Remax Argentina apunta a adecuar el mercado inmobiliario a la compleja realidad económica
La empresa dedicada a la actividad inmobiliaria con sede en las sierras y en todo el mundo, pone el acento en la atención personalizada del cliente para obtener los mejores resultados. Pese a la baja de operaciones registrada en el mercado, consideran que hay que reducir la brecha entre las expectativas del vendedor y el comprador, ofreciendo precios más competitivos.
Las dificultades por las que atraviesa el país en lo que respecta a la economía no distinguen rubros, y la devaluación tiene un impacto directo dentro de un mercado que se maneja en moneda extranjera.
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Atentos a estas cuestiones, desde Remax Argentina se enfocaron en la importancia de canalizar las necesidades del cliente para satisfacerlo, adaptándose al contexto.
Dotti Peñate, referente de Remax Argentina y Uruguay, pasó por Tandil y estuvo en el piso de “La ciudad” (ECO TV y 104.1 Tandil FM) para brindar su análisis del panorama inmobiliario en la localidad.
Oriunda de España, la mujer llegó hace años al país y se dedica la actividad inmobiliaria con un fuerte foco en el cliente. Este punto de vista le da certeza de que el trabajo en equipo es crucial a la hora de lograr resultados.
“Hay que trabajar en equipo en pos del cliente, que busca comprar, vender o alquilar en más de 42 plazas de ambos países. En Tandil se trata de lograr lo mismo, que la ciudad esté en el país y el mundo. Aportamos modernidad, formación, tecnología, pero eso no reemplaza el trato personal”, evaluó, consciente de que el factor humano es fundamental en el ámbito de los negocios inmobiliarios.
“El momento del país afecta al rubro inmobiliario, hay que analizar el mercado, no es el 2017, no existe la misma oferta de créditos, entonces hay que estar donde está el cliente, entender que es un momento para que bajen los precios”, precisó.
Escuchar al cliente
Peñate estimó que el éxito en el momento de cerrar una operación de compraventa responde a saber tomarle el pulso al mercado y actuar en consecuencia.
“A veces se comete el error de no entender el rol, nuestro rol es informar sobre el proceso de la compra y venta de los inmuebles y qué le conviene al cliente en ese momento”, sostuvo.
Si bien manifestó que su deseo, en tanto representante de la empresa, es que todas las personas puedan acceder a su propia vivienda, indicó que actualmente el alquiler es la opción posible para la mayoría de los argentinos y por este motivo es necesario gestionar mejores alternativas de acceso al arrendamiento de propiedades, hasta tanto el sueño de la casa propia pueda hacerse realidad para las familias argentinas.
“Hay que ser optimista y pensar que siempre algo se puede hacer. Estoy muy entusiasmada porque el equipo de acá crece, están aprendiendo, los veo muy bien. Veo a Tandil muy linda, con gran potencial”, subrayó.
Precios competitivos
De acuerdo a un informe del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, en el territorio bonaerense la compraventa de inmuebles disminuyó entre abril del 2018 e igual mes de este año casi un 45 por ciento. Sin embargo, desde el Centro de Martilleros local, aseguraron que en Tandil la cifra no es tan alarmante y que la actividad se mantuvo, pese a que la baja se ubicó en un rango del 15 por ciento menos de operaciones.
La corrida cambiaria y la dificultad para acceder a créditos hipotecarios debido a las elevadas tasas de interés estancaron el crecimiento del mercado.
Sebastián Sosa, presidente de Remax Argentina, en el último informe anual de prensa que presentó de la compañía, destacó que los primeros meses de 2018 acompañaron las operaciones que se realizaron con créditos hipotecarios en 2017. Pero durante el segundo semestre se advirtió un descenso, que en correlación con un año de mucha demanda como el período 2017, adquiere otra perspectiva.
“El 2018 fue duro debido a la inestabilidad del dólar, pero no fue totalmente negativo para aquellos que supieron reponerse a los factores. Veníamos del 2017, uno de los mejores años de las últimas décadas, de mucho crecimiento debido al boom que generaron los créditos hipotecarios”, señaló.
Esto permitió que en la segunda parte de 2018 se generara una apertura en las negociaciones y que las partes fueran más flexibles al momento de completar la operación. Según sus declaraciones, si bien los precios no cayeron tanto como esperaban algunos compradores, el año pasado se cerraron operaciones con un margen de entre 10 y 15 por ciento a la baja.
“Hay una brecha entre la expectativa del comprador y la del vendedor. A partir de la devaluación, quien vende está esperando que su propiedad se vea reflejada en un precio más adecuado a la situación, y quien compra quiere conseguir un precio más competitivo”, cerró.