Se encuentra muy deteriorada
Buscan reflotar el reclamo por la Ruta 74 en el verano con un corte en momentos de recambio turístico
Cristina Quintela, del grupo Víctimas de la Ruta 74, aseguró que la ruta está en un “abandono total” y advirtió que cada día se encuentra más intransitable. “Como los políticos andan en helicóptero no ven cómo está, esa ruta parece que para ellos no existe”, cuestionó.
El deplorable estado de la Ruta 74 es ya un reclamo histórico que parece nunca tener una solución. Es que el tramo de empalme con la Ruta 226 hasta Las Armas se encuentra en un estado de deterioro tan avanzado que se hace realmente difícil circular. Los enormes pozos sobre el pavimento y la gran cantidad de parches hacen la circulación de los vehículos muy compleja y el hecho de que haya gran cantidad de camiones que transitan a diario, muchos de ellos con sobrecarga, deterioran la ruta cada vez más.
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Permanentemente hay reclamos de vecinos que circulan por la ruta 74 y que experimentan situaciones como rotura de neumáticos, salirse de la cinta asfáltica para sortear la cantidad de pozos existentes, corriendo riesgo sus vidas. A metros de la rotonda de cruce con la Ruta 29 la cantidad de pozos que hay sobre el pavimento es abrumadora.
Cristina Quintela, del grupo Víctimas de la Ruta 74, explicó que busca reflotar el reclamo y para eso comenzará a comunicarse y organizarse con vecinos de Ayacucho y la zona donde había personas interesadas en hacer algún tipo de reclamo.
Remarcó que “la ruta está en un abandono total. Como los políticos andan en helicóptero no ven cómo está, esa ruta parece que para ellos no existe. Incluso cuando ponen la lista de rutas que van a arreglar la 74 no figura, y es una ruta importante porque empieza en Pinamar y termina en Benito Juárez, es muy transitada porque también es un camino hacia la costa”.
“Yo estoy pensando que en el verano podríamos hacer algún corte en algún momento en que hay recambio turístico para visibilizar la situación. También necesitamos que apoyo de la gente”, afirmó.
A su vez, señaló que buscan llegar a la Gobernación para ver si logran ser escuchados.
“Necesitamos más apoyo de la población y si hay gente de Tandil que puede llegar más arriba sería buenísimo. Yo voy a tratar de comunicarme con aquellos diputados recientemente elegidos, que se ocupen de los que los votaron”, sostuvo.
Recordó que hubo muchos accidentes en ese tramo de la ruta y contó que “hace poco hubo uno en el otro tramo entre Juárez y Tandil, que se está deteriorando también pero ese arreglo estuvo muy bien hecho, entonces no se deterioró tan fácil, en cambio lo otro fue algo provisorio y nada más, como para tapar la situación en momento de elecciones”.
Por otro lado cuestionó que “ese tramo de la ruta es la mejor entrada que tiene Tandil, no entiendo cómo la gente de turismo no se une y nos apoya, con el auge del turismo en la ciudad. La Ruta 30 también está en mal estado, así que las dos rutas provinciales de acceso a Tandil están mal”.
Respecto a la cantidad de parches que tiene el pavimento, afirmó que “parece un juego de damas la ruta porque está llena de cuadrados, lo hacen y después pasan los camiones sobrecargados otra vez y es peor que antes. Yo me sorprendí de cómo está ahora”, manifestó.
La repavimentación que no sirvió
Recordó que en enero de 2015 luego de muchos reclamos, se empezó con la repavimentación de Ayacucho hasta Tandil.
“Empezaron en Ayacucho, cuando llegaron acá ya estaba rota en Ayacucho, se empezó a romper de entrada, y siguió rompiéndose, y ahora están otra vez todas esas hondonadas que dejan los camiones, y también están deterioradas la banquinas”, afirmó.
Y agregó que “la obra no estuvo terminada porque habían prometido hacer calzadas en las banquinas, que están muy peligrosas incluso porque si mordés la banquina, están más abajo que la Ruta y puede ocurrir un accidente”.
Explicó que también les prometieron en ese entonces una balanza fija e “hicieron una dársena en la parte de Las Chilcas con luces y todo pero nunca se usó, nunca hubo balanza fija ni móvil”.
La repavimentación fue en los 50 kilómetros de Ayacucho a La Vasconia.
“Ya cuando vimos lo rápido que la hicieron fue raro, imaginé que iba a ser un arreglo provisorio eleccionario, después nosotros seguimos quejándonos, pidiendo la balanza, que no funcionó nunca y va a seguir sin funcionar porque se presta mucho para corrupción todo esto. Los camiones de piedras sobrecargan, si bien salen de la cantera con el peso, una vez que salen tienen otro lugar donde paran y cargan más piedra”, expuso.