Más de cincuenta familias del barrio Graduados ya separan los residuos en sus viviendas
El barrio de la asociación civil Graduados Universitarios de Tandil por la Promoción Social, ubicado detrás del predio ferial de la Sociedad Rural, puso en marcha la prueba piloto para separar los residuos en origen. Las 55 familias que ya se mudaron participan de esta experiencia, que se desarrolla en el marco del trabajo de la Mesa Girsu (Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos) y cuentan con el asesoramiento de Punto Verde Tandil.
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Ayer, la ONG los reconoció como “Barrio más verde”, lo que los obliga a redoblar el esfuerzo y sostener el compromiso con el medioambiente. Además, buscan gestionar ante el Municipio la recolección diferenciada, para lograr que la experiencia crezca.
El barrio de Graduados comenzó a poblarse hace un año y medio, después de atravesar el proceso de la compra de la tierra en bloque y la subdivisión a través del sistema utilizado por las asociaciones civiles.
Con la llegada de los vecinos, surgió la inquietud de separar los residuos y cada familia que se mudaba se manifestaba en acuerdo con la idea de separar la basura en origen. “Eso nos motivó a comenzar a participar más activamente en esta temática y a participar en la Mesa Girsu”, explicó Andrés Peroncini, vecino de Graduados e integrante de la asociación civil.
En el barrio ya viven 55 familias, pero estiman que en junio serán 90. Por este motivo, “la idea es poder potenciar esta actividad y difundirla, no solo para todos los integrantes del barrio sino para que pueda ser copiada en toda la ciudad”, dijo Peroncini y adelantó que otras asociaciones civiles, como Eco Sustentable, se comprometieron a sumarse a la propuesta.
El método
Si bien la mayoría de los vecinos comenzó a separar los residuos con información de internet y la participación en foros, recurrieron al asesoramiento de la ONG Punto Verde Tandil. De ese modo, María José Abasolo, la presidenta, se acercó al barrio y brindó una capacitación que luego se transmitió a los que iban llegando.
“Armamos un listado con las cosas que se separan -estamos hablando de un porcentaje muy alto-, de cómo se separan y en función de eso, nos comprometimos a, una vez por semana, cada vecino, se ofrece para ir a Punto Limpio. De esa forma, logramos una organización, una estructura, que nos permite hoy en día mantenerla”, relató sobre la experiencia.
Sin embargo, Andrés Peroncini sostuvo que “queremos seguir creciendo y entendemos que ya estamos en una etapa en que necesitamos de la colaboración del Municipio”. Hoy cuentan con el servicio de recolección convencional que brinda el Estado municipal, pero “nos faltaría completar todo esto con una recolección diferenciada, que actualmente la estamos haciendo nosotros”.
Por otro lado, explicó que realizaron un relevamiento, junto a ingenieros ambientales de la Unicén que se sumaron al proyecto. “Ellos notaron que hay un alto nivel de cumplimiento con la separación entre los vecinos que ya estamos mudados, pero también quienes no se mudaron mostraron un interés en poder llevar a la práctica esto y algunos lo están haciendo desde el lugar donde actualmente viven”, explicó.
Además, describió que “la tarea es muy simple, requiere nada más la voluntad de tirar en un tacho o en otro para ir clasificando. Es una tarea que la podemos hacer todos” y resaltó que el espacio de acopio que se necesita es mínimo, porque viajan seguido al Punto Limpio.
La herencia
que dejamos
“El Gobierno no confiaba en que el tandilense iba a aprender tan rápido a separar, justamente con el objetivo de que las cosas que puedan volver a la fábrica, vuelvan, en lugar de ir a un terreno a ser depositadas de por vida, que es la herencia que le dejamos a nuestros hijos”, expresó María José Abasolo, entusiasmada con el modelo de Graduados.
Agregó que “nosotros brindamos difusión y asesoramiento para todos aquellos que piensen en empezar a reciclar y se pregunten qué podemos hacer. En el caso del barrio de Graduados, nos convocaron e hicimos una pequeña capacitación. Lo primero que le hacemos notar a la gente es que la mitad de la basura que tiramos es compostable. Quiere decir que es orgánica y en el jardín de nuestra casa se puede convertir en abono. Entonces, qué sentido tiene tirar la yerba o una cáscara de manzana, que viaje 10 ó 15 kilómetros hasta el relleno, que gastemos combustible, personal, si eso lo podemos depositar en nuestro jardín y la naturaleza en tres meses lo convierte en abono que enriquece la tierra”.
La presidenta de la ONG Punto Verde indicó que “lo primero es el choque con esta costumbre que tenemos desde siempre y que nunca nos hemos preguntado por qué hacemos las cosas así. Entonces, ya reduciendo nuestra bolsa a la mitad, también vemos que adentro hay cosas que pueden volver a la fábricas: papel, metal, vidrio, botellas plásticas”.
Afirmó que “concretamente, esos cuatro elementos hoy tienen destino en Tandil, vuelven a las fábricas, a convertirse en un producto y por supuesto, con el beneficio medioambiental que eso conlleva, que es extraer menos recursos de la naturaleza y depositar menos basura en nuestros campos”.
Como conclusión, dijo que tras esos dos pasos “nos estamos quedando, si hacemos las cosas bien, con una bolsa que es el 10 por ciento del tamaño de la bolsa actual de alguien que no recicla”.
Resaltó que “nuestro objetivo es hacer llegar este mensaje para poder cambiar estos hábitos que tenemos tan aferrados”. Sin embargo, valoró que “el tandilense está muy abierto y lo incorpora rápidamente”.
La prueba
piloto
Ayer, Punto Verde le entregó a los vecinos los calcos de “Barrio más verde”. En este sentido, Andrés Peroncini sostuvo que “en el trabajo que venimos haciendo contamos con María José, y este reconocimiento es un compromiso y un motivador para seguir poniendo en práctica esta experiencia”
La presidenta de la ONG destacó que “además de reciclar, muchos de ellos también hacen compostaje domiciliario, así que los reconocemos ante la sociedad, para que este modelo se conozca, otros barrios se copien y también para que sirva de motivador a los vecinos que lo están haciendo”.
María José Abasolo sostuvo que “por el momento la voluntad tiene que ser muy grande, porque ellos, además de pagar al Municipio las tasas para que le recolecten la basura, están poniendo de sus recursos para trasladar esos residuos al Punto Limpio. Entonces se apunta a que consigamos, entre las asociaciones que se sumen, que el Municipio se anime a hacer la primera recolección diferenciada en Tandil”.
Por otra parte, analizó que el barrio de Graduados es “ideal” para realizar una prueba piloto, “porque los mismos vecinos ya fijan en sus estatutos internos que se apunta a que todos separen y hagan el tratamiento correcto de los residuos. Entonces están las condiciones ideales, porque todo miembro nuevo que llega a ese barrio se va a tener que adaptar a este nuevo modelo”.
Por ese motivo, resaltó que “es el escenario ideal para empezar a hacer la recolección diferenciada, porque hay una fuerte voluntad del que va a tener que separar” la basura.
Para cerrar, Andrés Peroncini indicó que “sabemos que favorece mucho la estructura de nuestro barrio y las edades que lo habitan, pero hoy en día el factor fundamental es la comunicación y si nos ponemos a analizar, por una cuestión de seguridad, hoy todos los barrios están organizados y tienen comunicación vía Whatsapp. Es solamente que alguien tome la posta y empiece a invitar a los vecinos a que se sumen”.
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