Se legalizó el autocultivo de cannabis medicinal y desde Tandil celebraron el fin de la criminalización
La reglamentación salió por decreto en la madrugada del jueves y fue publicada en el Boletín Oficial. Propone un registro para que ingresen a la legalidad todos los cultivadores solidarios, familias y agrupaciones que corrían el riesgo de ir presos. Desde Cannabis Medicinal Tandil aseguraron que se abre un nuevo panorama y que en la ciudad hay muchas plantas.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, firmó en la madrugada del jueves un decreto donde establece la regulación del cultivo doméstico y el expendio en farmacias de aceites y cremas producidas con cannabis, cuyo uso humano se remonta a 10.000 años atrás.
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Así, el Decreto 883/2020 se publicó en el Boletín Oficial de ayer revelando una nueva reglamentación para la ley de uso medicinal de la marihuana que “facilita e impulsa la investigación científica orientada a los posibles usos terapéuticos”, busca asegurar “el acceso a las terapias de forma segura e informada para todos los usuarios y usuarias”, incluso a través del “autocultivo o el cultivo solidario”.
Tandil en su momento adhirió a la ley 27.350 y Alejandro “Indio” Ramírez Llorens, que cultivó su primera planta en 1992 y pertenece a la organización Cannabis Medicinal Tandil (CMT), que lleva al menos cinco años de trabajo en la ciudad, celebró la noticia.
A pesar de haber salido por decreto y no ser la ley que pretendían, consideró que se trata de un gran avance. “Nos deja muy tranquilos a los que cultivamos, porque ya no vamos a ser criminalizados”, expresó, destacando que en Tandil hay muchísima gente que tiene sus plantas de cannabis.
Un registro y más amplitud en la ley
Cabe recordar que al poco tiempo de asumir, el gobierno había prometido revisar la ley 27.350, sancionada en marzo de 2017 y muy criticada por la comunidad de usuarios, médicos, militantes, cultivadores y empresarios interesados en el creciente negocio de la marihuana legal. “Resulta impostergable crear un marco reglamentario que permita un acceso oportuno, seguro e inclusivo y protector de quienes requieren utilizar el Cannabis como herramienta terapéutica”, dice el texto.
La nueva reglamentación plantea la creación del Registro del Programa de Cannabis (ReProCann), mediante el cual los usuarios y cultivadores obtendrán la autorización correspondiente. Al haber adherido a la ley, planteó que Tandil podría tener su propio registro y desde aquí mismo pedir las autorizaciones.
Supuso, entonces, que también avanzarán en ese sentido junto al Municipio, con quienes ya venían manejando la idea de armar un consultorio interdisciplinario que funcione en el Hospital público. Asimismo, estimó la creación de un consejo asesor que pueda acompañar en “todo esto que se viene”.
Según indicó Ramírez Llorens, la nueva reglamentación también alcanzará a pacientes, cultivo en red o de agrupaciones, que no estaban contemplados en la reglamentación anterior, ya que sólo iba sobre las plantas para patologías ligadas a epilepsias refractarias.
En el texto publicado en el Boletín Oficial señala que “facilita e impulsa la investigación científica orientada a los posibles usos terapéuticos y o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados”, que son justamente las incorporaciones que más se celebra, porque abre el panorama.
La interpretación que realizó el “Indio” sobre esto es que “en cuanto la medicina salida de esa planta te haga bien, se está en condiciones de poder tenerla e incluso adquirirla en las farmacias que hagan formulaciones magistrales”, ya que también se las autorizó a la comercialización.
Un nuevo panorama
La norma establece además que las obras sociales, el Estado y las prepagas “garanticen” ese acceso. Según la reglamentación, en el caso de que los pacientes no se atiendan en el sistema público de salud, “la cobertura deberán brindarla las Obras Sociales y Agentes del Seguro de Salud del Sistema Nacional, las demás obras sociales y organismos que hagan sus veces creados o regidos por leyes nacionales, y las empresas o entidades que presten servicios de medicina prepaga”.
“Esto es genial”, aseveró, aunque advirtió que todavía falta que se implemente, ya que hay una serie de precisiones que quedan pendientes de develar.
En esto puso como ejemplo donde se menciona que “se habilita la producción nacional”, sin embargo no se detalla quién lo hará ni dónde estarán los cultivos. “Por ahí falten dos o tres años para definir eso”, estimó.
Asimismo, sostuvo que siempre hay que constar de indicación médica para la adquisición de las especialidades medicinales, e incluso la nueva reglamentación permite la importación de alguna que no se consiga aquí. “Se abre un panorama que no se limita a hacer los propios preparados”, indicó, aunque destacó que no sabe cómo se regulará.
Primero la planta, generosa y solidaria
“Implementarla no es lo mismo que escribir esto tan bonito”, aclaró el “Indio” sobre el nuevo reglamento y señaló que lo primero que hace falta es la planta, que necesita como mínimo seis meses. O sea que a partir de esta legalización, quien decida empezar a cultivar, hasta abril del año que viene no podrá realizar ninguna preparación.
Teniendo en cuenta esto, también contó que el decreto no especifica hasta el momento nada sobre la cantidad de plantas por persona, pero que el Ministerio de Salud tiene la potestad de seguir modificando el alcance del mismo, complementándolo con otras instancias regulatorias.
“Todavía estamos en proceso, pero lo que sí entendemos es que se nos viene más trabajo de acción social, de participación en la comunidad como venimos haciendo”, dijo al referirse a esa parte del texto donde dice que “resulta imperante alentar la investigación, promover la capacitación de los profesionales de la salud y ponderar el rol de los médicos en el acompañamiento de los usuarios”.
Esto es precisamente lo que vienen haciendo desde Cannabis Medicinal hace cinco años y le pareció “buenísimo” que sea mencionado. De hecho, en los tres encuentros mensuales que llevaban adelante previo a la pandemia, él se encargaba de enseñar a cultivar cannabis.
“Es una planta muy generosa, que cuando entra en una casa se producen cambios hermosos y pasan cosas maravillosas que tienen que ver con la salud y la solidaridad”, compartió. “Ahora vamos a tener una garantía con respecto a la criminalización, porque en Tandil hay un cultivo a gran escala en pequeños lugares”, sostuvo.