Un médico que asistió a Sandro enfatizó la relación entre el EPOC y el tabaquismo
Juan Antonio Mazzei, profesor consultor de la UBA e integrante del departamento de medicina interna del Hospital de Clínicas, pasó ayer por Tandil, invitado por los consejeros del Colegio de Médicos, Distrito VIII, los doctores Ana Nobleza, Juan Carlos Giménez y Eduardo Nejamkin.
El profesional en vías respiratorias, que asistió al fallecido cantante Sandro, advirtió sobre el vínculo que existe entre el EPOC y el tabaquismo.
?El tema más importante es el de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). El 90 por ciento de los casos es provocado por el hábito del cigarrillo. Y éste es un problema grave en la Argentina. Se calcula que existen dos millones de personas que la padecen. Y el problema es que la mayor cantidad de estos pacientes no está diagnosticada, sino hasta que la enfermedad está avanzada?, manifestó a este Diario.
-¿Cuál es el rol fundamental de los médicos?
-Queremos llamar la atención. Hay un grupo de pacientes al que se le debe hacer la prueba de diagnóstico de esta enfermedad: la espirometría. Aquellos pacientes de más de 40 años, fumadores de más de 20 cigarrillos por día, que tienen tos, expectoración y/o falta de aire deben someterse al procedimiento.
Los pacientes que presentan dificultades deben ser estimulados a que dejen de fumar. Es la medida más importante para evitar la progresión de la enfermedad. El tabaquismo es una verdadera epidemia en el mundo y en la Argentina en particular, ya que tiene el mayor porcentaje de población fumadora de Latinoamérica. Se considera que por cada cigarrillo que se fuma, la vida se acorta cinco minutos. Dejar de fumar no es fácil, pero es posible. Lo más importante es el consejo médico y la ayuda.
-Imagino que la detección a tiempo de la EPOC favorece el tratamiento del paciente?
-Cuanto más precozmente se diagnostica la enfermedad, mayores son los beneficios que se obtienen.
-¿Cuáles son las consecuencias de la enfermedad?
-Desde que se diagnostica el EPOC, el 50 por ciento se muere antes de los 5 años. Por eso es muy importante el diagnóstico precoz. Si se hace tardíamente, augura un pronóstico aún peor. Hay cosas que son muy importantes: concientizar a la población del efecto del cigarrillo. Lo ideal serían campañas para evitar que los jóvenes comiencen a fumar, porque luego es muy difícil dejar. Por otro lado, saber en qué grado está la enfermedad (leve, moderada, severa o muy severa), porque para cada una hay un tratamiento adecuado.
-¿Qué otra enfermedad respiratoria destaca como fundamental a atender?
-El síndrome de apnea de sueño, una enfermedad cada vez más frecuente. Se calcula que la padece el 4 por ciento de la población. Muchos no son conscientes de que la tienen. Esto está claramente relacionado con el aumento del riesgo cardiovascular y los accidentes. Las personas que roncan tienen muchas más posibilidades de tener accidentes que las personas que no roncan.
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-¿Cómo se hace para ayudar al paciente para que deje el cigarrillo? Los fumadores siempre dicen que es una ardua tarea.
-El tabaquismo es una adicción. La gente a veces dice que es un hábito, o un vicio, pero es una adicción. Tiene todas las características: el uso continuado, la falta de control, que cuanto se deja no se puede controlar la abstinencia, la necesidad de incrementar las dosis y que produce enfermedades.
Lo primero es que el paciente esté dispuesto a dejar de fumar. Además, que intente. También hay que buscar ayuda médica. Y que la persona sea consciente de que el porcentaje de éxito en el primer intento no es muy alto: estamos en el orden del 25 por ciento por año. El éxito va a aumentar con la reiteración de los intentos.
-¿Cuáles son los mecanismos médicos?
-Se sabe que el cigarrillo tiene 4 mil tóxicos. Pero hay uno, la nicotina, que es el que produce la adicción. La nicotina es tan adictiva como la morfina y la cocaína, por eso dejar de fumar es tan difícil. Pero ahora hay varias medidas que son útiles. Una de ellas es dar nicotina, aunque parezca una locura. Cambiamos 4 mil tóxicos por uno. Y, progresivamente, vamos disminuyendo la dosis.
-¿Se puede trabajar con el paciente a través del relato de casos paradigmáticos? Usted, por ejemplo, asistió a Sandro mucho tiempo.
-Más que asustar al paciente con lo que le puede pasar, hay que insistir con los beneficios de dejar de fumar, las grandes ventajas que va a obtener. Eso yo creo que es muy importante. Para tener éxito en dejar, lo primero que hay que tener es el convencimiento.
Y sí, efectivamente, yo lo traté durante muchos años a Roberto. Era un importante fumador cuando empezamos a atenderlo. A partir de ahí, vivió diez años. A pesar de que estaba muy comprometido desde el principio, mejoró un poco la calidad de vida. El siempre manifestaba que maldecía el día que probó el primer cigarrillo.
-¿Pudo dejar en el primer intento?
-Sí, él dejó de fumar en el primer intento, porque realmente estaba convencido. *
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios