Tandil
Buscan que el Municipio gestione una “solución rápida” para la 226
Desde Estrellas Amarillas, Hernán Mansilla insistió en la necesidad de continuar con el reclamo ante Vialidad Nacional.
La problemática en la circulación por el tramo urbano de la Ruta Nacional 226, junto a la conflictividad en la rotonda de las avenidas Espora y Actis, mantiene su vigencia y aún aguarda por medidas que tiendan a una solución.
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Pasaron poco más de dos meses desde el último encuentro con los responsables de la Dirección Nacional de Vialidad en el que el Ejecutivo retomó el proyecto de elevación de la ruta en el tramo urbano para revertir la conflictividad y mejorar el tránsito.
A pesar de las gestiones, por el momento no se descarta ninguna alternativa, incluso la que oportunamente impulsó la administración comunal para reformar la rotonda de Actis -por la que circulan 41 mil kilómetros a diario- junto a un esquema de semaforización para resolver la urgencia.
Sin embargo, para la ONG resulta central que Tandil avance con su propia agenda. “Vialidad no tiene proyectadas obras en el corto plazo para Tandil, por eso pretendemos que desde el Municipio se busque una solución”, dijo Hernán Mansilla.
En diálogo con El Eco Multimedios, el responsable de Estrellas Amarillas retomó los detalles de las gestiones, alertó sobre la falta de avances y ratificó la apuesta por la iniciativa impulsada por la ONG respecto a la urbanización de la traza y la variante por un trayecto alternativo por rutas provinciales (la 30 y 74).
La propuesta cuenta con el aval de una veintena de instituciones educativas, deportivas, religiosas y asociaciones civiles de la ciudad, y se respalda en experiencias que otras ciudades aplicaron con recursos de Vialidad Nacional en todo el país.
Otras experiencias
“Apuntamos a ver cómo han solucionado este tipo de problemas en todo el país y en el mundo. Cuando las rutas quedan en el medio de los grandes centros urbanos la solución es correrlas. Y urbanizar ese trayecto, convertirlo en una avenida”, planteó en declaraciones televisivas.
Luego, advirtió que se trata de un problema que Tandil tiene “desde hace décadas” y que incluso el Plan de Desarrollo Territorial incorporó como una posible solución el traslado de la traza.
Con esa opción prácticamente descartada por el avance de la ciudad hacia el norte de la 226, la propuesta de la ONG es generar un “bypass” por las rutas 30 y 74 para quienes deseen evitar el tramo urbano que funcionaría como una gran avenida.
En ese sentido, citó como ejemplo el caso de San Nicolás, que “tiene un problema más grande con la Ruta Nacional 188 y en los últimos dos años consiguieron urbanizar 14 kilómetros del trayecto: semaforización, cruces peatonales, bicisendas, que es lo que estamos pidiendo nosotros”.
“Pedimos a nuestros funcionarios que prioricen y garanticen el resguardo de la vida de los vecinos. Con el tiempo, cuando se urbanice desde El Paraíso hasta la rotonda de la Ruta 30, el tránsito que traspasa la ciudad va a buscar una alternativa”, evaluó Mansilla.
Un enfoque global
En otro pasaje de la entrevista televisiva, observó que “no se está analizando la problemática en su conjunto” y planteó que, para presentar el proyecto, “nos reunimos con todos los barrios e instituciones a lo largo de toda la ruta”.
“Cuando hablamos de una propuesta tenemos que contemplar la necesidad de los vecinos de a pie porque uno visualiza el caos vehicular, pero del otro lado están los chicos que van a la escuela o al club y que nadie protege. Me parece que somos muy tibios como sociedad en no poder exigir”, sentenció.
E insistió con el caso de San Nicolás, que llevó adelante obras con financiamiento de Vialidad. “Desde el Municipio se mencionó que el revalúo de las obras lo afronta el Gobierno comunal. Pero la Ruta Nacional 226 es parte de la ciudad y el principal interesado tendría que ser el Municipio”, objetó Mansilla, que resaltó que además de la seguridad vial de los vecinos, “se podrían hacer obras impresionantes y eso pasara a la órbita del Municipio”.
Semaforización
A principios del año pasado, un grupo de vecinos presentó una nota ante la Dirección Nacional de Vialidad que derivó meses después en el arribo de un equipo de la dependencia que propuso instalar semáforos en cuatro puntos de la Ruta 226.
Desde junio del año pasado, “nos hemos contactado más de 30 veces” con el área dependiente del Ministerio de Obras Públicas “y no hemos tenido respuesta”.
Mansilla consideró que “si tardaron más de un año en poner cuatro semáforos, claramente Tandil no está dentro de los planes de Vialidad”. Por eso, “le pedimos al Intendente que se ponga en la cabeza del pedido”.
Y planteó a modo de interrogante: “Qué realidad estamos viendo para presentar una propuesta de elevar una rotonda. Da mucha bronca porque parece que no se toma conciencia que las víctimas no son tandilenses. Falta empatía”.
Al volver sobre el proyecto, la variante, si bien contempla “algunos kilómetros” extra, “aleja la Ruta de la ciudad y la problemática de los vecinos que día a día la cruzan”, por lo que sería una opción para evitar la urbanización.
“Lo que queremos es la apertura total de calles que cruzan la 226 con semaforización. La consecuencia sería descomprimir las rotondas y pasaría a formar parte de la ciudad como una gran avenida con muchos carriles y como una vía rápida para unir distintas partes de la ciudad porque sería una circunvalación natural. Las opciones que se abren son muchísimas”, defendió Mansilla sobre la propuesta elaborada y presentada ante Banca 21.
“Hoy la ruta es una barrera física y, más allá de la inseguridad vial, eso no existiría más. Buscamos que el Intendente nos represente, sabemos que tiene fuerza política y que se ha logrado muchas cosas para Tandil. Que bregue ante Vialidad Nacional por una solución rápida y en beneficio de todos”, concluyó el referente de Estrellas Amarillas en Tandil.