Canchas sintéticas, otro rubro que clama volver a trabajar
La apertura paulatina de actividades que realiza el Municipio ante la favorable situación sanitaria que lo posiciona en la fase 5 del distanciamiento social, preventivo y obligatorio lógicamente beneficia a todos aquellos rubros que vuelven al ruedo pero también genera cierto rencor en quienes aún no logran ser habilitados.
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Un claro ejemplo de esto son las canchas sintéticas de Tandil, que a través de las redes sociales compartieron un comunicado que destinaron al intendente Miguel Lunghi y a las autoridades municipales.
“En el día de la fecha nos agrupamos nosotros, los espacios deportivos, las canchas de fútbol, para hacerles saber a las autoridades, al intendente y a todos los argentinos que ya son 100 días que nos asfixian y no podemos sostenernos más, que pasamos de una situación de espera a una dramática agonía embarrada de incertidumbre eterna”, comenzaron redactando.
Cabe recordar que a mediados de mayo El Potrero Tandil había iniciado una colecta de firmas virtual, a través de la plataforma Change.org, para que el Ejecutivo permitiera la apertura de las canchas respetando los siguientes protocolos:
- Armar un petitorio firmado por todos contando la problemática de nuestra situación.
- Enviar carta a los propietarios de cada complejo para negociar quita parcial o total, causada por el cese de la actividad.
- Ya está el protocolo actualizado, para tratar de apurar la fecha de apertura
- A futuro ya trabajando, conseguir rebajas en todos los servicios que tengan que ver con nuestra actividad.
El pedido no logró prosperar, por lo que decidieron concretar esta nota, en la que advirtieron que “muchos no vamos a llegar con vida comercial a la tan ansiada reapertura”.
Finalmente, señalaron que estuvieron de acuerdo con los primeros 60 días de aislamiento para reforzar el sistema sanitario y salvaguardar el bien común de todos los tandilenses, pero que “no respondemos a ninguna bandera política más que a la actividad de nuestro comercio. Solo pedimos trabajar y ser escuchados”.
