Anhelan que los residentes de geriátricos puedan recibir la compañía de sus familias en las Fiestas
Con protocolos ya presentados acordes a la realidad de Tandil, desde el Hogar San José también apelaron a la consideración gubernamental para aprobar las visitas. Aseveraron que cuentan con todas las condiciones para brindar medidas preventivas eficaces e invitaron a un ejercicio de reflexión para generar empatía con la triste situación que vienen atravesando los abuelos.
En una carta, el jefe de Gabinete del Municipio, Oscar Teruggi, comunicó la negativa a la aprobación de las medidas presentadas por los geriátricos locales para que puedan volver las visitas, argumentando que es el Gobierno bonaerense el que está trabajando y debe enviar los protocolos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailAnte esto Alejandro Moreno Hueyo, referente del Hogar de ancianos San José, planteó que hay un error desde el primer momento, porque desde la Provincia no pueden extender las mismas normas a todos por igual, sino que debería adaptarse a la realidad de Tandil.
Enfatizó en conversación con el programa “Tandil Despierta” que se emite por El Eco TV y Tandil FM (104.1), sobre la necesidad de elaborar proyectos sanitarios para que los abuelos reciban a sus familiares. “Ni la Provincia ni el Municipio han resuelto algo acerca de las normas para que esto pueda suceder”, dijo y aseguró que se han presentado varias propuestas, cada uno con sus particularidades justamente porque cada lugar tienen características específicas.
Por otro lado, destacó el trabajo y la disposición tanto de la jefa de Guardia del Hospital Ramón Santamarina, Cecilia Martens, como de la directora de Discapacidad y Adultos Mayores del Municipio, Lucía González, que han sido “20 puntos”, pero comprendió que excede a ellas esta decisión.
En la piel del otro
A modo de que la sociedad sea capaz de comprender cuál es la realidad de la situación, invitó a hacer un ejercicio y pensar que tenemos a nuestro padre o madre en el asilo y poder ponernos en su lugar.
“En marzo nos dijeron que no lo íbamos a poder abrazar, sino verlos a través de un plástico, por la amenaza de Covid-19 que todavía no había llegado a Tandil ni fuertemente al país. Ese plástico fue utilizado hasta fines de abril, porque en mayo al incrementarse rotundamente los casos en Capital Federal nos dijeron que directamente no podíamos entrar a visitarlos. Aquí recién en Agosto comenzó a mostrarse una gran cantidad de contagios y en octubre el coronavirus desgraciadamente entró al Hogar”, resumió la cronológicamente.
Siguiendo con esa práctica, llevó a imaginar que el familiar en cuestión pasó exitosamente la enfermedad, pero que desde marzo que no lo podemos tocar, desde abril no lo podemos ver y ya estamos en noviembre.
“Para nosotros puede ser una anécdota, pero para él es la vida, porque supongamos que tiene 92 años y cada año cuenta. Agreguemos que, por ejemplo, tiene un incipiente Alzheimer, con lo cual es probable que cuando lo volvamos a ver encontremos a raíz de esa enfermedad degenerativa cosas que no habíamos visto antes”, detalló.
Consideró, entonces, que esa situación entre las muchas otras de similares características que se presentan, es “a todas luces injusta”. Sobre todo cuando otras acciones de alguna manera lo contradicen. Y eso lo llevó a cuestionarse “¿Dónde están la justicia y la conciencia social?”.
Puntualmente, la reflexión lleva a tener en cuenta que si la experiencia de Europa indica que luego de un par de meses hay un rebrote de contagios, diciembre quedaría como el mes óptimo para que se aprueben protocolos y los adultos mayores puedan recibir a sus familiares. “Tenemos una ventanita de un mes o un poco más, porque en enero debemos empezar a pensar cómo prepararnos para una segunda oleada”, estimó.
Incluso, se podría considerar atendiendo a casos particulares, como en el caso del San José que describió que cuenta con tres mil metros cuadrados de jardín, con árboles, lugar para sentarse y enfermeros que se han ofrecido a estar presentes en los encuentros y mantener el cumplimiento de las medidas preventivas necesarias.
Finalmente, a modo de detalle explicó que, hoy en día tanto en el Hogar San José como en la Residencia tienen 65 personas, además de 38 trabajadores que asisten todos los días.