Semana Santa
Bajo la luz de las antorchas, las familias tandilenses realizaron el Vía Crucis
Como sucede año tras año en la previa de la Semana Santa, este martes se celebró una nueva edición del Vía Crucis de la Familia. Cientos de tandilenses de todas las edades se congregaron al pie del Calvario y realizaron el recorrido por las catorce estaciones rememorando la Pasión de Cristo.
Con los últimos destellos de la luz natural, la gente empezó a agruparse al pie del Calvario. El grupo más numeroso era representado por los estudiantes, quienes aprovecharon esta celebración religiosa para recaudar fondos de cara a los eventos de la agrupación. Se podían visualizar las camperas con las insignias de Sagrada Familia, Sábato, San José e Instituto Martín Rodríguez, entre otros.
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A medida que llegaba la gente, los adolescentes los interceptaban en la esquina de Payró y Monseñor de Andrea ofreciendo tortas, sándwiches, café, gaseosa y hasta velas para realizar el Vía Crucis. Con la acumulación de las personas se empezó a percibir en el aire de forma más intensa el olor a repelente, necesario en una noche de clima agradable pero de constante presencia de mosquitos.
De a poco, a medida que caía la noche y los faroles de la calle se encendían, las familias empezaron a arribar en mayor número. Desde la base del monte se podía observar a lo lejos como la gente se acercaba por la Avenida Monseñor de Andrea. Algunos ya portaban las velas en las manos, otro las compraban en las inmediaciones y todos estaban expectantes con el inicio de la celebración cristiana.
Media hora antes de la hora señalada para el comienzo, la llegada de los feligreses se intensificó. Mujeres, hombres, niños de todas las edades, parejas jóvenes, matrimonios y familias completas empezaron a copar los primeros escalones del Calvario. A minutos del inicio ya eran centenares de tandilenses presentes en el lugar.
Cerca de las 20, comenzó a escucharse música en vivo en los parlantes que habían al costado del recorrido. Una guitarra acústica, una armónica y un coro empezaron a interpretar canciones eclesiásticas que acompañaron el inicio del recorrido por las catorce estaciones. Los músicos estaban presentes en la Capilla Santa Gemma, ubicada al pie del Calvario.
A través del sistema de sonido se invitó a acompañar la Pasión de Cristo en una Semana Santa de meditación. Apenas pasadas las 20.20 comenzó oficialmente el Vía Crucis de la Familia.
La música, los momentos de reflexión y también los de rezo, acompañaron a los creyentes durante todo el recorrido. La multitud de gente se hizo notar de tal manera que con el Vía Crucis iniciado, seguían arribando personas al evento, a punto tal que la fila de personas casi llegaba a la intersección de Payro.
Mientras el grupo que lideraba el recorrido arribaba a la décima estación, en la parte baja del monte todavía había gente que no había comenzado a realizarlo. Incluso algunos, sabiendo que llegaban tarde, decidieron tomar el camino rápido y encontrar a los primeros en la parte más alta del Calvario.
Minutos antes de las 22, empezaron a llegar las primeros feligreses al final del recorrido. Desde los parlantes se alertó que fueran dejando lugar a los que iban más retrasados. Una vez culminado el camino para todos los presentes, el Padre Simón dio una bendición y dio por finalizada la peregrinación. El millar de creyentes desconcentró el Calvario después de completar otro acto de fe cristiana.
El significado para los participantes
Desde El Eco de Tandil se le consultó a varios de los creyentes que se hicieron presentes en el evento sobre cuál era el significado del Vía Crucis de la Familia, un evento tan tradicional y convocante en medio de una semana colmada de opciones para el cristianismo.
Cristian, un tandilense radicado en España, contó que regresó a la ciudad después de seis años especialmente para esta celebración y destacó que “es una cultura de Tandil. La fe se siente representada, es un lugar especial el Calvario. Anduve por catedrales en todos lados del mundo, pero esto tiene otra cosa, algo especial”.
Por su parte, Marta, una adulta mayor que fue acompañada por una amiga, indicó: “Significa mucho para los creyentes, para renovar la fe". Con claros signos de cansancio por la exigencia del recorrido, agregó que "vengo a agradecer por la familia principalmente, estamos con buena salud todos”.
Al mismo tiempo, Mateo, un adolescente que tuvo su primera experiencia en un evento , demostró felicidad al estar acompañado por su madre, su hermana y su padre por lo que señaló que “es un alegría que estemos todos presentes, es el evento de la familia en Semana Santa”.