, se lamentó.
Y agregó: “Los proyectos se pagan. Cuando se da la posibilidad la gente trabajadora cumple, paga y las obras se hacen posibles. Lleva tiempo, pero queda la tranquilidad de que se va a poder tener un lote en condiciones”.
Mirta atiende desde su teléfono particular todas las consultas al respecto y no dudó en compartirlo para que quienes deseen averiguar sobre los proyectos de Mujeres sin Techo, se comuniquen con ella al 249-154 218764. Una de las condiciones básicas para anotarse es no poseer la titularidad de ninguna propiedad si se desea acceder a la vivienda única familiar.
Los otros proyectos en marcha
Además, en este momento tienen en marcha un proyecto de lotes con servicios en Nigro y Chapaleofú, donde en un predio de 48 parcelas se están ejecutando las obra de infraestructura pertinentes. “El sacrificio lo hacen las familias, no recibimos aportes del Estado”, detalló.
Y también siguen avanzando con 12 casas que quedan por entregar del barrio que la institución levantó en Estrada y 12 de octubre. En rigor, el proyecto total contempla 97 unidades habitacionales, de las cuales se entregaron 49 en 2018, 12 el año pasado y restan otras 36, entre las que se incluyen esta docena de casas, que están casi listas. Asimismo, Piqueras afirmó que ya se presentó la documentación para continuar con las 24 unidades que completarían el desarrollo urbano.
La falta de políticas públicas
Por último, se refirió a la toma de tierras y la vacancia estatal frente a esta problemática, un tema que a nivel local siempre está vigente y parece no alcanzar una solución de fondo.
“Hay gente que con su sueldo no accede a nada, ni a los alquileres, entonces lo fundamental es que haya política públicas. El Estado tiene que ser un facilitador y que esa gente no tenga necesidad de usurpar. No creo que a nadie le guste hacerlo, llevar a vivir a su familia en condiciones de extrema vulnerabilidad, ni cargar con una causa judicial. Hay que generar estas condiciones para que todos acceden a terrenos y viviendas dignas”, cerró con convicción.