Así se vivió la 19na Feria del Libro de Tandil: “El libro siempre se busca, siempre se quiere”

Con gran marco de público, más de 40 stands expositores, la presentación de autores tandilenses, la visita de escritores de renombre en el ámbito de la literatura nacional –Martín Kohan, Luciano Lamberti, pero también muchos otros-, y una variedad de propuestas como talleres y exhibiciones, culminó la 19na edición de la Feria del Libro de Tandil.

“Como parte de la organización librera, realmente este año se notó una recepción del público muy buena, muy en sintonía con las propuestas, así que estamos muy contentos. Todas las charlas estuvieron con mucha convocatoria, circuló por la Feria muchísima gente, y creo que las propuestas de talleres que se incorporaron estuvieron estalladas”, compartió Magdalena Cheresole, a cargo de Librería Hola y junto a los responsables de La Casa Azul Libros, librera representante del sector en la comisión organizadora que también integran la Dirección de Cultura del Municipio, la Unicen y la Cámara Empresaria.

La sede de la entidad empresarial local volvió a ser el lugar del evento que comenzó el pasado jueves y se extendió hasta el domingo a la noche. Como novedad, para la edición 2024 se ampliaron los horarios de visita. Una de las jornadas abrió sus puertas desde la mañana, lo que permitió la asistencia de más de una decena de contingentes escolares.

Al finalizar la edición 2023 y tras casi dos décadas al frente de la organización, las libreras Alicia Laco y Ludmila Keegan –de Librería Alfa-, cedieron la posta a otras librerías locales para representar al sector en el armado de la Feria. 

“El trabajo que hicimos fue tomar toda esa trayectoria, con muchísimas cosas positivas e incorporar algunas otras. Sumamos el horario de las mañanas, invitamos otras editoriales y configuramos la programación de otra manera”, expresó Micaela Saconi, directora de Cultura municipal. 

Sobre la diversidad de autores participantes y la impronta que tuvo el evento, la coordinadora de Cultura de la Unicen, Anabela Tvihaug, destacó que “estamos muy contentos con la programación, con la curaduría de la programación. Creemos que es una programación diversa, inclusiva, que genera instancias de debate y que está atendiendo a cada una de las audiencias que participan de la Feria”.

En el marco de la inauguración, las librerías leyeron un texto conjunto en el que señalaron las dificultades que atraviesa el sector, y afirmaron su defensa de la Ley del Libro, normativa que protege el acceso a las diversas formas de publicaciones en todo el país.

“Es algo que está empezando a entenderse y a discutirse. Un poco por lo que pasó con la Ley Bases, donde se puso de manifiesto que hay una Ley del Libro y lo que significa. Hay una mayor concientización porque no todos sabían que la ley protege el precio de tapa, que es el mismo en todo el país. A raíz de eso se empezó un trabajo de concientización para dar a conocer cómo es la cadena del libro”, sumó Cheresole.

Más allá de las dificultades que atraviesa el sector, la librera agregó que “el libro no descansa nunca, siempre se busca, siempre se quiere, siempre es un objeto deseado y apreciado”.

Un trabajo conjunto

De parte de la Cámara Empresaria, Adrián Pagés consideró que la 19na edición de la Feria cumplió con las expectativas, y destacó el acompañamiento del público. Además, subrayó “la participación de las distintas instituciones de la ciudad de Tandil y la importancia del trabajo conjunto. Más allá de sus objetivos particulares, logran un evento de estas características tan importante para la cultura tandilense”.

Anabela Tvihaug manifestó la felicidad por “ser parte de la Feria, y de haberla podido realizar en estos contextos que estamos atravesando, porque democratizar bienes artísticos y culturales es una de nuestras misiones también como institución”.

Agregó también que “en esta edición pudimos dar varias presentaciones de trabajos publicados por nuestros investigadores y tener la presencia de dos editoriales que tienen que ver con la Universidad”, en referencia a la Editorial Unicen y a la editorial de la Facultad de Arte, que contó con stand propio.