Apuntando a articular con salud pública, cultivadores de cannabis trabajan en un proyecto de ordenanza
Buscan reivindicar la cultura cannábica en todos sus aspectos, desde el uso recreativo hasta lo medicinal, seleccionando genética. Trabajan en diagramar una legislación que se adapte a Tandil. Además, al ser convocados por la cátedra de Cannabis y Salud de la UNPL pudieron adherir a su protocolo de investigación y cultivo.
Siempre apuntando a un método de trabajo donde prevalezca el uso responsable, adulto y privado del cannabis, el grupo Cultivadores Agrupados por sus Derechos Tandil (CADE) apunta a la regularización de la práctica en red con distintos organismos del país y, a nivel local, en la diagramación de un marco legislativo que los acompañe, proteja y ayude a dejar de lado la estigmatización.
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La formación del grupo surgió ante la falta de regulación estatal, lo que como cultivadores los vuelve vulnerables a un montón de situaciones como allanamientos y robos, entre otros. Ya hace un año que vienen trabajando, y el titular de la agrupación, Franco Cagliani, y uno de los miembros, Hugo González, contaron que si bien la intención es abocarse a lo medicinal, no dejan de lado la parte recreativa, o cualquiera de las aristas que puedan derivar de la planta de cannabis.
“Todo primer usuario de aceite, logró la medicina a partir de alguien que cultivaba para fumar y era estigmatizado como ‘el drogón del barrio’”, ejemplificaron.
Ante la coyuntura, con la discusión que se está dando a nivel nacional, manifestaron como necesario tener un espacio de debate, de construcción de propuestas y análisis para lo que va a ser una estructura de legislación y regulación. “Se necesita que el Estado Argentino tome la parte que le corresponde y empezar a ordenar esto”, propuso González, como un nuevo paso luego de lo referido al cannabis medicinal.
Una ordenanza municipal
El mundo va por el camino de la sustentabilidad, y en ese trayecto, aseguraron que el cáñamo resulta un actor ideal, porque además de ser una planta que funciona como recuperadora del suelo, puede ser utilizada para la medicina, la cosmética, la industria textil y papelera. Además, para el uso recreativo, ya que se ha demostrado que no genera adicción ni efectos negativos en la salud del consumidor. “Sin embargo ha sido penalizada y estigmatizada”, analizaron.
Como Cade lo que se propusieron fue trabajar en una ordenanza para sumar al debate municipal, comenzando por experiencias de otras localidades que puedan ser aplicadas en Tandil
“Ahora estamos en la parte técnica dentro de la mesa de trabajo, analizando las legislaciones que hay”, explicaron, dejando en claro que la “la pata del estado municipal es fundamental” porque consideran que es una cuestión que se tiene que discutir desde la salud pública.
Asimismo, otros actores importantes de la sociedad, como los relacionados a la justicia “tendrán que entender lo que significa la marihuana y su cultivo”, porque destacaron que todavía sigue habiendo causas, allanamientos y procesamientos que debe frenarse.
“Buscamos generar una conciencia colectiva mediante leyes porque ya sabemos, y está comprobado, que no hace mal y tiene un montón de usos positivos”, ratificaron.
“No queremos producir aceite, lo que queremos es enseñar a cultivar y hacer extracción aceite, porque creemos que el Hospital público de Tandil tiene toda la estructura como para poder hacerlo”, dijeron.
En este sentido, explicaron que ellos pueden aportar una genética estudiada, certificada por el Conicet, la Universidad y los actores que ya están involucrados.
Selección genética
En este tiempo que llevan juntos, fueron advirtiendo que el abanico que se abre sobre la planta es enorme, descubriendo que existe una cepa de cannabis para cada patología a tratar. Empezaron a trabajar, entonces, en la selección de genética, una acción muy significativa ya que la importación de semillas aún es ilegal. Para esa conservación es necesario que la planta se mantenga viva y siga dando hijos.
Todo ese trabajo los llevó a que la cátedra Cannabis y Salud de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), los invite a participar de un encuentro que realizaron en pos de respaldar la necesidad de elaborar políticas públicas que permitan el autocultivo y, de esta manera, el acceso del uso responsable y adulto de la marihuana.
Esa jornada contó con la participación de investigadores del Conicet, profesionales de la salud, agrupaciones de cultivadores, Jardín del Unicornio, Cultivo en Familia, Procannt, Mamá Cultiva de Argentina, autoridades de la Justicia, Defensoría Federal de La Plata, Defensoría de Provincia, equipo de trabajo del Municipio de San Vicente y el intendente de La Madrid, Martín Randazzo. Allí se abordó el estado actual del debate de la regulación del cannabis y sus usos tanto medicinal como recreativo.
Además, plantearon la necesidad de lograr un régimen que incluya a todos los usuarios, buscando mejorar la legislación 27350 e ir construyendo una ley que respete las libertades individuales y amplíe el marco de derecho como ciudadanos.
En ese marco, se presentaron las distintas experiencias donde el estado municipal participa activamente, en articulación con otros entes de gobierno, como la Universidad, el INTA y el Conicet.
“Nosotros como cultivadores adherimos a su protocolo de investigación y vamos a seguir desarrollando nuestra genética”, contaron, además de revelar que la idea es poder articular con la gestión de salud pública.
Un protocolo de investigación
Este protocolo de cultivo advierte que debe llevarse a cabo en un ambiente controlado, lo que llaman “indoor” para sostener determinadas pautas de humedad, luz, etc, y así evitar la generación de hongos o cualquier otro riesgo ambiental que luego permanezca en el aceite de cannabis, ya que puede ser perjudicial para una persona con el sistema inmunológico deprimido.
Gracias a este convenio lo que se cultive desde el grupo tandilense podrán enviarlo a la UNLP para que lo analicen y obtener un resultado minucioso de cada componente de ese ejemplar y sus porcentajes.
Además, explicaron que como cada planta tiene sus particularidades y hay muchos componentes que aún están siendo estudiados, están aportando activamente a la ampliación de esos estudios.
¿Por qué se prohibió la marihuana?
Los integrantes de CADE invitaron a la sociedad a conocer más sobre la historia de la prohibición de la marihuana, ya que advirtieron de los intereses industriales y políticos existentes. Así, se supo que la primera ley que prohibió el cannabis apareció en Estados Unidos en 1910. Por entonces el uso de la planta fumada era habitual en locales de jazz en Nueva Orleáns y en México. Aquel año, mormones que habían visitado México regresaron a Salt Lake City, Utah, con la planta. La iglesia católica no tardó en encontrar al maligno en ella y presionar para que se promulgasen leyes prohibicionistas.
Por otro lado, aquel mismo año, el magnate Randolph Hearst perdió miles de hectáreas en México, arrebatados por Pancho Villa. Como debía gran parte de su fortuna a la producción de papel a través de la industria maderera y le interesaba eliminar cualquier competencia con el papel de cáñamo mexicano, inició una cruzada mediática a través de sus periódicos en la que satanizaba el consumo del cannabis y lo presentaba ante la opinión pública como una droga socialmente devastadora. De hecho la maniobra también desembocó en la famosa ley seca contra el alcohol desde 1919 hasta 1933 en todo el país.
A dicha razón se les unió la industria petroquímica, que acababa de patentar el Nylon y quería cortar la competencia proveniente de los tejidos de cáñamo. Incluso veían con recelo las investigaciones de Henry Ford, que buscaba un combustible derivado del cáñamo. A la misma causa se sumó la industria farmacéutica que por entonces había identificado usos medicinales concretos del cannabis y quería evitar que el público pudiera cultivar su propia medicina.
Así, la cuestión del cannabis concluyó en USA en 1937 con el “Marijuana Tax Act” donde se promulgaba su prohibición total. Curiosamente, la declaración de independencia de este país fue redactada en 1776 sobre papel de cáñamo. Ese hito generó un efecto en cadena, y el resto de los países occidentales se acoplaron a la medida.