Vecinos de la cooperativa recordaron al soldado Falucho, en su aniversario
La historia no pudo dilucidar a ciencia cierta si murió el 6 ó 7 de febrero. Incluso, algunos investigadores dudan de que el personaje haya existido. Gerardo Martínez, expresidente de la cooperativa Falucho, había escrito un documento sobre el personaje que le da nombre a los barrios que se construyeron en Tandil.
Durante el fin de semana se conmemora el aniversario de la muerte del soldado Falucho, un personaje muy interesante de las guerras independentistas del país y de América del Sur. Los investigadores no han podido dilucidar con certeza si el fallecimiento se produjo el 6 ó 7 de febrero. Incluso, algunos dudan de que haya existido realmente, a pesar de que “el Negro” cuenta con un monumento ubicado en el barrio de Palermo, en la Capital Federal.
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En Tandil, los barrios que construyó la cooperativa homónima llevan el nombre de Falucho I, 22 y 53. Decenas de vecinos los habitan, aunque no todos conocen quién fue este soldado que defendió a la patria incipiente.
La cooperativa envió un texto que escribió hace años el licenciado Gerardo F. Martínez, expresidente de la institución, para difundir la historia de Falucho y rendirle homenaje desde estas sierras que lo mantienen tan presente.
“Uno de los inolvidables episodios de la historia de la patria que llenaron muchos momentos de la infancia fue el de aquel ‘Negro Falucho’ que, al no obedecer la orden de algunos amotinados de arriar el pabellón nacional que estaba bajo su custodia, murió fusilado en El Callao (Perú), exclamando de viva voz ‘viva Buenos Aires’.
Supimos después por Mitre y por los académicos de la historia, que Falucho se llamaba Antonio Ruiz, que nació liberto del vecino porteño de quien tomó nombre y apellido, que participó valerosamente en la defensa de Buenos Aires durante las Invasiones Inglesas, que estuvo en las batallas de Vilcapujio y Ayohuma, que peleó en Chacabuco y Maipú y que con el Ejército Libertador llegó al Perú, donde encontró la muerte gloriosamente en la forma mencionada.
Mitre cuenta hasta en sus detalles el altercado que tuvo con sus asaltantes y cita las palabras pronunciadas…
Por otra parte, hay quienes dudan de la existencia misma del personaje.
Juan José de Soiza Reilly, el más destacado periodista argentino de la primera mitad de este siglo, publicó un apasionado trabajo que tituló ‘¡El Negro Falucho nunca existió!.
Y entre aquellas afirmaciones de los historiadores basadas en la tradición oral, y la negación de otros, se yergue, en pleno barrio de Palermo en la Capital Federal, la figura en bronce de Falucho, sosteniendo a su Bandera, apuesto el gesto, serena la mirada, constituida en un símbolo al que queremos referirnos para concluir este comentario.
Poco debe interesarnos si la persona física de Antonio Ruiz –Falucho- tuvo una realidad corporal o si fue el producto de la imaginación romántica y exaltada por el sentimiento de patria.
Lo que es indiscutible, y esto sí tiene verdadera importancia, es que miles y miles de ‘faluchos’ guerrearon por la independencia nacional y por la libertad de otros pueblos hermanos a lo largo de toda América.
Que lo hicieron con desprecio de la propia vida, sin discriminaciones por el color de la piel, por la formación intelectual ni por el estamento social del que provenían.
Que millones de ‘faluchos’, lograda la ansiada paz, siguen luchando por la grandeza de la patria aún desde los humildes puestos en los que los haya colocado el destino.
Porque el Negro Falucho es, a nuestro entender, símbolo del sacrificio anónimo, del esfuerzo repetido cada día, de la voluntad de servicio que se hace carne en quienes, en fin, son capaces de cualquier renunciamiento en favor de causas justas y nobles.
Falucho existió en cada argentino capaz de tan nobles sentimientos, y existe hoy en cada uno de los miembros de esa multitud muchas veces ignorada que con sus ilusiones, esperanzas, ambiciones de superación y espíritu de servicio, construyen cada día su pedacito de patria”.