Cientos de personas marcharon contra la legalización del aborto y a favor de la vida desde la concepción

“Pesa menos en tus brazos que en tu conciencia” fue uno de los contundentes mensajes que buscó dar a la sociedad y principalmente a las embarazadas que consideran la alternativa de abortar el grupo de personas que se manifestó ayer por la tarde contra la despenalización del aborto.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa marcha se dio en el marco del Día del Niño por Nacer, que se celebra todos los 25 de marzo y en consonancia con el resto del país, cientos de personas se movilizaron en Tandil contra la despenalización del aborto con el fin de defender la vida desde la concepción.
Alrededor de las 17 la multitud se congregó en la Plaza de los Troncos, situada en Santamarina y Belgrano, desde donde marcharon hacia la Glorieta de la Plaza Independencia.
Una 1500 personas se encolumnaron detrás de la leyenda “Tandil defiende la vida” y se movilizaron por Belgrano hasta la Plaza Independencia, donde se llevó adelante el acto central.
Un grupo de niños con globos celestes y mensajes como “Vale toda vida” o “que vivan los dos” caminaron delante de la multitud, mientras que diversas pancartas resumían el motivo de la manifestación.
“Tengo seis semanas, tengo derecho a vivir”, “El aborto discrimina”, “La vida no se debate, se defiende”, “Los hospitales son para dar vida, no para matar”, “Un aborto detiene un corazón que late”, “Tengo 8 semanas, estoy creciendo, quiero nacer”, “Pesa menos en tus brazos que en tu conciencia. No lo abortes. Sí a la vida” eran algunos de los mensajes que se podían leer en los carteles.
Algunas de las leyendas de algún modo buscaban dar argumentos contrapuestos a los que dan las agrupaciones que defienden la legalización del aborto. Por ejemplo, “no es tu cuerpo, es tu hijo”, en contraposición a la frase “es mi cuerpo, yo decido”. También “cuidemos las dos vidas”, en referencia al conocido “Ni una menos por abortos clandestinos”.
Muchos con globos celestes, otros con banderas azules con la frase “Dejame vivir”, y otros sosteniendo una inmensa bandera argentina con la leyenda “Vamos por la Vida” hicieron escuchar su posición sobre el tema que se está debatiendo en el Congreso.
El más terrible
genocidio
Julieta Bosch, la coordinadora de la agrupación Más Vida Tandil, expresó que “Tandil se une a otras 203 ciudades en este reclamo común, somos la voz de los que no tienen voz, que se escuche fuerte y claro que defendemos las dos vidas, y que no queremos ninguna muerte”.
Recordó que desde 1998 se celebra en el país este día, con el objetivo de “reflexionar y tomar conciencia del papel importantísimo que cumple la mujer embarazada en el destino de la humanidad y sobre el valor inviolable de la vida humana desde sus inicios”.
“Veinte años después y a pesar del avance de la ciencia que demuestra sin lugar a dudas que existe vida humana desde el momento desde la concepción, nos encontramos debatiendo si esa vida es o no persona. Si la podemos eliminar y a partir de cuándo. Qué poco hemos aprendido de la historia. No olvidemos que quitarle al ser humano su condición de persona es el primer paso para quitarles su dignidad y finalmente para eliminar al que nos molesta”, argumentó.
Y afirmó que “este mismo argumento fue utilizado cientos de años atrás para justificar la esclavitud, también fue utilizado por los nazis contra los judíos y siempre ha terminado en genocidios de los que la humanidad se arrepiente cuando ya es demasiado tarde”.
“El aborto es el último y más terrible genocidio porque se dirige hacia el más indefenso y más vulnerable, hacia el que no puede ni siquiera alzar su voz para defenderse”, lanzó
“El aborto descarta
vidas humanas”
Por otra parte, se refirió al proyecto de ley que se está debatiendo en el Congreso, el cual “contempla el aborto libre hasta la semana 14 de gestación. Cualquier adolescente desde los 13 años puede solicitarlo, sin que sus padres ni su pareja lo sepan. Además si existieron malformaciones fetales, si fuera producto de una violación o si corriera peligro la salud física, psíquica o social de la mujer puede pedir el aborto hasta los 9 meses de gestación. Es decir, si la mujer está deprimida por haber quedado embarazada o si sufre de problemas económicos podría terminar con la vida de su hijo en cualquier momento de la concepción”.
“Por eso creemos que el aborto discrimina hijos nacidos de no nacidos, deseados de no deseados, sanos de enfermos. El aborto descarta a los niños con discapacidad, a los niños de familias pobres, a los no deseados. El aborto descarta vidas humanas y oportunidades de ser. Es un atajo engañoso que esconde los verdaderos problemas de las mujeres que lo solicitan sin darles soluciones reales, por el contrario añade traumas emocionales de los que nadie les habla”, sostuvo.
Y consideró que como la vida del no nacido está resguardada por infinidad de leyes, comenzando por la Constitución nacional, si la ley de aborto legal se aprueba, habría que “modificar la Constitución, entre otras cientos de leyes que protegen la vida en el seno materno”.
“Hacemos un llamado a la conciencia de los legisladores, que cuando un proyecto que involucre la vida de un ser humano sean especialmente cuidadosos a la hora de aprobarlo. La vida de miles de seres humanos dependen de su decisión”, advirtió.
Asimismo, propuso que se promuevan leyes de contención para la mujer embarazada vulnerable y su hijo. “Existen varios proyectos que intentan brindar respuestas a los problemas de madres en riesgo. Son soluciones que seguramente sean más dificultosas, y más caras pero son reales y buscan proteger las dos vidas porque ninguna vida es descartable”.
Finalmente, citó las palabras de dos personas. Por un lado, el presidente de Uruguay Tabaré Vázquez quien dijo que “el verdadero grado de civilización de una nación se mide por cómo protegen a los más necesitados, por eso se debe proteger a los más débiles. Debemos buscar una solución basada en la solidaridad que permita promocionar a la mujer y su criatura otorgándole el poder de optar por otras vías, y de esta forma salvar a los dos. Es menester atacar las verdaderas causas del aborto. Para ello hay que proveer a la mujer embarazada de la protección solidaria en vez de facilitarle el aborto”.
Por otro, la madre Teresa de Calcuta, quien dijo que “la amenaza que sufre la paz hoy en día es el aborto. Porque es hacer la guerra al niño inocente que muere a manos de su propia madre. Si aceptamos que una madre puede matar a su propio hijo cómo podemos decir a otros que no se maten”.
Un retroceso
A continuación, el médico, pastor y titular del CPA, José García, afirmó que “plantearse la idea de quién debe vivir y quien morir es retroceder”.
“Si estamos reclamando justicia sobre la inseguridad y la violencia del mundo y repudiamos todo hechos vandálico y terrorista sobre el planeta, ha llegado la hora de establecer claramente que nadie tiene derecho a arrebatar la vida de nadie”, sostuvo.
Y añadió que “sigue siendo un eufemismo reclamar la autoridad sobre el cuerpo de una mujer embarazada cuando es la única que puede gestar, sostener, y preservar esta nueva vida, más allá de la intencionalidad de la búsqueda del niño”.
Educación
Consideró pertinente “revisar la educación en nuestro país, es la prevención y el conocimiento lo que nos llevará a minimizar y en el mejor de los casos eliminar la necesidad de abortar. Es cierto ninguna mujer quiere ni le gusta abortar. Es cierto que toda mujer tiene derecho de disfrutar de su sexualidad pero no es menos cierto que por desconocimiento alguien tenga que morir, sea una mujer o un ser en gestación”.
“Cuando lo que impera en nuestras decisiones sobre la vida de otros son solo nuestros derechos estamos volviendo a la edad media. Esta plaza hoy es un grito desgarrador de aquellos que no tienen voz, que depende de las decisiones de otros”, aseguró y desató fervorosos aplausos.
Finalmente, sostuvo que “estoy convencido de que todavía no han aparecido los mejores dirigentes, maestros, profesionales, los jueces más justos, aquellos que no tendrán necesidad de robar, no han nacido pero están por nacer. Aseguremos su derecho a nacer”.
La voz de los que
no tienen voz
Al final del acto se vivió un momento muy emotivo cuando una enfermera le colocó un traductor de frecuencia cardíaca a una embarazada, con el fin de poder escuchar los latidos del corazón de su bebé, la “voz de los que no tienen voz”.
El sonido de los latidos desató las lágrimas en más de uno, emocionados ante esa prueba inexorable de vida y ante la incertidumbre sobre aquellas otras vidas que están por venir.
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios