Lleva 10 campañas en la Antártida
Una pasarela de la Base Marambio lleva el nombre de Noemí Troche en reconocimiento a su labor
La histórica meteoróloga de la VI Brigada Aérea fue homenajeada hace unos días en plena Antártida por sus compañeros y directivos. La pasarela que conecta la Base Marambio con la superficie fue denominada "Noemí Troche", una apasionada del continente blanco que ha pasado más de 1600 días en esa porción de suelo argentino.
Desde diciembre, una de las pasarelas que conduce a la Base Marambio, en la Antártida Argentina, lleva el nombre de la entrañable meteoróloga Noemí Troche, personal civil de la VI Brigada Aérea, quien realiza desde hace años una destacable labor en el continente blanco.
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Oriunda de 25 de Mayo, Noemí reside desde hace años en Tandil, donde ejerce su profesión y quiso formar su familia. Su trabajo incansable y su pasión por la Antártida la han llevado a formar parte de las dotaciones que desempeñan tareas de investigación en la Base Marambio, la principal estación científica y militar de las seis bases permanentes que Argentina mantiene allí, bajo el control de la Fuerza Aérea Argentina. Su primera campaña comenzó el 12 de diciembre de 2005 y desde entonces ha pasado más de 1600 días en ese territorio, que ya es su segunda casa.
La base propiamente dicha está erigida en una meseta a 200 metros sobre el nivel del mar, pero a nivel del océano, sobre la playa, hay refugios y los científicos pueden asentarse para desarrollar sus investigaciones. Para ello, necesitan conocer cómo va a estar el tiempo y así poder las tareas de campo sin correr riesgos.
De ahí la vital importancia que tiene su trabajo pronosticador para que todas las demás actividades puedan desarrollarse de manera segura, por ejemplo, la pista de aterrizaje y despegue tiene que mantenerse operable todos los días porque puede ocurrir una emergencia en cualquier momento. Asimismo, en la base hay una dotación anual de 45 personas, que con las dotaciones temporarias se incrementa a casi 80 en invierno y en verano puede haber hasta 170 personas trabajando, debido a que es la época climática más propicia.
Un justo reconocimiento
El lugar bautizado con el nombre de la científica local es una pasarela desde donde se ingresa al campo meteorológico, una vía muy transitada a diario por todos los meteorólogos para tomar los datos en superficie y dirigirse hacia la torre de control.
El homenaje fue realizado por sus compañeros de Marambio, autoridades del Servicio Meteorológico Nacional y Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) de Argentina, organismo que tiene la misión de conducir las operaciones argentinas en forma permanente y continua en la región antártica.
En comunicación con El Eco de Tandil, Troche -quien se encuentra ahora mismo en la base austral- relató la sorpresa que se llevó al respecto: “Llegamos el 4 de enero a Marambio las directoras nacionales Verónica Sala, Roxana Vásquez y Elizabeth Gesto. En un momento me dicen que el jefe de base nos precisaba afuera, y ahí estaban todos los meteorólogos de Marambio, que son 10 en total, y las autoridades de la Base y del Comando Conjunto Antártico. ¡Fue muy emocionante descubrir la placa y ver que estaba mi nombre ahí!”.
En medio de la emoción, sus compañeros leyeron unas palabras de la directora del Servicio Meteorológico Nacional, Celeste Saulo, quien señaló que “con este reconocimiento estamos poniéndole nombre y apellido a una pasión que sólo los antárticos conocen y comparten, de la cual vos sos una abanderada. Estamos seguros de que es un verdadero homenaje que respeta las tradiciones antárticas, esos códigos invisibles que se tejen entre quienes trabajan en la Antártida”. Y añadió: "Gracias, Noemí, por tu trabajo, por el ejemplo que le das a quienes te rodean, por tu profesionalismo y tu calidad humana.”
Seguidamente, la homenajeada aprovechó para agradecer el inesperado homenaje "a Celeste, a los directivos, al Comando Conjunto Antártico y a cada uno de los meteorólogos con los cuales he compartido en todas mis campañas brindando siempre apoyo profesional y emocional”.
Por último, expresó que “el homenaje me genera mucha emoción, sentir que soy la cara visible de un equipo y de mucha gente que trabaja para Antártida. Siento que, si bien es un reconocimiento a mi persona, también lo es a todos los antárticos que pasan por esta zona y realizan sus tareas con mucho esfuerzo, vocación y profesionalismo.”
De este modo, ahora un cartel recordará para siempre el trabajo comprometido de Noemí, quien con bajo su eterna sonrisa guarda una templanza de acero y nunca dudó en seguir su pasión hasta el último confín de la tierra.