Aguardan la firma del convenio con el Instituto para reactivar la obra de las viviendas de los Municipales

Hace un año, un grupo de adjudicatarios hizo público el reclamo por el abandono de las obras del barrio del Sindicato de Trabajadores Municipales (STMT). Desde el predio de ubicado en Reynoso y Entre Ríos, le contaban a El Eco de Tandil la historia de 20 años de sueños frustrados, angustia y desesperación por convertirse en propietarios. La exposición y la insistencia dieron sus frutos al confirmarse que está listo el nuevo convenio a firmar entre el gremio y el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), que liberará los fondos para retomar la construcción. 

“Es un hecho, ya está para firmar”, adelantó el concejal Rogelio Iparraguirre, quien dio impulso a las gestiones en apoyo al secretario general del STMT  Roberto Martínez Lastra y a pedido de los adjudicatarios. El referente del Frente de Todos en Tandil también estimó que la firma se concretará después de las elecciones legislativas del 14 de noviembre. 

El barrio, que se proyectó hace dos décadas, aguarda por 50 casas, de las cuales 25 se encuentran con un importante avance de obra. “Lo que nos hizo perder un par de meses fue el cambio de autoridades en el IPV, porque cuando Axel (Kicillof) cambió el gabinete y al ministro de Infraestructura (Agustín Simone) lo mandó de presidente del IPV, quedaron cesantes varios funcionarios sin prever que cuando se van los técnicos y al otro día nombran a alguien, hasta que tiene firma pasa un tiempo. Es todo un proceso burocrático”, describió.
En ese sentido, lamentó que “cuando ya estaba listo para ponerle el moño, eso demoró todo un par de meses”. Sin embargo, confirmó que “ya está y está la previsión presupuestaria”. 

Si bien el Sindicato de Trabajadores Municipales ya había contactado a la constructora para terminar las 25 casas que presentan un importante avance de obra, Iparraguirre indicó que “le dirán a la empresa que aguante un poco porque ya es un hecho”.

Gestión compleja

El presidente del bloque de concejales del Frente de Todos refirió que “hablo con (Agustín) Simone todas las semanas” y agregó que le traslada la información tanto a Roberto Martínez Lastra, secretario general del Sindicato, como a los adjudicatarios. 

Sobre los pasos que se darán luego de la formalización del convenio, repasó que el Instituto de la Vivienda firma acuerdos con sindicatos, mutuales, asociaciones civiles o municipios. “En cualquiera de los casos el procedimiento es el mismo. Con un listado de preadjudicatarios beneficiarios, se hace un proyecto ejecutivo de obra y cuando se firma, el IPV adelanta el financiamiento y a partir de ahí el ente con el que firmó es el que contrata, como lo de Cacha (Stella Maris Cena) con Cooperativa Falucho, por ejemplo”, dijo al repasar la modalidad de implementación. 

Por otra parte, explicó que en este caso la gestión ante el Instituto “no consistió en iniciar un expediente de cero, sino que hubo que reconstruir un convenio que estaba parado” y estimó que “calculo que ahora, pasadas las elecciones ya están firmando”.

El proyecto del Municipio

En paralelo, Rogelio Iparraguirre explicó que “también es un hecho” la construcción de las primeras 22 viviendas de las 44 que había pedido el intendente Miguel Lunghi, obra que deberá contratar y controlar el Municipio. 

Ese nuevo barrio –aprobado por el Concejo Deliberante bajo la figura de Distrito de Urbanización Especial- se ubicará en el predio comprendido entre Catamarca, Dufau y Ruta Nacional 226, lindero a las viviendas del Sindicato de Trabajadores Municipales y al Arco Iris, lo que implica que ya cuenta con los servicios cerca. 

El jefe comunal venía reclamando por el financiamiento del Instituto, que fue anunciado en abril de 2017 y que la exgobernadora María Eugenia Vidal firmó el 28 de octubre de 2019, horas después de la derrota electoral. 
En relación a las gestiones, Iparraguirre repasó que fue uno de los pedidos que el jefe comunal le hizo al gobernador Axel Kicillof durante su visita a Tandil, en el acto en la Escuela Granja. Sin embargo, los funcionarios provinciales no estaban al tanto del proyecto, por lo que debieron recapitular los pasos en torno al expediente.
El concejal expuso que en la reunión en la que trataron la modalidad para financiar la infraestructura para el nuevo predio de Mujeres Sin Techo, con la asignación de 50 millones de pesos, aprovecharon para destrabar las viviendas que reclamaba el Intendente. 

“Cuando estuvimos viendo la triangulación para financiar la infraestructura del macizo que compró Cacha (Stella Maris Cena), vecino al barrio de Estrada, que son obras públicas del Ente de Saneamiento de la Nación, que triangulan con Hábitat de Provincia porque el Enhosa no puede financiar directamente a una asociación civil, ahí aprovechamos y teníamos una lista de temas todavía pendientes o avanzando muy lento”, repasó.
Agregó que por entonces “todavía estaba el gabinete anterior de Kicillof, y le planteé a (jefe de Gabinete Carlos) Bianco el pedido que le había hecho Lunghi en la Escuela Granja y se lo pasé en limpio”. 
Ante el reclamo del jefe comunal, indicó que “ellos no conocían la historia” y repasó que las viviendas se anunciaron en abril de 2017, pero María Eugenia Vidal las firmó el 28 de octubre de 2019, “dos años y medio después, con el dato más que curioso de que fue el primer día hábil después de perder las elecciones” y agregó que “así como el 28 de octubre dejaron de pagar proveedores en toda la provincia, firmaron acuerdos con los municipios” que comprometían recursos a futuro.

Con la asunción del nuevo gobierno, desde el Instituto de la Vivienda iniciaron un repaso de los expedientes en marcha y de las obras paralizadas, al tiempo que se frenaron las que aún no estaban en ejecución.  
Iparraguirre expresó que repasaron la cronología “para desmarcarse de la chicana de Lunghi” y le expresaron a la Provincia que “firmar viviendas con Tandil nos sirve a todos los tandilenses, porque tenemos un problema que más grosso no puede ser. Así que comprometieron ya que arranca el año y avanzan con las primeras 22 de las 44 casas que pidió Lunghi, porque además lo quieren ver caminar y quieren ver lo que se preocupa por la vivienda, porque una cosa es manguearle viviendas a la Provincia y otra cosa es tomar el tema como una política pública”.