“No Me Baño”, el grafiti tandilense que se replicó en la Provincia
Los grafitis generan muchas controversias y discrepantes opiniones en todos los ciudadanos. ¿Son una rama del arte o son actos de vandalismo? Quienes los realizan sostienen que están expresándose y que, en cierta forma, están dándole un valor al lugar. Pero, ¿a costo de qué?
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Una innumerable cantidad de jóvenes cree que “estampar su firma” en un paredón es gracioso o es un acto que les da cierta relevancia y estatus en su barrio. Empero, quienes lo sufren no solo sienten que deterioran su patrimonio sino que también les demanda un importante costo económico para repararlo.
Por ejemplo, recientemente un vecino amaneció con su herramienta de trabajo, su camión, grafiteado. Para poder limpiarlo y dejarlo en condiciones debe abonar alrededor de 4.000 pesos.
Ahora bien, ¿existe un padrón en los grafitis? La realidad es que cada individuo que sale a “pintar” con aerosol las paredes tiene su propio estilo. Lo curioso es que hay una frase que no solo está escrita en innumerable lugares de nuestra ciudad, sino que también aparece en varias localidades, principalmente en Capital Federal, donde comenzó la movida: “No me baño”.
De hecho, la oración fue más allá de una mera pintada y llegó a las redes sociales, donde se crearon una importante cantidad de cuentas. Desde el perfil oficial postean imágenes de lugares grafiteados y hasta se atreven a subir videos de cuando realizan el hecho.
Podría uno circular por la avenida Alvear en Tandil y cruzarse con una imponente pared donde está la frase, o transitar por Maipú y verla plasmada en un cartel, por ejemplo. Pero, ¿de qué se trata? ¿Cómo y cuándo surgió?
Una importante cantidad de personas cree que es una iniciativa que surgió en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con la intención de transmitir un mensaje y que luego se replicó en distintos puntos del país. Pero concretamente solo fue el acto de un grupo de amigos tandilenses que buscaba inmortalizar el nombre de su agrupación en una pared.
“Realmente nunca esperamos tanto aval ni nada, el graffiti nunca fue muy valorado ni querido por la gente“, declaró en una charla con Infobae uno de los chicos que integra el grupo.
“No me Baño” representa a una agrupación de jóvenes tandilenses que solían reunirse para practicar skate en nuestra ciudad. “Era un grupo de chicos que se juntaba todas las tardes a pasar el tiempo y no se bañaban. De ahí surgió el nombre”, explicó a El Eco de Tandil un artista callejero local, agregando que en un principio solo exponían la sigla NMB.
Con el correr de los años, los integrantes del grupo emigraron hacia Capital Federal y no fue hasta entonces cuando comenzaron a grafitear. Su primera pintura fue una de las más reconocidas y que más llamó la atención, puesto que la efectuaron en una zona de mucho movimiento: en la esquina de Santa Fe y Callao.
Rápidamente replicaron su accionar en diferentes lugares y la incógnita alrededor del escrito creció, hasta lograr lo impensado: la aceptación por parte de una buena parte del público. Incluso, muchos tergiversaron el “No me Baño” original y fueron más allá, redactando por ejemplo “No me Baño y estoy ATR todo el año” o “Yo no miento, yo no engaño, fumo porro y No me Baño”.
“Nosotros venimos del grafiti tradicional, de chiquitos nos interesó el graffiti y el arte en general, nos dedicamos al arte en distintos rubros, en ese sentido somos bastante abiertos, no sólo salimos a pintar a la noche, cada uno tiene su vida y la lleva como quiere. Mientras no se bañe, todo bien“, había declarado el integrante del grupo. Sin embargo, muchos son los que disienten con su postura de que lo que hacen es un arte y se vuelcan por sostener que es un acto vandálico.
Desde la agrupación ofrecieron una mirada muy positiva sosteniendo que “a la gente le gusta nuestra movida” pero aclararon que no es un movimiento político ni tampoco sumaron personas para que pinte por ellos. No obstante, la movida se replicó prácticamente en toda la Provincia.
“Al parecer hay mucha gente que no se baña y se refugia en nosotros“, evaluaron al respecto del éxito que tuvo el grafiti. De todas formas, añadieron que en un primer momento les daba vergüenza explicar el significado de las siglas NMB y que hasta pensaron en cambiarlo por otro nombre “pero nunca se dio”.