Aba busca renovar su mandato al frente de la Unicen
El rector repasó los logros de la gestión sobre los cuales proyecta una nueva etapa de consolidación institucional.

La Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires se prepara para elegir a sus autoridades para el período 2025-2029, en la asamblea universitaria que se celebrará el próximo 14 de mayo. En un escenario poco frecuente, este año dos fórmulas competirán por la conducción de la institución educativa: el oficialismo, con Marcelo Aba y Alicia Spinello, buscará renovar el cargo por otros cuatro años y se medirá con la propuesta que lidera la decana de la Facultad de Derecho Laura Giosa.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn diálogo con El Eco de Tandil, el actual rector Marcelo Aba repasó los lineamientos de la alternativa de gestión que lidera. Con una mirada puesta en el futuro, la propuesta se respalda en los logros alcanzados durante el actual período y su proyección hacia una nueva etapa de crecimiento y consolidación institucional.
Desde allí partió el argumento más sólido para la continuidad del modelo de universidad que propone basado en una construcción colectiva: “Una universidad que atendiendo a su misión original, se vaya adaptando a los cambios de la época y que tenga un muy alto componente de respuesta a las necesidades de la sociedad. Me parece que allí hay un punto central de lo que es una universidad hoy”, planteó el rector.
Entonces, definió que “ya no es solamente el centro de formación de los mejores graduados posibles, sino también un centro que genera conocimientos y que da respuesta a necesidades de la región, de la sociedad que la sostiene”.
La gestión en tiempos complejos
La decisión de postularse para conducir los destinos de la Universidad en los próximos cuatro años surgió del respaldo de integrantes de la comunidad universitaria, que depositó en la fórmula la confianza para continuar con el proceso que comenzó en 2021 y durante el cual “hemos tenido, a nuestro entender, importantes avances y logros”, a pesar que “nos tocó una época muy muy difícil”.
La gestión comenzó en plena pandemia del Covid-19, que impuso sus desafíos y condiciones hasta que retornó la normalidad, y continuó con el “recorte presupuestario” que implementó el Gobierno nacional en la gestión de Javier Milei y que “nos tiene desde hace un año y medio sobrellevando una situación muy difícil en cuanto a los aportes que recibimos, pero en los cuales también seguimos logrando avances importantes para la universidad”.
Con ese antecedente, que dio la “experiencia necesaria” para conducir una organización “tan importante en tiempos de crisis”, y con el respaldo de un “sector importante” de la comunidad universitaria, “hemos decidido ir a una nueva asamblea”.
La propuesta entonces parte del complejo escenario, que llevó a las autoridades de la Unicen a gestionar un presupuesto “muy ajustado, muy acotado”, a pesar del cual lograron “cumplir con todas las funciones de la universidad”.
En ese sentido, Aba celebró que “hemos sido muy eficientes” en el manejo los fondos y adelantó que “estamos encarando obras con recursos propios”, lo cual definió como “un logro” más aún en momentos “tan difíciles del país”.
En función de ese esquema fue que reafirmó su vocación para conducir los destinos de la Unicen por un nuevo período. Para esta etapa desarrolló un plan que se basa en los logros de los últimos cuatro años y en cómo se proyectan para los próximos cuatro.
Los cambios y los nuevos desafíos
Así, Aba ratificó su intención de postularse nuevamente para el cargo de rector y lo hará junto Alicia Spinello, con quien funcionó “muy bien” y selló una base sólida para el crecimiento institucional que le permitirá afrontar un nuevo período, sabiendo que “va a ser de fuerte crisis”.
Asimismo, destacó que “hemos cumplido con muy buena parte” del programa de la actual gestión, lo cual es reconocido por un sector que “nos alentó” a construir una opción que será puesta a consideración de la comunicada educativa.
-¿Cuánto hay de continuidad de un proyecto que ya lleva cuatro años?
-En realidad siempre de los cambios implican inicios, comienzos nuevos, pero sí es cierto que nosotros tenemos un proyecto que se originó hace unos años cuando planteamos un plan de desarrollo institucional donde toda la comunidad expresó lo que quería y consideraba que tenía que ser la universidad en los próximos años. También me tocó ser el responsable de llevar la universidad a un proceso de evaluación externa en el que tuvimos que mostrar todas sus funciones hasta los más mínimos detalles; eso fue evaluado por un comité y la devolución de esa evaluación externa, junto con las opiniones de toda la comunidad en cuanto a los aspectos positivos y a los aspectos a mejorar de la universidad, son la base de nuestro programa. Mucho de lo que planteamos en nuestra propuesta anterior ya está cumplido, pero también es cierto que el desarrollo, la evolución, lo que cambia la sociedad nos va generando nuevos desafíos.
-¿Cómo cuáles?
-Es decir, en 2021 las palabras inteligencia artificial prácticamente no existían y hoy las tenemos como una cuestión transversal desde la formación, la aplicación de los distintos procedimientos. Está totalmente involucrada en lo que es la universidad. Hay cuestiones que son continuidad, otras que están muy próximas cumplirse y hay cuestiones nuevas; son nuevos desafíos que están vinculados a cómo evoluciona la sociedad, las profesiones, la propia universidad en cuanto a su relación con el medio y el medio en el cual se encuentra y surgen desafíos nuevos.
Los logros
-¿Cuáles fueron los logros de la gestión?
-Tienen mucho que ver con un manejo presupuestario muy acorde a la gravedad de la situación que atravesamos, lo cual nos permite tener capacidad de respuesta. Hemos avanzado con algunas obras propias y seguimos en ese camino. Avances en la parte académica, en la propia gestión de la universidad. Hemos ordenado muchos procesos que tenían otras prácticas y crecido en cuanto a nuestra relación y posicionamiento en la sociedad. Todo esto revalorizado por el hecho de estar ocurriendo en una situación de crisis absoluta. Hubo mucho ordenamiento, pero también hemos cambiado el techo completo del gimnasio para la sede de Azul, estamos construyendo un gimnasio para el campus y remodelado la residencia de Olavarría. Avanzamos con un enfoque de una universidad regional: hoy todas las sedes tienen su equipo médico completo en sus propios espacios; en políticas de género cada sede hoy tiene una consejería de género; cada sede tiene su punto de extensión territorial; llevamos los cursos de oficios que en Tandil se dictan en la Universidad Barrial a las distintas sedes; al igual que el programa de adultos mayores. Siempre hemos sido absolutamente respetuosos de esa integralidad de la universidad y creo que es lo que buena parte de la comunidad valora, sobre todo tendiendo a mantener una institucionalidad que los momentos que vivimos hacen difíciles de sostener.
La propuesta de gestión
-¿Cuál es la propuesta de gestión para un nuevo período?
-Los primeros desafíos tienen que ver con sostener la calidad de la enseñanza, de la formación y la responsabilidad social de una universidad frente a una situación extremadamente difícil. Hoy lo estamos garantizando. A pesar de no tener presupuesto, de no haber recibido un aumento con respecto al año anterior, mientras nos sigue una inflación de casi el ciento por ciento desde el año pasado, hemos redistribuido una partida destinada para que los estudiantes no sufran ningún tipo de recorte en sus actividades. En términos generales, nuestras políticas se orientan a la gestión institucional, donde seguimos bregando por una modernización de la gestión. En términos de estructura no docente, seguir con una política de concurso donde cada vez que tenemos una vacante, la cubrimos de manera inmediata. También hay un compromiso de incorporar el capítulo de los no docentes en el estatuto. En definitiva, una serie de mejoras que hacen a una mejor convivencia y a una mayor previsibilidad del sistema. En cuanto a lo académico, lo central hoy es el análisis de cuáles son las características del profesional del mañana, pero tomando el mañana en el muy corto plazo.
-¿Qué otros desafíos?
-También tenemos desafíos importantes en el bienestar de la comunidad en su conjunto, de los cuales siempre hablamos más del bienestar estudiantil con el sostenimiento de políticas que ayuden o favorezcan la inclusión. Las residencias, el deporte, la prevención de la salud, son parte de los desafíos. Otro desafío muy importante para la universidad que se viene es el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Nuestro sistema universitario tiene un entrecruzamiento muy fuerte entre lo que es el rol primitivo de la universidad, que es la formación de profesionales, con respecto a la generación de conocimiento que se hace a través del desarrollo. Hoy en día ese sistema que funciona dentro de la universidad está sufriendo un embate tal vez más fuerte que el que está sufriendo la universidad en términos presupuestarios.
-¿Cuál es el impacto de ese escenario?
-Y eso genera un desafío muy importante para la universidad porque se empieza a detener el desarrollo científico y, por lo tanto, la generación de conocimiento, pero un desafío también en términos de sociedad porque en la medida que el país pierde ese desarrollo de conocimiento también pierde soberanía.
Infraestructura y extensión
-¿Y en materia de infraestructura?
-Seguir con nuestro desarrollo en infraestructura en épocas durísimas donde la obra pública está absolutamente detenida. Nosotros seguimos con el plan de ir terminando obras, de generar nuevas obras. Allí también inscribimos la terminación de la fachada del edificio de Rectorado, que si bien la Provincia comprometió su apoyo, también tiene serias dificultades y algunas que son emergentes, como por ejemplo lo que ocurrió en Bahía Blanca y que obligan a priorizar. Por lo tanto, vamos a seguir bregando para que en materia de infraestructura tengamos una muy fuerte política, junto con el mantenimiento de los cerca de 90 mil metros cuadrados entre todas las instalaciones.
-¿Y hacia la comunidad?
-Los desafíos están en mantener y potenciar esa vinculación con la sociedad a través de la extensión para esa sociedad que nos sostiene, que nos da vida y que además nos ha salido a acompañar a la calle en momentos muy difíciles, momentos terribles como los que vivimos a principio del año pasado; fue esa fuerza de la sociedad la que terminó diciéndole al Gobierno que tenía razón el sistema universitario y que hacía falta una recomposición. Allí tenemos permanentemente el desafío, la responsabilidad de devolverle a la sociedad lo que la sociedad nos da. No hacemos diferencia, hablamos de la sociedad en su conjunto y la universidad tiene un compromiso indelegable de ir a atender sus necesidades. Ya no tiene sentido pensar en la universidad como el lugar solo de estudio; es un lugar de estudio, de formación, pero es un lugar de generación de conocimiento y de extensión o de transmisión de ese conocimiento como beneficios a la comunidad que los sostiene. Todos son desafíos que en épocas de lucha económica se hacen más difíciles, pero nosotros estamos decididos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para sostener y potenciar esos desafíos.
“Estamos confiados en que
la comunidad va a valorar
lo que se ha hecho”, dijo
-¿Qué expectativas tiene para este esta asamblea?
-Como generalidad, que sea una nueva expresión democrática. Será absolutamente libre y democrática, como lo han sido siempre. Nuestras expectativas, y por ello hemos salido a plantear una propuesta y una alternativa de continuidad, son altas. Estamos confiados en que la comunidad va a valorar lo que se ha hecho, las posibilidades que se abren hacia futuro, siempre sujeto al libre juego de la democracia. Son los integrantes de la comunidad, los consejos académicos más el Consejo Superior reunidos en la asamblea, quienes en definitiva toman la decisión de quién conducirá los destinos.
-¿Cómo definiría el modelo de universidad que proponen?
-Nosotros vamos a seguir trabajando por el modelo que proponemos, una universidad absolutamente de calidad, que tiende a la mayor inclusión posible, libre de cualquier tipo de discriminación, que se reconoce y por nacimiento absolutamente regional, donde el crecimiento tiene que ser todo lo armónico que requiere; un sentirse parte de una universidad, que es una sola, un todo y el hecho que estemos en ciudades distintas no tiene que marcar ninguna diferencia. Una universidad donde no tiene que haber ningún tipo de discriminación por ningún motivo, donde somos tanto en cuestiones de género, en cuestiones de derechos humanos, somos responsables de velar para que no ocurran situaciones fuera de lugar en nuestra universidad.
“Dispuestos a defenderla”
A modo de cierre, Aba agradeció “a toda la comunidad” por el acompañamiento de estos años. “Cuando decimos que hemos logrado salir de la pandemia, superar una situación dificilísima, que seguimos creciendo y trabajando es mucho para un período tan corto”, evaluó a la vez que reconoció la pérdida de poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores universitarios.
A pesar de toda esa situación, “docentes, no docentes, los propios estudiantes ponen lo mejor de sí para seguir haciendo de esta la universidad la que reconoce la sociedad, los rankings internacionales, el sistema universitario argentino”.
“Nosotros estamos dispuestos a defenderla para que siga siendo una herramienta de progreso social, de desarrollo local y un mecanismo más para hacer la Argentina que todos queremos que tengamos”, cerró.