Con demanda exponencial de alimentos y redoblando esfuerzos, el CDR afronta los desafíos de la cuarentena
La intención era poner de pie la estructura del Centro de Referencia, pero ahora deben atajar otras urgencias. Acercar alimentos y ayuda a unas 2.500 personas. Mediante un Comité de Crisis se proponen llegar a los ocho barrios y apelan a las donaciones. Según Carrillo, cuando pase la cuarentena tendrán la oportunidad la transformar las raíces que generar la injusticia.
Hace apenas un mes Nicolás Carrillo asumía al frente del Centro de Referencia local (CDR) y, si bien sabía que lo esperaban grandes desafíos, la llegada de la pandemia del Covid-19 generó una reorganización de prioridades, a la vez que puso al descubierto la carencia de políticas públicas con que venían trabajando.
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Apenas a los primeros cinco días de haberse dictado la cuarentena preventiva, social y obligatoria ya notaron un crecimiento exponencial de la demanda de necesidades.
¨Claramente esta delegación del Ministerio como muchas otras no tenía ejes de políticas públicas para dar respuesta a la creciente vulnerabilidad ejercida durante el Gobierno anterior, por lo tanto no se le daba prácticamente tarea a los trabajadores¨, analizó el titular.
Asimismo, como adelantó el pasado 4 de marzo al aceptar el nuevo cargo, se encontró con una estructura deteriorada, sin computadoras y hasta un mal funcionamiento de la corriente eléctrica. Estas cuestiones hicieron que desde un principio se ponga el foco en trabajar para ¨realmente reparar la desigualdad creciente que hubo en el país¨.
Tal como planteó, a pesar de no haber habido desborde social, tampoco se ha logrado superar ese piso ¨enorme¨ pobreza abarca a un 25 por ciento de la población. ¨Eso solamente se puede solucionar generando trabajo y ese era el objetivo que veníamos a cumplir antes de que surja la pandemia y el aislamiento¨, explicó.
Cambio de escenario
Allá por su asunción, Carrillo anticipó que la estructura de la oficina del CDR se dejó venir abajo, la ausencia de recursos y de tareas habituales para las 13 personas que conforman el equipo de trabajo. También había referido al vaciamiento de políticas públicas que sufrió la dependencia.
Ante ese contexto, se había propuesto como prioridad poner en pie los activos que tiene el estado, “que son importantes para salir a trabajar con la población que más lo necesita”, esperando el desarrollo que también desde Nación planeaban para estos sectores.
En consonancia hizo alusión a la Ley de Emergencia Alimentaria y su viabilidad a través de la tarjeta AlimentAR. “Esa sería una medida muy urgente que nos pone de cara a trabajar por la población”, ratificó.
Pero, el escenario cambió sobre la marcha y se han visto en la necesidad de afrontar otra urgencia, lo que generó que deban redoblar los esfuerzos.
¨El Presidente asumió con una pobreza que, ante esta situación, probablemente esos índices crezcan porque ahora la gente requiere de mucha más ayuda¨, planteó haciendo referencia a que muchos que podían sostenerse con changas ya no las tienen.
Por otro lado mencionó a los que tenían trabajo no registrado, monotributistas y otros que también sufrirán la caída de la actividad económica y, por ende, requerirán de acompañamiento. ¨Es muy duro¨, aseveró.
Asistirán a 2500 familias
En los primeros cinco días de aislamiento ya notaron un crecimiento exponencial de la demanda de necesidades muy básicas, como es la de alimentos. ¨Empezó a faltar en muchas casas y eso siguió creciendo¨, aseguró.
Celebró, en ese aspecto, la reacción inmediata del Gobierno, aguardando que la Tarjeta AlimentAr comience aplacarse en la ciudad en los próximos días.
A raíz de todas estas urgencias y viendo que la curva crecía notablemente, requiriendo una respuesta rápida, fue que plantearon al Municipio y otros organismos crear un Comité de Crisis. Mediante esta conformación de la que participan distintas organizaciones y ONGs de la ciudad, ya están trabajando en los ocho barrios de Tandil, mientras arman grupos de trabajo que puedan acercar ayuda.
Según informó, de esta manera asistirán a unas 2.500 familias, mientras que desde la Comuna también alcanzarán a una población igual o mayor. ¨Ese es el trabajo de los próximos 15 días¨, indicó.
Dar y recibir ayuda
¨Estamos cien por ciento de acuerdo con el aislamiento, pero sabemos que para esa sociedad hay que garantizarles mínimas condiciones de vida para que se puedan quedar en su casa¨, sostuvo, enumerando los alimentos, el gas y los elementos de higiene.
Reveló que la gente se acerca a consultar porque tiene dudas todo el tiempo, pero que tiene necesidad de alimentos más que de información. Entonces, como necesitan contar con dinero para eso, preguntan sobre las fechas de cobro de las jubilaciones, asignaciones y comportamiento de los bancos, o si corresponden o no ciertos beneficios.
Ante esto, mencionó que como los trabajadores estatales tampoco están trabajando en su totalidad para la lógica general de la cuarentena, el estado funciona a media máquina como para responder muchas dudas sobre los programas y beneficios. ¨Estamos haciendo el máximo esfuerzo para que las noticias lleguen¨, garantizó.
¨El estado Nacional siempre refuerza y nosotros estamos trabajando mucho, pero la demanda se duplicó¨, contó. Así que, para poder seguir este plan de ayuda, solicitan la colaboración de la sociedad que se pueda acercar a la sede de Alem 874 con donaciones. Las mayores demandas apuntan a alimentos y elementos de higiene para poder sobrellevar esta situación de aislamiento y cuidados.
Transformaciones postpandemia
Una vez que esto pase, consideró que el resto del año será muy duro y difícil con crecimiento de la pobreza en Argentina, pero que a la vez los pone ante un desafío mayor.
¨Nosotros a estas situaciones sociales de vulnerabilidad las veníamos abordando y ahora tenemos que poner en crisis todos los paradigmas de la política¨, advirtió, asimilando que es inconcebible que en Argentina haya millones de pobres, o que en Tandil haya cinco mil familias que reciben la Asignación Universal porque no tienen trabajo y cuatro mil que reciben alimentos.
¨Tenemos que modificar esa estructura, hay que pensar en el trabajo de esa población, de garantizar una vivienda digna, en mayores pisos de igualdad y que la política tenga una preocupación real por este sector¨, plantó, exponiendo la necesidad de que no se evada más la discusión sobre la indigencia y la pobreza.
Más allá de comprender que se estará ante una situación muy dura, también lo ve como una oportunidad ¨de transformar las raíces que generar la injusticia¨.