Aumentó el pan cerca del 15 por ciento y el kilo oscila entre los 120 y 140 pesos
Por un aumento “indiscriminado” de los insumos para la producción, los panaderos del país concretaron la suba de entre el 10 y 15 por ciento. Desde la Cámara de Panaderos de Tandil trataron de no escalar, porque “nadie va a comprar”, pero la directiva llegó. El trigo aumenta siete veces desde que sale del campo hasta que se convierte en pan. El alivio de las ventas por el turismo, pero los insumos por las nubes.
Finalmente se registró un nuevo aumento en el precio del pan. La acción se corresponde con la referencia que había anticipado el presidente de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines, Miguel Di Betta, quien aseguró que el valor debería despegarse entre un 10 y 15 por ciento, en medio de un contexto inflacionario que es cada vez más alto.
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Desde Tandil, el titular de la Cámara de Panaderos local, Víctor Barsola, había manifestado la intención de no ejecutar la suba, pero finalmente la directiva llegó y a partir de este lunes el producto pasó a valer entre 120 y 140 pesos, dependiendo los alquileres.
El tandilense advirtió que no hay consumo básicamente, con poca salida de las cosas dulces y con una notable disminución en las ventas de pan, lo que se traduce en “un momento muy difícil”, aunque destacó que el turismo ha ayudado a un pequeño repunte. “Son momentos muy tristes”, dijo.
En este sentido, advirtió cómo el costo de los insumos se ha disparado y la nafta también se eleva, mientras que la especulación por el precio del trigo sigue poniendo en vilo los valores de la harina.
Barsola aclaró que la Federación a nivel nacional había emitido una sugerencia de que el precio escale a 160 pesos, sin embargo aquí decidieron no llevarlo tan arriba, porque saben que el poder adquisitivo está siendo castigado y que venderían todavía menos.
Todos en el horno
“Si aumentamos el pan estamos en el horno”, había señalado el referente local la semana pasada, antes de recibir la orden, admitiendo que intentarían “seguir aguantando”. “No le vamos a vender a nadie”, se preocupó.
Sin embargo, la directiva llegó con la intención de evitar todavía una mayor crisis en el sector y el monto trepó a 120 pesos en los barrios y a 140 en la zona del centro, ya que tiene relación con el costo de los locales donde se emplazan las panaderías.
Como en otras oportunidades, Barsola volvió a cargar contra los emprendimientos clandestinos, que venden a 80 pesos, pero lo hacen porque no pagan los impuestos correspondientes, tienen un solo horno, con transportes ilegales, no cuentan con control de Bromatología y “ni siquiera se sabe con qué hacen el pan”.
En este sentido, reveló que presentó un proyecto de ordenanza al Municipio para lograr un control que permita que solamente trabajen las panaderías habilitadas y así dar fin a la clandestinidad.
Asimismo, otra de las cuestiones que hacen aún más pesada su realidad es que no cuentan con programas de ayuda estatales o de financiamiento para sostenerse, de hecho recordó que aquel mes que no les cobraron el gas vino luego en la siguiente factura, es decir que resultó peor por el endeudamiento.
Ahogo por precio de insumos
La decisión de aumentar el pan viene a ser consecuencia de que las materias primas necesarias para la fabricación de los panificados se han incrementado drásticamente.
Según detalló el titular de la Cámara de Panaderos de Tandil, la harina se disparó de 600 a 900 pesos la bolsa de 25 kilos; en tanto que la grasa, que advirtió que no es común sino de óleo, de 1400 pasó a 1800; y el aditivo ascendió de 1600 a 2600.
“¿De dónde sacamos para pagar todo eso nosotros?”, cuestionó y explicó que si se sacan números, con respecto a los kilos logrados, se va al menos a 100 pesos el costo. Exclamó que son índices que no pueden solventar y que, para poder hacerlo, el pan debería estar valiendo entre 180 y 200 pesos.
De acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC) en diciembre pasado el kilo de pan registró un precio de 140,13 pesos, significando un aumento del 1,3 por ciento en comparación con noviembre.
Por otro lado, Barsola resaltó que hay una notable especulación con respecto al precio del trigo. “Escuché que un molinero dijo que estaban esperando que suba el pan, para aumentar nuevamente ellos”, dijo indignado.
La situación es “vox populi” y por eso la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, se reunió ayer vía Zoom con representantes de la industria del sector de todo el país para trabajar en conjunto y elaborar soluciones a las distintas problemáticas que manifiestan los panaderos pero repercuten en el bolsillo de la población.
“Si dejamos los precios sólo en las manos de la especulación financiera, la harina, de íntima relación con la exportación de trigo que hoy se está negociando a futuro a precios desorbitantes, traccionará al precio de la bolsa de harina a 2.500 pesos, agravando la situación económica”, afirmaron los industriales. Además, advirtieron que hay que sumarle el aumento del 7 por ciento de la levadura en enero, 18 por ciento en plásticos y papel, y un inminente aumento del precio de la azúcar.
Alivio turístico
Por otro lado, y afortunadamente para los panaderos de Tandil, la visita de turistas y esta temporada de verano han ayudado a levantar un poco la comercialización, ya que según estimó el titular de la cámara local, percibieron entre un 20 y 25 por ciento de ascenso en las ventas.
En este sentido, contó que en todos estos días que hubo mayor circulación de gente trabajaron un poco mejor con las facturas y dijeron “por fin”, pero el después es la gran incógnita.
“No sabemos qué pasará a futuro porque no hay ventas”, lamentó. “Esto a los panaderos nos alivia un montón, porque estamos atrasados en todo”, reveló.
Los eslabones de la cadena de valor son tres:
- Los productores primarios de trigo.
- Los industriales que lo muelen y convierten en harina.
- Los panaderos que producen pan y lo comercializan.