Por Rody Becchi.

En fotografía, el paso del tiempo, de los últimos tiempos, es implacable para mostrarnos dónde estamos parados ahora. ¿Cuántos ya no saben lo que es un rollo de fotos? ¿O cuántas fotos se podían sacar con cada uno? Ya no de la técnica artesanal de revelado que insumía horas de oscuridad, una luz especial, químicos y la aplicación de un segundo arte por encima del primero, el de registrar la imagen. Acá estamos los reporteros gráficos, adaptados a los cambios de la fotografía, con ese tiempo, esa transición que nos atraviesa.

Ese paso del tiempo también nos hace ver en perspectiva nuestro oficio, el valor de nuestra manera de decir, que es la foto. En lugar de varias teclas, nuestras palabras se lucen a partir de un botón. De un solo botón apretado en un momento preciso, en un lugar específico, con la luz perfecta. Y ahí, tenemos la foto.

Pero nuestro oficio no es solo ese, claro. Que podría hacerse en un estudio o en un entorno cuidado. Siempre, al trabajar en un medio de comunicación, el gran valor extra es el involucramiento con lo que pasa, con los hechos, con las noticias y sus protagonistas.

Y así, por ejemplo, tenemos millones de situaciones vividas de cuerpo, alma y sensibilidad.

Este mismo paso del tiempo nos recuerda cómo en el Cerro Granito, donde ahora hay decenas de viviendas, en 2015 la situación era completamente otra. rody - 2

Hace menos de diez años, pero es mucho lo que pasó. Desde aquel día en el que, en medio de una toma de terrenos que había ocurrido en esa zona de “las antenas”, por Villa Cordobita, todo cambió, con un gran escenario de tensión e incertidumbre. Y ahí estuvimos con El Eco, de una manera muy especial.

Y fue, una vez más, un momento en el que tuvimos que apelar a unas de las características de nuestro oficio, que es el no involucramiento personal en lo que estamos viviendo. Tenemos que convivir con todas las partes en cuestión en cualquier circunstancia. Ese día fue uno de ellos.

Policías y manifestantes. Eso pasó por esos días, después de una toma que se había extendido por bastante tiempo. Y además, con los vecinos de la zona que también tenían un rol activo.

Tres partes en función del mismo hecho, con tensiones, violencia, broncas y agresiones. Y nosotros con la necesidad de registrar todo, para informar como siempre lo hacemos.

Un día, nos enteramos que se iba a desalojar el lugar, pero no la hora. Entonces, tuvimos que armar un operativo especial desde el Multimedios con Marcos González, Flavia Contoli y Luis Veloz, y cerca de las 3 de la mañana, con el diario del día anterior todavía tibio, salimos para la zona, presumiendo que el desalojo iba a ser en las primeras horas del día, por nuestra experiencia en estas situaciones.

Como no teníamos acceso al lugar por los lugares comunes, llegamos al sitio dispuestos a cruzar por las sierras para tener una buena posición y poder mostrar todo. Con las dos miradas. La de los manifestantes por un lado y la de la policía y la Justicia por el otro. Y al costado, también de los vecinos.

Y pasamos, a escondidas, intentando que nadie nos detecte para estar en ese lugar clave.

Y ahí estuvimos, entre cerca de 400 policías y 150 manifestantes. El clima, muy tenso, muy pesado. Cuando todo se desencadenó, en un momento muy violento, pudimos mostrar todo desde esas dos miradas. Como se debe hacer siempre. Ese es el valor de nuestra palabra. De nuestras fotos.

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El valor de la palabra, por los periodista de El Eco.