A cinco meses del decreto de aislamiento, cómo cambió la vida cotidiana y qué actividades aún esperan por reactivarse
El 20 de marzo se paró el país para frenar la expansión del coronavirus. El devenir del tiempo y la contención de los contagios, propició que se avanzara hacia un camino de apertura y flexibilización, pero las relaciones comunitarias sufrieron profundos cambios que obligaron a rearmar todos los esquemas. Pese al buen presente sanitario en el que se halla gran parte del territorio, las actividades masivas, el transporte de larga distancia, las clases presenciales y el turismo, aún no tienen fecha de regreso.
Recordar cómo era la vida cotidiana antes del 20 de marzo parece hoy un ejercicio de memoria que habla de otra época, otra vida, otra forma de entender las relaciones productivas y sociales. El arribo del temido Covid-19 al país y la posibilidad de que, como sucedió en países europeos, se colapsara el sistema de salud, obligó al Gobierno nacional a disponer el aislamiento preventivo, social y obligatorio como el método más eficaz para evitar contagios masivos ante la ausencia de una vacuna y la incógnita que se abría a partir de esta nueva cepa viral, desconocida por todos.
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Así, de un plumazo se acabaron los viajes, las salidas, se cancelaron las clases presenciales en todos los niveles, negocios e industrias -excepto los esenciales- cerraron sus puertas, las canchas de fútbol quedaron en silencio, no se festejaron más cumpleaños ni bodas, nadie bailó más en una fiesta o boliche hasta el amanecer, los bares quedaron con sus sillas vacías, los clubes de barrio no recibieron más chicos, los trabajadores independientes se quedaron en sus casas, muchas personas quedaron separadas de sus seres queridos y algunas incluso de sus hogares, y un halo de quietud se apoderó de todos los paisajes, como si se tratara de una película de David Lynch.
Con el correr de las semanas, el escenario se comenzó a flexibilizar y hoy, a exactos cinco meses de que entrara en vigencia el decreto de aislamiento, la mayor parte del territorio nacional se encuentra en Fase 5, es decir, en la etapa de distanciamiento social, preventivo y obligatorio, con reglas del juego diferentes a las que se instauraron allá por marzo.
La vida nueva
Como es sabido, Tandil goza de los beneficios de la Fase 5 gracias al buen panorama sanitario que se supo conseguir. Así, el 90 por ciento del arco productivo y comercial se puso en marcha ya hace un tiempo, y el pulso de la calle se asemeja al que se registraba antes de la llegada de este otoño que quedará grabado para siempre en la memoria colectiva.
No obstante, la vida pública cambió de forma inexorable y no se sabe si en algún momento se podrá volver a los viejos usos y costumbres, o si la reconfiguración será tal que ya no se podrá volver atrás. Los especialistas aventuran que cuando esté la vacuna y se compruebe su eficacia, se podrá retornar a la anterior “normalidad”.
Por el momento, los tapabocas coparon la escena, el alcohol en gel se transformó en un imprescindible de todos los hogares y lugares de trabajo, términos como “fase”, “hisopado” y “casos” se adueñaron del lenguaje cotidiano, resulta imposible pensar en eventos masivos y situaciones que en la antesala de la pandemia parecían tan comunes, hoy entran en el terreno de la imposibilidad. Los besos y abrazos pasaron a ser mirados con desconfianza y pavor. La ronda del mate podría ser un festival de contagios. Las reuniones y clases virtuales se convirtieron en algo de lo más común; las pantallas como medio de contacto y aprendizaje.
Pero más allá de las libertades conseguidas y de los privilegios de vivir por estos lares, todavía existe un segmento de actividades impedidas de volver a funcionar. Para estos sectores –y para todos, en realidad-, el Estado en todos sus niveles, con mayor o menor nivel de alcance, instrumentó diversas ayudas económicas con el fin de aliviar el impacto de la parálisis productiva.
Y, finalmente, muchos debieron hacer carne aquello del paradigma darwiniano que sentencia que los seres deben adaptarse al medio para poder sobrevivir. Ergo, las desigualdades se profundizaron y dejaron al desnudo las falencias de un sistema capaz de devorarse a los más vulnerables. Aquí se destaca el rol de las organizaciones sociales para atajar las problemáticas de los sectores populares y garantizar la cobertura de las necesidades básicas, que se recrudecieron con la pandemia.
Actividades prohibidas
Según el decreto Presidencial vigente, siguen prohibidas en todo el país las siguientes actividades: las clases presenciales; la realización de eventos culturales, recreativos y religiosos en espacios públicos o privados con concurrencia superior a 10 personas; los eventos sociales o familiares en espacios cerrados y en los domicilios de las personas hasta el 30 de agosto inclusive; la práctica de cualquier deporte donde participen más de diez personas o que no permita mantener el distanciamiento mínimo de dos metros entre los participantes; la apertura de cines, teatros, clubes, centros culturales; el servicio público de transporte de pasajeros interurbano, interjurisdiccional e internacional, salvo para los casos expresamente autorizados; y el turismo.
Asimismo, está condicionada la circulación de personas entre ciudades a menos que sea con el certificado habilitante, hay puestos de control en los accesos de todas las comunas -Tandil no es la excepción-, y quienes provengan de zonas de transmisión comunitaria o de brote epidémico deben cumplir con la cuarentena estricta.
Clases presenciales
En esta etapa, la Presidencia dispuso la evaluación del reinicio de las clases presenciales. El Ministerio de Educación de la Nación establecerá para cada nivel y modalidad los mecanismos y autoridades que podrán disponer el reinicio de las clases presenciales y la aprobación de protocolos. Ya hay lineamientos generales aprobados y cada provincia debe disponer, además, su propio marco regulatorio para retornar a las aulas. Catamarca, San Juan y Formosa ya abrieron sus escuelas y La Pampa fijó fecha para septiembre. En el distrito bonaerense las cosas están más complicadas a causa de la circulación comunitaria de coronavirus que se registra en la zona metropolitana del Gran Buenos Aires.
En este contexto, las autoridades provinciales empezaron a demarcar estrategias y a avanzar en el armado de dispositivos que permitan la vuelta al formato físico, atendiendo la heterogeneidad del territorio. En la ciudad comenzó a reunirse el Comité de Seguridad y Salud en el Trabajo integrado por diversos actores y se comenzó a hacer un relevamiento edilicio, para evaluar las condiciones de infraestructura existentes para cumplir con las medidas establecidas en los protocolos que exigen distanciamiento y ciertas normas de higiene.
En este sentido, la inspectora jefa distrital de Educación, Florencia Mena, aseguró que se van a centrar en un regreso con un sistema dual (presencia y virtual) para aquellos estudiantes que no han podido sostener un vínculo con la escuela durante todo este tiempo.
Por su parte, en la localidad, el 7 de septiembre se retomarán las clases presenciales en las escuelas municipales bajo un protocolo estricto y con cronogramas a cumplir, siempre y cuando continúe la situación epidemiológica que se mantiene hasta el momento. Será solo para las carreras y no comprenderá a los talleres que se dictan en las distintas instituciones.
Eventos masivos
Ir al cine, asistir a recitales u obras de teatro, formaban parte de la agenda habitual de cualquier ciudadano. Desde antes del 20 marzo estas actividades fueron clausuradas y, siempre se supo, serán las últimas en reincorporarse al esquema.
Así, el decreto contempla la realización de eventos culturales, recreativos y religiosos en espacios públicos o privados con concurrencia mayor a 10 personas. Los mismos deberán realizarse, preferentemente, en lugares abiertos, o bien respetando estrictamente el protocolo que incluya el distanciamiento estricto de las personas que no puede ser inferior a dos metros, y en lugares con ventilación adecuada, destinando personal específico al control del cumplimiento de estas normas.
A nivel local, el cuadro sanitario avaló que el Municipio permitiera la ejecución de shows musicales en los locales gastronómicos acordes a los protocolos imperantes y que se habilitaran las celebraciones religiosas con un máximo de 30 personas.
En tanto, un recorte de la problemática permite exponer que los peloteros, los espacios de fiestas infantiles y los emprendimientos de realización de eventos esperan su turno para retomar las actividades, en un panorama que avizoran complicado e incierto. Pero además están los artistas, los dueños de salas de teatro y centros culturales, y demás miembros de la comunidad artística, que vieron cercenados sus ingresos al no poder presentarse en vivo; y la industria audiovisual argentina también atraviesa un momento complejo, con un 90 por ciento de desocupación y parálisis.
Reuniones privadas
El 9 de junio, con el ingreso de Tandil en la Fase 5, se autorizaron las reuniones sociales y familiares de hasta 10 personas. Por el incremento de casos en el país, el presidente Alberto Fernández firmó un decreto el 3 de agosto que suspendía por 15 días esta posibilidad, prorrogado este lunes hasta el 30 de agosto.
La letra legal indica que “quedan prohibidos los eventos sociales o familiares en espacios cerrados y en los domicilios de las personas, en todos los casos y cualquiera sea el número de concurrentes, salvo el grupo conviviente. La infracción a esta norma deberá ser denunciada por la autoridad interviniente con el fin de que la autoridad competente determine si se hubieren cometido los delitos previstos en los artículos 205 y 239 del Código Penal de la Nación”.
La aglomeración de personas en el ámbito privado es uno de los temas que más desvela a las autoridades nacionales y locales, por la dificultad que conlleva mantener un control estricto de la problemática. Sumado a esto, se han registrado casos de coronavirus positivos en la ciudad a raíz de reuniones clandestinas con un número de personas superior a lo recomendado.
Prácticas deportivas
La normativa nacional restringe la práctica de cualquier deporte donde participen más de diez personas o que no permita mantener el distanciamiento mínimo de dos metros entre los participantes. Los mismos deberán realizarse, preferentemente en lugares abiertos, o bien respetando estrictamente un protocolo que incluya el distanciamiento estricto de las personas en lugares con ventilación adecuada. Los deportes en equipo como el fútbol, el básquet, el rugby y el hockey, aún aguardan luz verde para retomar las prácticas en todo su esplendor. Solamente los equipos de alto rendimiento, como los seleccionados nacionales de rugby y hockey, están eximidos del decreto y pueden desarrollar sus entrenamientos de cara a los próximos torneos internacionales.
Siguiendo las prescripciones nacionales y provinciales, el intendente Lunghi firmó en junio el decreto que autorizó la práctica de golf, footgolf, entrenamiento de arqueros, ciclismo, tenis, bádminton, pesca recreativa, canotaje, kitesurf, arquería, aeromodelismo, parapente, aladelta, motociclismo, equitación, daoyin tai chi kung, running y caminatas, trekking, escalada, montañismo, karate-do, taekwondo, billar y colombofilia, de lunes a sábado en el horario de 8 a 20, además de las actividades físicas en los gimnasios y natatorios oportunamente habilitadas.
Por otra parte, la AFA dispuso la vuelta de los entrenamientos de la primera división del fútbol argentino el pasado 10 de agosto y los 24 equipos iniciaron sus actividades, previos testeos masivos y aplicación de protocolos para minimizar riesgos. A principios de septiembre se dará curso también a los entrenamientos de las formaciones de las restantes categorías, entre ellas la Primera B Nacional. No hay aún información oficial sobre la vuelta de los torneos.
Transporte de larga distancia
El servicio público de transporte de pasajeros interurbano e internacional, está prohibido salvo para casos expresamente autorizados. Mientras tanto, el sistema de transporte urbano de pasajeros siempre estuvo habilitado para trabajadores esenciales y esa restricción se mantiene en algunas jurisdicciones. En Tandil no hay limitaciones para usarlo y recientemente se agregaron más frecuencias y se amplió el horario, que funcionaba de manera reducida.
Las fronteras siguen cerradas y excepto en las situaciones exclusivamente contempladas, no salen ni entran vuelos comerciales desde y a los aeropuertos internacionales. A pocas semanas de septiembre, la fecha que se estimaba para el regreso de los vuelos comerciales, las líneas aéreas aún no tienen una confirmación oficial y crece la incertidumbre por la programación de vuelos que ya se habían realizado a partir de ese mes. Para que se vuelva a autorizar la actividad, se va a requerir de un decreto presidencial y los vuelos locales tampoco tienen una fecha confirmada de reapertura
Tampoco se permite el traslado de pasajeros por vía terrestre. Las empresas de larga distancia subsisten gracias a los aportes del Estado porque no facturan desde marzo y su actividad se ve limitada al transporte de encomiendas.
Las cámaras que nuclean a los transportistas presentaron protocolos para avanzar en la reactivación del sector, sin ningún tipo de fecha ni certeza. A partir de este protocolo, cambiaría el modelo de viaje, ya que aconsejan que la persona tenga el boleto en su celular, se instalaría un ingreso preferencial cuando llegue a la terminal, medición de la temperatura y se impedirán los contactos innecesarios. Respecto del equipaje, van a pedir que llegue rotulado y así evitar el contacto con el maletero. Dentro del colectivo no servirán bebidas ni comida y la movilidad de los pasajeros será limitada. Finalmente, los viajeros deberían llevar el tapabocas todo el recorrido, inclusive en los asientos.
Turismo
El ámbito turístico pasó de ser la gallina de los huevos de oro al patito feo de la historia. Por las características intrínsecas de la actividad, por el momento sigue suspendida, justamente para evitar el tráfico de personas entre regiones y generar desplazamientos que agraven los contagios. Aún no hay precisiones en torno a la implementación de algunas iniciativas como las “burbujas turísticas” o los corredores sanitarios seguros, ideados para impulsar la actividad en medio de la pandemia.
Además, la posibilidad de que no se habilite al turismo hasta el año próximo y que, por consiguiente, no se permita viajar durante las vacaciones de verano salió a relucir luego de que el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, expusiera que muchos porteños podrían llevar el virus a la Costa. Los dichos no cayeron bien en el sector y el propio Rodrigo González Inza, director de Turismo de Tandil, manifestó que no es prudente hablar de lo que sucederá en tres o cuatro meses.
Por otro lado, en Tandil, el sector expuso públicamente su crítica situación. En la actualidad, algunos alojamientos están autorizados para recibir a trabajadores esenciales y se potenció desde la comuna la propuesta “Destino en tu destino”, para fomentar el turismo local.
En julio la administración municipal dictaminó para los hoteles, alojamientos, camping y el turismo aventura, que quienes estén impedidos de producir tendrán una exención del 100 por ciento de las tasas prediales, mientras que los establecimientos y operadores que estén autorizados a funcionar para recibir trabajadores esenciales o público local, abonarán el 50 por ciento de las mismas. Esta diferenciación disgustó a los operadores activos, que lo sintieron como un “castigo” por trabajar.