Con comidas típicas y música se realizó con gran éxito la 6ta Feria Gastronómica de las Colectividades

Con gran éxito se llevó a cabo una nueva edición de la Feria Gastronómica de las Colectividades, el evento en el que los grupos de los diferentes países comparten con el público en general lo mejor de sus comidas típicas.

Desde la organización destacaron la buena convocatoria –hubo gente durante toda la jornada- así como las ventas en los distintos stands, mucho de los cuales agotaron la mayoría de los platos que ofrecieron. Panchos alemanes con chucrut casero, chistorra vasca, pletzalej de Israel, tortilla española, bondiola al oporto portugués, chipa paraguayo, medialunas de nuez croatas y muchas otras exquisiteces.

“La verdad que es un éxito total. Los vecinos y las vecinas siempre acompañando, y seguramente haya gente de la zona. Estamos muy contentos. Para nosotros es muy grato poder compartir esto con toda la gente”, compartió Germán Menacho, presidente de la Unión de Colectividades.

Fue dicha entidad la que volvió a promover una nueva edición del evento que ya se instaló en la agenda cultural de la ciudad y en el que cada año convoca a un número mayor de personas. Desde poco antes del mediodía hasta las 19, el Jardín de la Paz –a los pies de la arcada del Parque Independencia.

El público se hizo presente desde temprano y muchos concurrieron con sus reposeras y mesitas a pasar la tarde. Doce colectividades participaron de la 6ta edición de la Feria, y algunas compartieron también números de baile y musicales típicos.

“Estamos más que satisfechos. Hay una variedad, un mundo de sabores”, señaló Menacho sobre la diversidad de propuestas de cada una de las colectividades. Estas se preparan con mucho tiempo de anticipación y entusiasmo para poder compartir sus mejores platos con la audiencia. “La gente fue dándose su tiempo para ir probando todo”, sumó el presidente de la organización.

De cara al futuro, la Unión de Colectividades confirmó recientemente que el próximo 21 o 22 de septiembre llevarán a cabo una nueva edición de la Fiesta en la que confluyen los referentes locales de cada uno de los países. 

“Este año se va a redoblar la apuesta porque hay colectividades que quieren venir de diferentes partes del país a participar a Tandil. Así que para nosotros, que nos tengan en cuenta y que estén tan pendientes de nuestras actividades es un honor “, celebró Menacho.

Vino en bota y chorizo colorado

El Centro Gallego de Tandil concurrió a la Feria con un stand en el que podía leerse “España” en su cartelería principal.

Lorena y otras cuatro mujeres llevaron adelante el puesto en el que ofrecieron sándwiches de chorizo colorado, tortilla, bocadillos, rosquitas y otros platos que se agotaron durante la jornada.

“La mayoría de nosotros trae de familia la tradición por la comida, de nuestros abuelos y nuestros padres. Y tratamos de mantener eso dentro de lo que se pueda, acá.”, contó Lorena.

“La idea del Centro Gallego es justamente eso, poder juntarnos y compartir entre todos esas tradiciones que traemos de antes”, sumó.

Sin embargo la atracción y el desafío principal para todo aquel que pasaba por el stand de España, fue el de probar un auténtico trago de vino en bota, una de las tradiciones más arraigadas de la cultura gallega.

Entre chistorras y bailes típicos

Otra de las colectividades presentes en la Feria fue la del Centro Vasco de Tandil. Institución de larga tradición en la ciudad, concurrieron al evento con una mesa en la que preparaban –en el momento, sobre una sartén al fuego- chistorra, carne de cerdo condimentada, envuelta en omelette y que se sirve en pan.

También llevaron pastel vasco, que se trata de una masa salada rellena con crema pastelera, y unos pinchos con jamón crudo y otros ingredientes. La chistorra fue la estrella de la tarde y el plato vasco más elegido por el público.

Los integrantes de la colectividad destacaron el trabajo realizado para concurrir con todo preparado para el puesto. En la sede del Centro Vasco –contaron- se encuentran comenzando las actividades del año tras el receso de verano, y en breve iniciarán los talleres de baile, coro, música y eusquera.

La colectividad viene participando desde ediciones anteriores en la Feria Gastronómica, y destacaron que durante la jornada registraron una mayor presencia de público, así como de consultas y ventas en los stands.

Lo que viene de la casa materna

Catalina, Emilia, Elsi y Eva fueron las representantes del Centro Israelita de Tandil. Durante la tarde, poco quedaba de la mesa que habían preparado con leicaj –budín de miel-, pletzalej – un sándwich con pepino agridulce y pastrón-, knishes, tortas de miel y nuez, torta de chocolate y ciruelas y mucho más. 

“Nos lleva mucho tiempo, es comida elaborada”, contaron. “Hay que comprar las cosas y después nos dividimos las actividades”, sumaron.

“Esto viene de nuestra casa materna. Es todo lo que aprendimos de nuestras abuelas y madres. Es algo que venimos arrastrando desde que éramos chicos, cuando se cocinaba para las festividades”, precisaron.

La propuesta israelita, concluyeron, comienza a consolidarse de cara al público, y muchos de los que se convocaron al jardín de la paz se acercaron al stand para pedir especialmente algunos de sus platos típicos.