Asistencia social
Casa Pueblo, el compromiso de acompañar y atender el consumo problemático
El espacio comunitario ubicado en Mosconi 1973, celebró un festival para dar a conocer sus actividades a la comunidad, en una tarde en la que se entremezclaron la música, los juegos, el arte y la familia.
Casa Pueblo Tandil es un espacio comunitario que surge a partir del entendimiento de las problemáticas por las que atraviesan los niños y jóvenes, tales como la deserción escolar, la falta de trabajo, la disgregación familiar, la violencia y el consumo problemático de sustancias. Desde su reciente creación en 2021, tiene el fin de acompañar y construir redes vecinales, con instituciones como clubes, bibliotecas, y proponer talleres, cursos de oficios, actividades culturales y deportivas, para que disfrute toda la familia.
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Con un gabinete técnico conformado por una acompañante terapéutica, un trabajador social, una estudiante avanzada de dicha carrera y una psicóloga, la casa abre sus puertas a la comunidad, para reforzar los tejidos sociales, combatiendo la discriminación y la desigualdad Las operadoras barriales, coordinadoras y talleristas terminan de integrar un espacio que se basa principalmente en el trabajo interdisciplinario.
En la tarde del sábado, la entidad organizó un festival para toda la comunidad, con el fin de dar a conocer las diferentes actividades que allí se realizan, y compartir los valores que pregona el espacio.
A partir de las 14, la calle Mosconi entre Tucumán y Entre Ríos se cerró al tránsito, y fueron ubicadas allí varias gradas, que lentamente comenzaron a llenarse de las familias que, atraídas por la música y la ambientación del lugar, se acercaron para disfrutar de la tarde de sábado.
En las afueras de la casa se instaló un escenario con luces y guirnaldas de colores y una kermesse con diferentes juegos para los más chicos, que fueron recibidos por las colaboradoras, quienes les explicaron cada uno de ellos, y también organizaron un pequeño amistoso de futbol en la calle, con arcos hechos con dos piedras, como se juega siempre en el barrio. A su vez, en el interior, se expuso una muestra de arte, con creaciones hechas por las niñeces que transitan el espacio.
Pasadas las 14 30, comenzaron las actividades y los shows, con la presentación de los alumnos del taller de iniciación a la percusión, quienes despertaron los aplausos del público con sus instrumentos fabricados artesanalmente, demostrando parte de lo aprendido. Seguidamente fue el turno del Circo Jauría, con una propuesta musical, artística y acrobática, donde hubo malabares, show de burbujas, juegos interactivos y alegres canciones.
A continuación, se realizó una demostración de Twerk, con ritmos movidos y pegadizos, que trajeron la danza y la destreza al escenario del festival. Pasadas las 17, volvió a aparecer en escena la percusión, esta vez a través del grupo de samba reggae “Ubuntú Frika”, que le puso calor y movimiento a la tarde fresca.
Por último, y para terminar de levantar a todos de sus asientos, llegó “Puede Estar Bueno”, una banda local que le puso cumbia al cierre de la jornada, entre gritos y aplausos.
Persistir en el tiempo
En este contexto de alegría y compañerismo, El Eco de Tandil dialogó con una de las coordinadoras de Casa Pueblo, María Bruno, para conocer un poco más acerca de este espacio, que cuenta con el apoyo del Sedronar, y que de hecho contó con la visita para esta ocasión especial de su subsecretario de Prevención, Investigación y Estadísticas en Materia de Drogas, Rafael Villanueva.
En primer lugar explicó que desde su creación en 2021, el espacio busca ser un sitio donde los niños y niñas de los barrios tandilenses pueden encontrar alojamiento, compañía y estimulación, que les permita alejarse de la problemática del consumo, la cual “es transversal a todos los sectores de la población y a todos los colores políticos, y tiene que ser abordada con una lógica que comprenda la realidad de su comunidad”.
Es abierto a todas la edades, por eso en el conviven niños de 4 años, hasta mujeres adultas que participan de un curso de peluquería que se realiza en la organización. “Creemos que la construcción de un proyecto de vida es lo que permite salir del consumo, porque entendemos que es una problemática que no tiene que ver exclusivamente con una sustancia y una persona, sino más bien con una serie de vulnerabilidades que nos atraviesan, y el oficio, el trabajo, es un elemento fundamental para proyectar la vida, para generar esperanza y para construir nuevos hábitos”, indicó.
En ese sentido, trabajan para crear cada vez más espacios de escucha, ofrecer nuevas formas de vida, y también establecer lazos entre la barriada, “porque si hay algo que caracteriza a la comunidad es el calor de ese abrazo y atención que nos permite crecer, construir y desarrollarnos juntos”.
Destacó también la visita de Villanueva, señalando que es vital para este tipo de proyectos, contar con el reconocimiento de las instituciones nacionales y provinciales, “nos da fuerza, nos permite crecer, y a la vez debatir sobre los dispositivos que aportan a construir una sociedad más justa", refirió.
Por último, y en relación al apoyo estatal, expresó que a pesar de lo que pueda ocurrir con las próximas elecciones, no pueden depender de la perspectiva que tengan cada uno de los candidatos sobre la atención comunitaria y su desarrollo, por lo que deben mantenerse estables, seguir trabajando y hacerse ver con propuestas como la del festival.
“Combatir el consumo problemático nos compromete a todos como conjunto de la sociedad, y a su vez a todos los partidos políticos sin importar el color, el estado debe seguir apostando por apoyar estos proyectos, ya no podemos hacer oídos sordos de lo que vive nuestro pueblo, tenemos que seguir reuniéndonos, debatiendo, e incluyendo a la instituciones estatales, desde el sistema de salud, el educativo y el judicial, que son las que nos permiten mantenernos en el tiempo”, concluyó.